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Albert Rivera, ayer en la terraza del hotel Room Mate Valeria Fernando González
Albert Rivera: «¿Venirnos abajo? No nos conocen. Empieza otro set y tenemos la fortaleza mental que se necesita en el tenis, como Rafa Nadal»

Albert Rivera: «¿Venirnos abajo? No nos conocen. Empieza otro set y tenemos la fortaleza mental que se necesita en el tenis, como Rafa Nadal»

El líder de Ciudadanos habla con SUR antes del mitin con el que mide en Málaga sus fuerzas tras la moción de censura

Javier Recio

Málaga

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Sábado, 16 de junio 2018, 00:36

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Bueno señor Rivera, ¿se ha levantado ya de la lona?

–Bueno, yo la verdad es que soy un púgil bastante resistente. Vengo de defender la igualdad y la libertad de todos los españoles en Cataluña y me he curtido en el Parlamento catalán haciendo oposición y hemos llegado a ganar las elecciones allí. Por tanto, a los que hay que dejar en la lona es al separatismo y a la corrupción.

Pero le han tenido que contar varios números para evitar el KO. Da la sensación de que llevan un par de semanas bajos de moral, han estado medio noqueados.

–El que está noqueado es Rajoy, que ha tenido que irse. Nosotros estamos muy por encima de lo que Ciudadanos consiguió en 2016, peleando por ganar unas elecciones en España y habiendo ganado una en Cataluña. Por primera vez lo ha conseguido un partido constitucionalista. Creo que los que están en la lona son los corruptos, los que no tienen un proyecto de España. Y lo que sí que es verdad es que la mayoría de españoles están descolocados al no entender por qué Rajoy, por un lado, y Sánchez, por otro, no han querido devolverle la voz a los españoles. El bipartidismo se ha puesto de acuerdo de alguna manera para que los españoles no den su opinión sobre quién debe ser el presidente. Sánchez es presidente por la puerta de atrás y de la mano de los separatistas. Para ser presidente así yo preferiría no serlo.

Efectivamente el que ha perdido el Gobierno ha sido Rajoy, pero a usted se le ha visto muy tocado. ¿Estaba ya tocando el poder con la yema de los dedos?

–Para nada. Soy una persona humilde y trabajadora. Mis padres me han enseñado esos valores. Si alguien sabe lo que es trabajar siendo hormiguitas es la gente de Ciudadanos. Yo estuve con un solo diputado en el Parlamento catalán y hemos ido creciendo para hacer un cambio político sin precedentes.

«¿Juan Cassá candidato? Eso se decidirá en las primarias. Como presidente del partido no puedo tener favoritismos»

O sea, que no se han venido abajo.

–No nos conocen…Al revés. Ahora empieza todo. Es un nuevo set, si utilizamos el símil tenístico, y si vemos la fortaleza mental que se necesita en el tenis, como lo demuestra Rafa Nadal.

Por cierto, gran aliado ha encontrado en Nadal. ¿Sería un buen ministro?

–Rafa Nadal es de todos. Es el mejor deportista de nuestra historia. Además lo que piensa Nadal es lo que piensa la mayoría de los españoles, según los sondeos publicados.

Le voy a pedir que haga un poco de autocrítica. ¿En qué cree que ha fallado? ¿Dio por finiquitada la legislatura demasiado pronto tras conocerse la sentencia de Gürtel?

–Es que nosotros no hemos decidido nada.

Usted sí dio por acabada la legislatura.

–Ya ve si está agotada que tuvo que dimitir Rajoy. No se puede tener un Gobierno sustentado por un partido condenado por tener una trama paralela de corrupción. Eso no lo digo yo, sino una sentencia. Nosotros queríamos elecciones, pero Sánchez, que se estaba hundiendo poco a poco, fue a la desesperada y sumó con Esquerra, Bildu, Podemos, con los golpistas de Torra… O sea, con lo mejor de cada casa.

Pero ahí está, incluso ilusionando a la gente…

–Eso lo veremos. Y no todos están ilusionados con esta manera de llegar al poder. Y ya le digo una cosa, ser presidente no es un objetivo, es un instrumento para cambiar tu país. Si no puedes legislar o gobernar, si dependes de los que quieren liquidar España, para eso mejor no serlo.

Pues usted que tanto critica a Sánchez, firmó un pacto de investidura con él. ¿Volverá a pactar algo con él esta legislatura o mantendrá una oposición muy radical?

–Yo llegué a un acuerdo con el PSOE, pero no con Bildu, ni con PNV, ni Podemos, ni Torra ni Puigdemont. En el acuerdo decíamos que no había que hacer un referéndum de independencia, que no había que subir los impuestos, que no había que conceder privilegios a los nacionalismos. Es decir, pactamos con un Sánchez bastante distinto al de hoy, que se ha podemizado. Nosotros estaremos con lo que sea bueno para España. Si Sánchez trae un Estatuto de Cataluña para aprobar aspectos inconstitucionales estaremos en contra. Nosotros tenemos un proyecto propio, y no decimos no a todo, ni sí a todo.

