El único momento de mayor actividad fue la concentración a las puertas, a las doce horas. Pilar R. Quirós

El Ayuntamiento de Málaga se queda vacío en la jornada de paro

La Casona del Parque ·

Casi sin actividad en los grupos. Concentración a las doce. Las ediles del PSOE, Málaga Ahora e IU se suman desde el principio y dos del PP, a última hora

Se sintió desde bien temprano la parada feminista. Pasillos vacíos, y en los grupos, las concejalas de Málaga Ahora y el PSOE se preparaban para la concentración de las doce en la puerta, y se sumaban más tarde a las movilizadas en la calle Larios, que durante la mañana fue el epicentro del sentir de las mujeres en acción en Málaga. Un Día Internacional de la Mujer de lo más reivindicativo.

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El grupo de IU-Málaga para la Gente estuvo cerrado todo el día por la huelga, y en Ciudadanos y el PP apenas hubo movimiento. Reinó una inusual calma chicha, que sólo se rompió con la concentración a las doce, y a las dos de la tarde cuando un grupo de universitarias y anticapitalistas se desgajó de la concentración del Centro y llegaba cantando eso de «no están, no se ven, las mujeres del PP», momento justo en el que salía la edil de Cultura, Gema del Corral, que ayer se sumó a la parada de dos horas junto a su compañera de Accesibilidad, Paqui Bazalo;y la directora del área de Derechos Sociales, Ruth Sarabia.

Sarabia ya había anunciado su participación, así que la anexión de Corral y Bazalo fue la novedad. La segunda explicaba que las mujeres discapacitadas sufren doblemente la discriminación y que ella, mujer, concejala y con minusvalía debía tratar de que se visibilizase su problema. «No estoy aquí para otra cosa, si no para que se nos vea», dijo muy sentida.

Las demás populares trabajaron y de hecho la responsable de Fiestas, Teresa Porras, afirmaba que no se podía parar, a lo que la edil de Comercio, María del Mar Martín Rojo, añadía que las mujeres no saben parar, que pararían de una cosa y acabarían haciendo otra. A su lado, la diputada nacional Carolina España, que fue a la cita junto a los concejales y el alcalde Francisco de la Torre, explicó que le apenaba que la huelga tuviese un manifiesto en contra del libre mercado y del capitalismo, que le impedía hacerla suya. Incluso alguna barruntaba montar su propio manifiesto para el próximo año. ¿Por qué no?

Las concejalas de Málaga Ahora y de IU-Málaga para la Gente secundaron jornada completa de huelga y las del PSOE lo hicieron durante dos horas. Todas donarán el día o las horas a una causa altruista. Las primeras, Ysabel Torralbo, Rosa Galindo e Isabel Jiménez, ensayaban en su grupo varias canciones para entonarse, ‘a la huelga de los quehaceres, se para el mundo sin las mujeres’, y luego se arrancaron en la escalinata principal, mientras que las ediles socialistas Rosa del Mar Rodríguez, Begoña Medina y Lorena Doña se mostraban impacientes por llegar a la calle Larios. De Ciudadanos no hubo representación en la concentración, pero el edil Alejandro Carballo sí hizo aparición en la manifestación por la tarde. El portavoz Juan Cassá se disculpaba porque ayer, explicaba, se quedó cuidando de sus cuatro hijos mientras su mujer estaba de viaje.

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La bandera feminista ondeaba en el lateral derecho de la puerta principal del Ayuntamiento, pero no en la balconada central, donde se mantenían las institucionales de Málaga, Andalucía, España y la UE. A las doce, con el corte de la calle, la concentración y las fotos empezaron a pasar esas cosas propias de la diversidad. Y allí estaba Antonio Cortés, fiel a su cita con la queja. A punto de perder la casa de su madre por no pagar la plusvalía, con su rosario, y un nuevo lema:«El hombre para amar a la mujer, y la mujer para amar al hombre». Al lado, algunos se preguntaban qué le deparaba al mundo trans. Cortés se entonaba entonces con el ave maría. «Implora por nuestros pecados», comentaba una al lado, pero él seguía con su ‘quehacer’ de lo más empoderado. Momento almodovariano.

El Ayuntamiento, sin movimiento. Pilar R. Quirós

El resto de la mañana los pasillos cayeron en un inusual sopor. El vacío los hizo suyos. El seguimiento de la plantilla a la parada de dos horas fue alrededor de un 10% sin contar con los policías, es decir un total de 253 de los 2.777 empleados, según datos del área de Personal. Realmente puede parece poco, pero lo cierto es que los sindicatos se quedaron asombrados de que el primer año, en una institución más bien clásica, se sumaran tantas mujeres motu proprio. La jornada feminista se hizo visible.

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