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La residencia La Milagrosa, en el Camino de la Corta, atiende a 46 usuarios.
Detenidos cuatro empleados de una residencia de discapacitados de Málaga por malos tratos y vejaciones

Detenidos cuatro empleados de una residencia de discapacitados de Málaga por malos tratos y vejaciones

El propio centro fue el que denunció los hechos a la policía, que ha identificado a seis posibles víctimas gracias a unas grabaciones

Sábado, 28 de abril 2018, 00:31

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El Juzgado de Instrucción número 5 de Málaga mantiene abierta una investigación por supuestos malos tratos y vejaciones en una residencia de discapacitados intelectuales en Málaga capital. Hasta el momento, la Policía Nacional ha arrestado a cuatro cuidadores –un hombre y tres mujeres– por su presunta implicación en los hechos y ha identificado a seis usuarios del centro que habrían sido víctimas de agresiones o de un trato degradante por parte de estos empleados, según ha adelantado SUR. Los arrestado han pasado este sábado a disposición judicial y han quedado en libertad con cargos, investigados por un supuesto delito de maltrato.

Los hechos, que continúan bajo investigación policial y judicial, han sucedido en la residencia La Milagrosa, que es propiedad de la Asociación Malagueña en Favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (Aspromanis) y está situada en el Camino de la Corta, en la barriada del mismo nombre. El centro lleva abierto desde 1964. Nació como instituto psicopedagógico y, aunque en su origen atendía a niños, en la actualidad sus 46 usuarios son todos adultos con alguna discapacidad severa. De estas plazas, 30 están concertadas con la Junta de Andalucía y 12 con la Diputación de Málaga. Tanto la Junta como la Diputación ya han anunciado que mantendrán el concierto.

La residencia cuenta con el mismo número de empleados que de internos, 46. La investigación que ha dado lugar a las detenciones partió, curiosamente, del propio centro. Todo comenzó hace aproximadamente mes y medio, cuando los responsables de la institución detectaron posibles irregularidades en el turno de noche, compuesto por seis cuidadores que se reparten en dos grupos alternos para atender a los usuarios desde las 00.00 hasta las 6.00 horas.

El centro contrató una empresa de detectives e instaló cámaras para comprobar si empleados se dormían en el trabajo

No obstante, la sospecha inicial no tenía nada que ver con lo que finalmente se descubrió. El motivo era mucho más trivial: la dirección pensaba que los empleados, en lugar de hacer su trabajo, se quedaban dormidos durante la noche, según explicaron fuentes de Aspromanis.

Para comprobar este extremo, los responsables de la residencia encargaron una investigación a una agencia de detectives privados, que decidió instalar cámaras para verificar si los cuidadores hacían su labor como debían. Al cabo de un mes, cuando revisaron las imágenes, los detectives descubrieron que habían grabado algo más que irregularidades en el trabajo. Según confirmaron las distintas fuentes consultadas, las cámaras captaron graves agresiones a alguno de los usuarios o, cuando menos, un trato vejatorio y degradante a otros por parte supuestamente de algunos empleados.

El director de la agencia de investigación privada advirtió a los responsables de la residencia del contenido de las grabaciones. Unos y otros coincidieron en acudir inmediatamente a la policía para denunciar los hechos. El 17 de abril, el presidente de Aspromanis, Alfonso Rubio, y la directora de la residencia, Antonia Díaz, se presentaron en la comisaría del distrito Norte y entregaron un pen drive con las imágenes.

Análisis de las imágenes

A raíz de esa denuncia, los investigadores de la Policía Nacional identificaron a un cuidador que supuestamente había sido grabado propinando golpes a un usuario en concreto, un hombre que lleva 20 años en el centro y que sufre una discapacidad intelectual severa, que le impide incluso hablar. Al parecer, lo habría agredido en varias ocasiones, aunque desde la residencia aseguran que ni ellos ni su familia habían detectado lesiones en su cuerpo que les hubieran hecho sospechar de la situación.

Ese empleado fue el primero de los detenidos y en la investigación se le relacionó con tres posibles víctimas. Posteriormente, las pesquisas avanzaron y señalaron a otras tres cuidadoras, que fueron arrestadas este jueves, identificando a cuatro afectados del supuesto trato degradante que les profesaban, uno de los cuales era, además, víctima del primer arrestado. En total, la policía ha identificado a seis perjudicados.

Consultado al respecto, el presidente de Aspromanis aseguró que, en cuanto tuvieron noticias de que podía haberse producido un delito, lo denunciaron «sin tardar ni un minuto», e informaron inmediatamente a todas las partes, la Junta, la Diputación y las familias de las personas que pudieran estar afectadas. «Vamos a llegar hasta el fondo de esta triste historia», concluyó.

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