¿Teme que al no ser ya el sostén del Gobierno del PP caigan en la irrelevancia? ¿Le queda una travesía en el desierto hasta llegar a las elecciones?

–La opinión pública y la publicada van por caminos distintos. La publicada está todos los días intentando liquidar partidos, líderes, con peleítas diarias. Y la clase media española está esperando que le bajen los impuestos, que tengan más permisos de paternidad… Si algo he aprendido es que hay que escuchar al pueblo y hacer lo que uno cree, no lo que queda bien. Yo, y es muy muy feo hablar de uno mismo, creo que Ciudadanos ha resuelto en estos 11 años sus problemas.

Al hilo de lo que acaba de decir de hablar de uno mismo. Desde Andalucía, cuando se plantean situaciones, sus compañeros de partido siempre miran hacia Madrid, hacia lo que piensa usted. «Lo que decida Albert». Puede caer en una especie de 'complejo de Luis XIV' ¿Ciudadanos es Albert?

–No. Ciudadanos es Albert, es Arrimadas, es Begoña Villacís, Ignacio Aguado, Juan Marín y otros tantos muchos.

Pero da la sensación de que tienen un sentido jerárquico muy marcado.

–Fíjese si es bueno hacer primarias que la gente te respeta porque las ganas. En el caso del PP están ahí a ver qué deciden unos u otros; y en el PSOE los quitan cuando no les gusta el ganador. Lo hemos visto con Tomás Gómez o con Borrell. Somos un partido muy democrático, muy unido y muy limpio.

Inés Arrimadas levanta muchas simpatías fuera de Cataluña. ¿Cree que podría dar el salto a la política nacional? ¿Le entra algo de pelusilla cuando la gente habla también de ella? ¿Le gustaría enfrentarse a ella en unas primarias?

–Todo lo contrario. Estoy muy orgulloso de que Inés esté en mi equipo. Me siento muy orgulloso de que haya ganado las elecciones en Cataluña,

«Esta provincia se ha convertido en uno de los lugares de España donde Ciudadanos tiene más apoyo»

¿Y por qué no intentó formar Gobierno?

–Porque los números no daban.

La gente le ha criticado eso.

–La gente, no, los políticos. Inés es la política más valorada en la opinión pública española.

¿Más que usted?

–Seguramente. Es muy valiosa, de hecho es mi mano derecha en la ejecutiva nacional de Ciudadanos. Ella es portavoz nacional del partido. Me decía usted antes lo del paso a la política nacional, y ella ya está en la política nacional. Porque nosotros tenemos un discurso igual en todo el país. Por eso tenemos muy buenas expectativas, en Madrid o en la propia Andalucía, con Juan Marín.

Hoy hemos publicado en Diario SUR declaraciones de Marín en las que dice que si dan los números podrían gobernar en Andalucía con el PP. ¿Le gustaría que se produjera esta posibilidad?

–A mí me gustaría ganar la elecciones, que es lo que ha dicho Juan Marín. Ahora bien, una vez las ganemos, hablaremos con el segundo o con el tercero para gobernar.

¿Y si son ustedes y el PP los segundos y los terceros?

–Es que eso es ciencia ficción.

Ya, pero es lo que dijo.

–A él,por lo visto, le han preguntado…

Sí, si yo estaba delante.

–Bueno pues él lo que ha dicho es que hay que salir a ganar. Que hay que luchar contra el bipartidismo. Que son demasiados años con el mismo Gobierno socialista, que es verdad que ganaron las últimas elecciones y que hay que intentar vencerles en las urnas. Ciudadanos puede ser la alternativa, porque el PP se ha ido desmoronando. Moreno Bonilla no parece que sea la persona para liderar ese cambio. Cuando se convoquen las elecciones, todo el partido va a bajar a Andalucía para apoyar a Marín.

¿Cree que Rajoy y Sánchez pactaron esta salida?

–Creo que ambos tomaron sus decisiones pensando en Ciudadanos. No es que sea Sherlock Holmes, porque es bastante evidente. Sánchez estaba hundiéndose, con Podemos pisándole los talones y monta esta jugada con 22 partidos para llegar al poder. Y Rajoy, en vez de dimitir, que hubiera sido lo patriótico, no lo hizo.

«Tenemos que salir a ganar. Que son demasiados años con el mismo Gobierno socialista»

¿Habló con usted?

–Aún a estas alturas no lo ha hecho. Le propusimos reunirnos para buscar una salida. No quiso, se blindó en un búnker o en un bar...

Muy español eso también.

