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El PP se queda solo en su postura contra el metro al Hospital Civil

El PP se queda solo en su postura contra el metro al Hospital Civil

El debate en torno al trazado ha vivido momentos de máxima tensión entre los grupos. El quipo de gobierno consigue sin embargo el apoyo de Ciudadanos para que la opción de que una de las líneas llegue hasta la plaza del General Torrijos se mantenga en la agenda técnica

Ana Pérez-Bryan

Jueves, 25 de mayo 2017, 14:32

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Si alguien a estas alturas dudaba que la discusión en torno al metro es uno de los principales motivos de enfrentamiento entre los grupos con representación en la Casona, con el debate de esta mañana en el pleno ha quedado meridianamente claro que las posturas no sólo están enfrentadas, sino que son casi irreconciliables. De un parte, el equipo de gobierno, que se ha quedado solo en su postura en contra del trazado en superficie al Hospital Civil votando abstención en todos y cada uno de los puntos de las tres mociones de la oposición (PSOE, Ciudadanos y Málaga para la Gente): la postura ha sido la de la abstención y no en contra porque, tal y como ha dicho el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, su grupo "va a estar con la legalidad" después de la declaración de interés metropolitano por parte de la Junta de Andalucía. Sin embargo, ha quedado más que escenificado que su postura no se ha movido ni un milímetro, sobre todo teniendo en cuenta -tal y como ha insistido el propio De la Torre- que los vecinos "no lo quieren". De hecho una representación de la plataforma en contra al tranvía al Civil ha tomado la palabra al inicio del debate y además ha interrumpido los discursos de la oposición en defensa de este proyecto. Los vecinos han increpado de manera especial al portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá, cuyo cambio de postura en torno al tranvía "para desbloquear un asunto que ya es inasumible", según ha dicho, no ha gustado a los vecinos, a pesar de que la propuesta del grupo de vincular a este proyecto un paquete de mejoras en el barrio que asumiría la propia Junta de Andalucía.

Si de una parte está el equipo de gobierno, de otro están el resto de grupos, que han instado al Ayuntamiento a que asuma ya la construcción de la línea al Civil. En cualquier caso, podría decirse que el debate ha dejado pocas cosas en claro, ya que si de una parte los grupos de la oposición (PSOE, Málaga Ahora, Ciudadanos y Málaga para la Gente) han votado a favor de que el alcalde y sus concejales asuman lo firmado en el protocolo de intenciones de 2013 en el que se contemplaba el tranvía al Civil; también es cierto que el equipo de gobierno ha conseguido hacerse con el voto a favor de Ciudadanos para mantener en la agenda técnica la posibilidad de que una de las líneas se prolongue hasta la plaza del General Torrijos, tal y como estaba firmado en el convenio de 2003. Este cambio de última hora en la postura de Ciudadanos ha sido posible gracias a que el PP ha aceptado la enmienda del grupo naranja, que pedía sustituir el término "acometer el proyecto" por "mantenerlo en la agenda técnica".

Más allá de estos matices, la discusión ha dejado momentos de gran tensión, como la que han protagonizado el alcalde -que se ha tomado su tiempo para defender su postura- con el edil socialista Sergio Brenes. Ambos se han enzarzado (de nuevo) sobre los tiempos que se toma el alcalde (no está limitado por el reglamento) y el que se concede al resto de los portavoces (que está reglado), pero el tono máximo ha llegado cuando Brenes ha hecho referencia a la condición de De la Torre como alcalde "saliente": "Usted ha debido pensar que para lo que me queda en el convento me cargo la ciudad de Málaga". Y no parece haberlo entendido así el alcalde (ni otros presentes en la sala), que se ha tomado el dicho de manera literal ("para lo que le queda en el convento, me cago dentro") y le ha espetado al concejal socialista que es un "grosero" y un "maleducado".

En otro de los momentos de su intervención, y ante las dudas de los portavoces de la oposición de que De la Torre esté realmente implicado en este asunto "porque es un alcalde en retirada" -en palabras del portavoz de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla-, el alcalde ha sido tajante: "Tengo una salud aceptable para seguir siendo alcalde, entiendo de los temas y voy a seguir ejerciendo la legalidad". Y Brenes no ha perdido la ocasión de seguir la discusión por ese derrotero: "Pues le deseo mucha salud, pero el que ha puesto más mala cara que los pollos del Pryca ha sido el señor Bendodo cuando lo ha escuchado decir que va a seguir como alcalde".

La dureza en los argumentos también ha sido una parte esencial en el discurso de Cassá, que ha insistido en que el cambio de postura de su grupo sólo pretende hacer "que los malagueños dejen de ser rehenes del bipartidismo en los grandes proyectos, especialmente en el metro". Y se ha dirigido al alcalde con contundencia: "Ha llegado el momento de exigir que se cumpla con lo que se ha firmado (en relación al protocolo de 2013)". "Hay que pensar en la factura insoportable que vamos a dejar en las nuevas generaciones", ha concluido Cassá, quien no ha aceptado ninguna de las enmiendas que han propuesto los populares para apoyar la moción del partido naranja: tampoco lo ha necesitado, porque el resto de la oposición sí ha votado a favor de su moción, al igual que lo ha hecho con las de los socialistas y Málaga para la Gente.

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