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ÁLVARO FRÍAS
MÁLAGA.
Domingo, 19 de noviembre 2017, 01:19
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La imagen en la que un centenar de inmigrantes rescatados de pateras se quedaron en la calle durante unas horas, hasta que el Ayuntamiento de Málaga se enteró de la situación y buscó una solución para albergarles, no volverá a repetirse en la capital. Y es que la Subdelegación del Gobierno ha establecido un protocolo de comunicación y coordinación más efectivo entre las instituciones y se han tomado medidas concretas, como mantener el polideportivo de Ciudad Jardín para acogerles cuando sea necesario, según las fuentes consultadas.
Es el resultado de una reunión mantenida ayer, en la que participaron el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, así como el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, la directora general de Derechos Sociales, Ruth Sarabia, el comisario provincial Francisco López Canedo y el coordinador provincial de Cruz Roja, Samuel Linares. En ella abordaron la problemática generada en las últimas horas por la llegada a la ciudad de numerosos inmigrantes rescatados cuando trataban de cruzar el Estrecho en pateras. Esta cifra ha crecido exponencialmente hasta el punto de que ya supone más del doble de la registrada durante todo 2016. En lo que va de año ya se han rescatado y trasladado a la capital a casi 1.900 personas.
Ante el colapso que se produce en los Centros de Internamiento de Extranjeros, la solución ha sido que las ONG se hagan cargo de estas personas. Sin embargo, Samuel Linares, coordinador provincial de Cruz Roja, explicó que están desbordados y que no tienen plazas para albergar a estas personas. Ante esta situación, que hasta la fecha no se había producido en la capital, un centenar de inmigrantes rescatados en las últimas pateras quedaron en situación de calle, hasta que el Consistorio, que no sabía nada, les dio acogida.
Según las fuentes, entre otras medidas, se irá coordinando una salida organizada de los inmigrantes, trabajando con ellos paulatinamente para llevar a cabo su proceso de integración o traslado a otras ciudades con redes de apoyo. Por ejemplo, contactando con familiares o amigos, o acompañándoles a ONG que tengan plazas para acogerles, aunque estén en otros puntos del país.
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