–Jaja. Sí, pero la imagen del Parlamento debatiendo una moción de censura sin el presidente censurado y apagando los teléfonos para que nadie le presionara para que dimitiera dice muy poco para ese fin de trayectoria política. Gente de su partido esperaba que dimitiera.

La gente puede visualizar por un lado la izquierda con PSOE y Podemos y por otro Ciudadanos y PP por la derecha. ¿Vamos hacia un nuevo frentismo?

–No. La gente quiere cambiar. Quiere una España diversa, pero unida. Y ese proyecto de país es el debate que viene. Lo que está pasando en mi tierra. Torra vuelve a abrir embajadas, ya no tiene el control del dinero público desde el Gobierno, ha echado al jefe de los Mossos que respetaba la Constitución. Quien piense que lo de mi tierra se ha acabado está muy equivocado. Los separatistas van a seguir con su proyecto por mucho que Sánchez mire a otro lado.

¿Usted fía todo su éxito electoral a su pelea en Cataluña?

–No es Cataluña, es España. Entiendo que a veces desde la burbuja político-mediática no se conoce lo difícil que es defender la unidad de España en Girona o Guipúzcoa. No es un problema catalán, sino de España. El nacionalismo no es un problema local.

Por cierto, ¿por qué le meten tanta caña las feministas a usted?

–No tengo esa sensación.

En las redes le han dado por todos los lados.

–Las redes son las redes…Pero no tengo esa sensación, de hecho ayer presentamos la ley de conciliación y ha sido especialmente bien acogida entre las mujeres. La causa de la igualdad entre hombres y mujeres es muy transversal, aunque radicalismos hay en todos los lugares.

–¿Sigue buscando gente como Valls o se ha frenado este movimiento?

–Valls está meditando esa decisión y sería magnífico para Barcelona y España. Es un gran político y un gran intelectual. Ciudadanos lleva incorporando gente independiente desde hace años.

«Los separatistas catalanes van a seguir con su proyecto por mucho que Pedro Sánchez mire a otro lado»

Por cierto, ¿qué le parece Juan Cassá?

–Ha hecho un trabajo muy bueno.

¿Le gustaría que fuera el candidato?

–Eso lo deciden por primarias.

Ya lo sé, ¿pero a usted le gustaría?

–Yo entiendo que usted haga la pregunta y usted entienda que yo contente que como presidente del partido no voy a tener favoritismos por nadie. Lo que sí le digo es que el trabajo es muy bueno. Málaga se ha convertido en uno de los lugares de España donde Ciudadanos tiene más apoyo junto con Madrid, Zaragoza y Guadalajara. Y Málaga capital especialmente, lo que quiere decir que Juan está haciendo un buen trabajo. La ciudadanía ha valorado positivamente nuestro acuerdo en el Ayuntamiento. Aparte de que tenga un corazoncito de Málaga, es una ciudad en la que da gusto venir, en la que la gente puede trabajar, venir de turismo.

Una maldad, ¿ha bajado en las últimas semanas el ritmo de afiliaciones a Ciudadanos tras la moción de censura?

–Hemos batido el récord este mes. Y me consta que el mismo día de la censura tocamos techo.

¿Cuántos son?

–Más de 30.000 afiliados y unos 170.000 simpatizantes. La sociedad busca soluciones al bipartidismo. La sociedad se está moviendo. Mañana (por hoy) vamos a tener un acto muy bonito y masivo en Málaga con Mario Vargas Llosa, del que me considero amigo.

Este hombre sí que sería un buen ministro de Cultura…

–Hombre, ahora que hay tantos ministros de Cultura que cambian cada seis días, no estaría mal un premio Nobel, jaja. Bromas aparte, porque no quiero meter a Mario en un follón. Es además un hombre muy generoso. También estará con nosotros Javier Imbroda, el anterior seleccionador nacional de baloncesto.

¡Le falta Del Bosque!

–Sí, jaja. Javier, aparte de su valía, ha demostrado además una lección de vida al superar un cáncer. Lo que está claro es que en la sociedad española hay mucho talento y es bueno que se incorpore a la vida pública.

Para terminar, antes le hacía referencia al Rey Sol y ahora le voy a nombrar a otro francés. ¿Cree que será el Macron español?

–Eso lo decidirán las urnas. Macron llegó desde circunstancias distintas, porque estaba en el Gobierno y montó una plataforma. Sí que es cierto que Macron ha hecho algo muy importante. En el país donde nació la izquierda y la derecha, ha liquidado ese eje y lo ha cambiado por otro eje, el del liberalismo, el de la sociedad abierta frente al populismo. También ha conseguido incorporar a mucha gente de la sociedad civil. Me consta que la mitad de su grupo parlamentario viene de la misma. Estaría bien que España superara esa dicotomía también.

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