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Técnico de control de plagas en el Guadalhorce.
El periodo de cría de las aves limita las acciones contra los mosquitos en el Guadalhorce

El periodo de cría de las aves limita las acciones contra los mosquitos en el Guadalhorce

Expertos en ornitología advierten del riesgo que el uso de larvicidas puede suponer para el ecosistema del paraje natural

Francisco Jiménez

Lunes, 22 de mayo 2017, 01:06

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La lucha contra los mosquitos se extiende más allá de Guadalmar con fumigaciones masivas como la realizada con un cañón el pasado jueves en Parque Litoral, pero las miras para controlar la población de insectos y acabar con los problemas que padecen los vecinos de la zona están puestas en el paraje natural de la desembocadura del Guadalhorce. A raíz del último pico registrado a comienzos de mes, el Ayuntamiento obtuvo la autorización de la Junta para acceder al espacio protegido con una embarcación para aplicar larvicidas (nunca fumigar) en las islas interiores de las lagunas, una actuación prevista para los próximos días con la que se pretende hacer un barrido más amplio pero que se encuentra con una importante limitación: la presencia de aves que están en pleno periodo de reproducción, fundamentalmente las acuáticas de la familia de los patos como el ánade real o la malvasía, que además está en peligro crítico de extinción en los catálogos nacional y andaluz de especies amenazadas.

«El reto es buscar el equilibrio entre el bienestar de los vecinos y la salvaguarda de las especies del paraje», reconoce uno de los agentes de medio ambiente que trabajan en el paraje natural y que precisamente para evitar afecciones a la fauna acompañan en todo momento a los técnicos del servicio municipal de control de plagas cuando acceden al enclave.

«Hay zonas donde alguna especie está nidificando y, por tanto, requieren tener más cuidado. Evidentemente, esta circunstancia nos impide intervenir de una forma más generalizada. Pero el hecho de que estén criando no significa que no se pueda aplicar el larvicida, que es inocuo para los vertebrados, sino que hay que ir con más cuidado a la hora de acceder e interactuar con la fauna», comenta el director del Área de Sostenibilidad Medioambiental, Luis Medina-Montoya.

Un riesgo sobre el que los ornitólogos ponen el acento, aun entendiendo la necesidad de intervenir puntualmente para controlar la población de mosquitos. «Actuar en el paraje en esta época del año pondría en un serio compromiso la conservación de las especies a no ser que se tenga muy claro que los elementos que se van a utilizar no van a afectar a la flora y fauna», advierte el investigador del Departamento de Biología Animal de la UMA, Antonio Román, quien aclara que aunque los larvicidas no afecten directamente a las aves a nivel fisiológico o endocrino «sí que pueden ocasionar efectos secundarios en el ecosistema». Por ejemplo, acabando con otros insectos que sirven de alimento.

Periodo crítico

«Ahora mismo es el periodo más crítico para intervenir. Entiendo que haya que hacerlo como medida de choque por los problemas que están generando en las zonas residenciales, pero no se puede estar echando insecticida permanentemente para solucionar una cuestión cuyo fondo está en la brutal reducción de especies insectívoras como el murciélago, el vencejo o los aviones comunes», apunta Juan Antonio Gómez Negrillo, de la Sociedad Española de Ornitología (SEO).

Sobre esta cuestión también coincide Román. «No soy contrario al uso de larvicidas en momentos puntuales porque hay que pensar en el bienestar de los vecinos, pero teniendo en cuenta los valores naturales de la zona y apoyándose en estudios de riesgos. Si no, sería como matar una mosca a cañonazos cuando se puede encontrarla manera de reducir los mosquitos sin afectar a las especies», precisa el profesor de la UMA. En este sentido, este experto en aves considera necesario que se realice un estudio «riguroso y lo más exhaustivo posible» sobre las distintas fuentes de mosquitos existente en la ciudad y qué variedades hay en cada zona. Eso sí, reconociendo los problemas existentes en el paraje: «Llevo visitándolo con regularidad los últimos 20 años y lo que ocurre hoy en día no había pasado nunca».

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