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José Manuel Alday
Viernes, 12 de mayo 2017, 11:34
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Quien pasara ayer por las cercanías de la Casa del Sagrado Corazón, conocida popularmente como el Cottolengo, en la avenida de Antonio Machado, se percataría de la presencia de unas personas ataviadas con unas camisetas rojas trabajando tanto en el exterior del recinto, una zona baldía llena de vegetación de cuya existencia hemos dado cuenta en más de una ocasión en esta sección, como en el interior del edificio. ¿Trabajadores temporales contratados por el Ayuntamiento para realizar tareas de desbroce y mantenimiento? Leonardo Cromstedt, presidente de KW España, una multinacional inmobiliaria americana, nos sacó de dudas. «Se trata del RED DAY, un día anual que la empresa dedica al servicio a la comunidad en todo el mundo y nosotros hemos elegido colaborar en este centro realizando labores de mantenimiento, desbrozando, pintando en el interior del centro y realizando cuantas tareas nos pida el propio centro». Una iniciativa en la que dijo participaron durante ocho horas unos 60 empleados de esta inmobiliaria que tiene su sede en España en Marbella y que se desplazaron a Málaga para realizar esta labor. «Hoy, todos los asociados de KW apagan sus teléfonos y cogen las brochas para ayudar a las organizaciones y causas que merecen la pena en sus comunidades, por más compromisos que tuviéramos, porque se trata de un compromiso para las ciudades y pueblos donde vivimos y trabajamos». Según comentó, esta empresa inmobiliaria es la que aglutina a más agentes en el mundo, más de ciento cincuenta mil, que ayer dedicaron su jornada de trabajo a realizar labores parecidas en los distintos países donde se encuentra instalada esta empresa, desde Estados Unidos a Canadá, Polonia o Portugal.
La elección del lugar donde realizaron esta acción solidaria partió de uno de los empleados de la empresa, Mikel, un voluntario habitual del Cottolengo. «Al ser un centro que vive de la providencia, siempre necesita voluntarios, y la verdad que es una experiencia muy enriquecedora». La Casa del Sagrado Corazón acoge a personas sin recursos. Hace tres años, la falta de vocaciones dejó la asistencia al límite, pero la casa ha remontado. En junio del año pasado, el Cottolengo celebró su 50 aniversario.
J uan Antonio García González dice que el foco instalado en el gran ficus de la fuente de Reding apenas alumbra, entre otras cosas porque se encuentra muy sucio por los excrementos de las palomas, entre otras cosas. Nos envía una fotografía del mismo y dice que esa es «la iluminación que tenemos los vecinos que pasamos mil veces por ahí».
Fuente de Reding: un foco que apenas da luz
Días atrás ya recogíamos la queja de otro ciudadano que hacía referencia a lo mismo. El Ayuntamiento debería de enviar unos operarios para que lo limpiaran, porque ciertamente ese rincón está bastante descuidado, y si encima está poco iluminado, se entienden las quejas de los residentes en la zona. Desde que cerró una cafetería en aquel lugar hace ya años, esa esquina deja bastante que desear, y eso que se trata de un lugar muy transitado situado en una zona que debería estar mejor cuidada porque el enclave lo merece, aunque solo sea por el imponente porte de ese enorme y bello ficus.
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