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Miembros de la Fundación Harena, ponentes y autoridades, en el auditorio Edgar Neville.
Diez años cambiando el mundo desde Málaga

Diez años cambiando el mundo desde Málaga

La Fundación Harena celebra una década convertida en un referente de ayuda dentro y fuera de la provincia impulsado por la sociedad civil

Ana Pérez-Bryan

Miércoles, 24 de mayo 2017, 00:52

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Resulta sorprendente cuánto bien pueden hacer esos pequeños gestos que, sumados, cambian la vida entera de las personas. Pero a veces ocurre que esa transformación no sólo le da la vuelta al que recibe esa ayuda, sino también al que la presta. En esa estrategia de ir sumando paso a paso y transformando a unos y a otros lleva diez años embarcada la Fundación Harena, que ayer celebraba cifra redonda convertida además en una referencia en el escenario de entidades que prestan sus servicios desde la propia ciudad pero que se proyectan al resto del mundo: el acompañamiento de ancianos, la atención a la discapacidad o a las mujeres víctimas de maltrato, la formación o los proyectos de cooperación internacional forman parte de esta tupida red de asistencia impulsada desde la sociedad civil y que sostienen 1.500 voluntarios.

Por eso ayer tocaba soplar velas y lucir músculo: así lo hicieron parte de los responsables y voluntarios en una jornada que tuvo lugar en el Auditorio Edgar Neville de la Diputación y que contó con un amplio respaldo institucional encabezado por el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Mario Garcés; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el presidente de la Diputación, Elías Bendodo y el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones.

«Una sociedad ejemplar»

El compromiso con los más vulnerables y la actitud casi innata de estar presente en los lugares donde más se necesita fueron los rasgos que más destacaron los responsables de las distintas administraciones, caso del secretario de Estado, quien pronunció además una conferencia «desde el sentimiento y la emoción» en la que abordó los logros de España en los últimos 40 años, sobre todo en materia social, y animó al público «a que nuestros vicios no oculten nuestras virtudes». En este sentido, Garcés hizo referencia a ese carácter tan español de la «autoexigencia» llevada al límite, pero recordó también que «somos una sociedad ejemplar» que en las últimas décadas ha terminado por construir un país «que necesita inventarse continuamente, y no reinventarse como otros defienden».

Por su parte, el anfitrión de la jornada y presidente de la Diputación puso el acento en que la atención al vulnerable «es tarea de todos: tan importantes son las pequeñas acciones individuales como las políticas institucionales». En la misma línea, el alcalde recordó que «en nuestras manos está la posibilidad de poder movernos para cerrar el círculo virtuoso que representa el trabajo conjunto de la administración y la sociedad civil».

La jornada de la Fundación Harena, que también rindió un homenaje simbólico al que fuera su presidente, Ignacio Moreno, contó también con el testimonio de cinco otros voluntarios y activistas sociales que cambiaron sus propias vidas mediante la ayuda a los demás: la superviviente de violencia de género y emprendedora Ana Bella; la creadora de la Fundación Cuidados Dignos, Ana Urrutia; el responsable del área social de la Fundación Málaga CF, Sebastián Fernández Basti; el empresario Sergi Capell y el cantante Señor Gañán dejaron su ejemplo impagable de que cada gesto (por pequeño que sea) es capaz de transformar el mundo.

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