El aire de Málaga es de los menos contaminados de España, y mejor en la zona Este que en la Oeste
El avance del estudio del Ayuntamiento con ciclistas voluntarios evidencia que el grueso de la polución se debe a las emisiones de los coches
Después de los estudios en tiempo real que hace la Delegación de Medio Ambiente de la Junta, un nuevo sondeo sobre el terreno, a cargo ... del Área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento, en colaboración con la empresa Urban Clouds y de 40 ciclistas voluntarios, ha puesto de relieve que la capital tiene un nivel bajo de contaminación atmosférica. De hecho, según estos datos, está al nivel de las zonas urbanas con mejor calidad del aire, caso de Galicia y Levante. Con todo, la polución va por barrios y hay puntos donde están mejor y otro peor.
El informe, presentado ayer por el concejal Raúl Jiménez, refleja que ya hay resultados concluyentes sobre 2.355 zonas (de las 3.271 en las que se ha dividido la capital). En estas, los ciclistas participantes (dotados con sensores en sus bicis) han recogido al menos diez muestras en fechas diferentes. El resultado es que el nivel es verde, o sea, de baja contaminación, en más de la mitad de los puntos (1.405). Existe un nivel amarillo (medio) en otras 820; mientras que hay 130 zonas de peligro, donde el nivel es alto para alguno de los parámetros medidos, sobre todo por dióxido de nitrógeno u ozono.
El estudio descarta efectos de la cementera de La Araña
El sistema municipal de medición cuenta también con una estación fija ubicada en El Candado, por la proximidad de la fábrica de cemento de La Araña, muy criticada por los vecinos. Esta ofrece información de toda clase de partículas: PM10, PM2.5, PM1, así como Dióxido de Nitrógeno (NO2), Ozono (O3) y Monóxido de Carbono (CO). El intervalo temporal de recolección ha sido del 1 de mayo al 13 de junio. Tal y como aseguró el concejal, en ninguno de los gases analizados se han superado nunca los valores legales. En el caso de las partículas PM2.5, hay un tramo de medida que supera el umbral (como ocurre en otros puntos de la ciudad); aunque, según Jiménez, una vez que acabe el año habrá que realizar el descuento de los aportes naturales aplicando un factor de corrección matemático. Además, el Ayuntamiento va a acometer, tras las reiteradas peticiones de los residentes, un perímetro de medidores y sensores alrededor de la fábrica para darle más estabilidad a los datos y se informará periódicamente de los resultados.
Ambos gases son producto de los tubos de escape de los coches, de ahí que el edil subrayó que las áreas más afectadas son precisamente las más cercanas a carreteras con mucho tránsito, caso de la MA-21, el entorno de la Carretera de Cádiz, los polígonos y el aeropuerto; y las inmediaciones de las rondas de circunvalación. En otros casos, más cercanos a las costas, el factor anómalo son las partículas, aunque en este caso hay que corregir el dato por la presencia de contaminantes naturales, como la calima, el polvo en suspensión procedente de África. Por barrios, los del Este tienen el aire más limpio que los del Oeste, por la menor densidad de población y de vehículos; así como por el protagonismo del mar, que actúa como un sumidero de la contaminación. Mientras, en las áreas peatonalizadas del Centro la polución es casi nula, precisamente por la ausencia de tráfico.
De momento están disponibles los resultados del primer trimestre. Esta información permitirá un diagnóstico que servirá posteriormente de base para la puesta en marcha del Plan de Mejora de la Calidad del Aire en Málaga. La fase de obtención de datos tendrá una duración de un año y se recogen mediante 40 sensores móviles instalados en otras tantas bicis de voluntarios, desarrollados por Urban Clouds. Estos aparatos fueron distribuidos el pasado 22 de febrero. A lo largo del periodo de estudio, los participantes han generado 1,7 millones de registros en el exterior y 1,4 millones en interior de viviendas y centros de trabajo.
Segunda vuelta
En las 130 zonas con evidencias de niveles altos de contaminación, se desplegarán en segunda fase las rutas de carteros, con equipos más sensibles, para hacer estudios en profundidad, verificar los factores contaminantes y las medidas y, en caso necesario, plantear medidas correctoras. Inicialmente, se han seleccionado 15 zonas de verificación y estudio. Al mismo tiempo, el sistema ‘Appmosfera’ seguirá tomando datos para continuar aportando información del resto de la ciudad, para generar servicios ciudadanos y ofrecer información cada vez más fiable. Todos los datos pueden ser consultados en la web de SUR.
El concejal advirtió que estos niveles de contaminación están directamente relacionados con el sistema de medición de los valores, situados en bicicletas que realizan recorridos próximos o coincidentes en ocasiones con zonas de circulación de vehículos, por lo que es importante mantener las mediciones en el tiempo para llegar a tener una información más detallada sobre su origen. Asimismo, indicó que la presencia de algunos niveles altos se deben a superaciones de partículas en suspensión cuya presencia puede estar relacionada con el aporte de polvo subsahariano, la arena de la playa u otras causas naturales.
Esta medición se complementará con 15 dispositivos CURMOS (los que llevan los carteros), tres estaciones fijas y un laboratorio móvil de calibración, todos ellos diseñados por la misma empresa malagueña. En el momento en el que la información aportada por todo el dispositivo sea completa se incorporarán los mapas a una web en abierto para que puedan ser consultados por toda la ciudadanía. Los valores controlados en este estudio son los gases irritantes (IR), tales como Dióxido de Nitrógeno (NO2), Ozono (O3), Cloro (Cl), Ácido Sulfhídrico (H2S) y Dióxido de Azufre (SO2). Así como Monóxido de Carbono (CO), Monóxido de Nitrógeno (NO) y Etanol (C2H6O). Los laboratorios móviles controlan además las partículas (PM 2,5) y el polvo en suspensión (PM10); la temperatura ambiente y la humedad relativa.
La capital está al nivel de Galicia y Levante, que son las regiones menos saturadas
Daniel Caro, director de Urban Clouds, señaló que el 95% de la superficie de la ciudad ya está estudiada y la conclusión más importante, a su juicio, es que en Málaga el monóxido de carbono no tiene influencia, lo que es «excepcionalmente bueno». La mayoría de zonas en rojo lo son por dióxido de nitrógeno o por ozono.
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