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pablo marinetto
Málaga
Lunes, 14 de agosto 2017, 09:14
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Salir a jugar al parque se ha convertido en una actividad de riesgo para los niños de la urbanización Cerrado de Calderón. Los restos de basura se acumulan en los alrededores de la zona de juego de la amplia calle Centaurea desde hace semanas. Una situación que los vecinos califican de «insostenible» y «vergonzosa». Aseguran que la cantidad de residuos es tal que ya han comenzado a aparecer ratas e insectos, lo que representa un riesgo para la salud de sus hijos y reclaman una solución inmediata. «Limasa culpa al Área de Parques y Jardines del Ayuntamiento y viceversa. Ya no sabemos qué hacer para que las instituciones actúen y resuelvan esta situación», relata Lorena González, vecina de la zona. Además, el parque está ubicado en pleno monte, rodeado de pinares, y los restos de cristales y plásticos podrían dar lugar a incendios. Todo un peligro para las viviendas y urbanizaciones cercanas.
«El problema es que estamos alejados del Centro y la Policía pasa poco por aquí. Los jóvenes lo saben y utilizan el parque como cuartel general para hacer botellón», explica Luis Álvarez, que suele pasear por la zona con sus perros.
Por otro lado, continúan los problemas con el vertido de podas en la vía pública. Son varias las quejas que llegan a este periódico desde las barriadas del Limonar, Cerrado de Calderón y Miraflores del Palo alto, zonas en las que predominan las casas con jardines particulares. La acumulación de ramas y hojas en las aceras genera conflictos entre algunos vecinos. «Me parece una falta de consideración. Yo también tengo jardín propio en casa y aviso al Ayuntamiento para que vengan a retirar los restos de las podas. No los dejo durante días en la calle», cuenta indignado Manuel Ávila.
La fuente ubicada en la plaza Basconia lleva aproximadamente dos meses sin surtir agua. Sin embargo, los jardines que la rodean se encuentran sorprendentemente bien cuidados, una contradicción que ha llevado a los vecinos de Gamarra a cuestionarse si se trata de una medida para el ahorro de agua o simplemente un retraso en las tareas de mantenimiento. Aunque desconocen los motivos, reclaman la puesta en marcha de la instalación por ser uno de las pocas zonas verdes de la barriada y una forma de refrescar el ambiente los días de verano entre tanto edificio de viviendas. Pero este no es el único problema que padecen relacionado con el agua. Al parecer, la avenida San Sebastián, una de las que desemboca en la plaza, lleva meses sin ser baldeada y los restos de suciedad son evidentes, tal y como evidencia la fotografía.
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