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Retrato de Juan de San Martín y Gómez.
Hace 70 años | La tumba del padre del libertador de Argentina que Perón reclamó a Málaga

Hace 70 años | La tumba del padre del libertador de Argentina que Perón reclamó a Málaga

Los restos de Juan de San Martín estaban en la iglesia de Santiago y en 1947 fueron remitidos a Buenos Aires

Ángel Escalera

Sábado, 3 de junio 2017, 00:42

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Juan de San Martín y Gómez, padre de libertador de Argentina, José de San Martín, murió en Málaga en 1796 y fue enterrado en la iglesia de Santiago. Sus restos permanecieron en ese templo hasta julio de 1947 cuando fueron enviados a Argentina por expreso deseo del general Perón. San Martín y Gómez fue un militar español que sirvió a la Corona y llegó a ser el primer teniente gobernador de las Misiones Guaraníes con sede en Yapeyú, que fueron creadas para administrar las treinta misiones de los jesuitas después de que la orden fuera expulsada de América por orden del rey Carlos III en 1767.

San Martín, que nació en un pueblo de Palencia en 1728, ingresó en el Ejército con 18 años, participó en cuatro campañas en el norte de África y estuvo destinado 17 años en Melilla. En 1762 fue destinado a Buenos Aires. En Argentina hizo una brillante carrera. Así, el 13 de diciembre de 1774 fue nombrado teniente gobernador del Departamento de Yapeyú, donde nacieron sus cinco hijos: María Elena, Manuel Tadeo, Juan Fermín Rafael, Justo Rufino y José Francisco.

San Martín y Gómez pidió volver a España y 1784 llegó a Málaga. Tanto él como su familia vivieron entre 1785 y 1791 en una casa de la calle Pozos Dulces, según Alfredo C. Villegas. A finales de 1791, se trasladó a la Alcazabilla, barrio en el que Juan de San Martín permaneció hasta su muerte, ocurrida el 4 de diciembre de 1796.

Juan Domingo Perón, presidente de Argentina entre 1946 y 1955, creó la Orden del Libertador San Martín para enaltecer sus valores. El general Perón, que había surtido de trigo a España tras la guerra civil, pidió al régimen de Franco que buscara la tumba Juan de San Martín y Gómez para que sus restos descansaran junto al libertador de Argentina, su hijo José.

Hallazgo casual

Informado el gobernador civil de Málaga, se recurrió al libro de enterramientos de la parroquia de Santiago, la más cercana a la casa donde vivió Juan de San Martín, pero no se halló el lugar donde reposaban los restos. Sin embargo, y de manera casual, por unas inundaciones, el hijo del sacristán de la iglesia de Santiago, Rafael Zayas, de 16 años, entró en la anegada cripta de la Hermandad de Ánimas y allí encontró la lápida de San Martín. Eso sucedió el 24 de julio de 1947.

Dos días después, el periódico vespertino La Tarde se hacía eco del traslado de los restos a la capital de España: «Ayer tarde, en el expreso, marchó a Madrid, portando los restos encontrados del capitán Juan de San Martín, el delegado provincial de la Subsecretaría de Educación Popular, Sebastián Souvirón, a quien acompaña en su viaje el oficial de la subsecretaría Joaquín Montoya. Además de la arqueta conteniendo los restos llevan consigo, para hacer su entrega, la lápida que tenía el nicho donde descansaban los restos, el acta notarial levantada sobre el hallazgo y otros documentos interesantes que serán trasladados a la República Argentina. El señor Souvirón hará entrega de todo al subsecretario de Educación Popular, Luis Ortiz Muñoz, y visitará en Madrid al embajador de la República del Plata, Pedro de Radio, para darle cuenta de todo lo relacionado con el feliz hallazgo».

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