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El bombero César Quevedo ayuda a una vecina a salir del edificio.
«Oíamos los gritos de la mujer, pero no pudimos echar abajo la puerta blindada»

«Oíamos los gritos de la mujer, pero no pudimos echar abajo la puerta blindada»

Un hombre de 50 años fallece y su madre y tres bomberos resultan heridos en un aparatoso incendio en una torre de 15 plantas en Ciudad Jardín

Francisco Gutiérrez

Martes, 18 de abril 2017, 00:12

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Tras la puerta, una mujer gritaba socorro. Pero los intentos de los vecinos por derribarla fueron infructuosos. Estaba blindada y al parecer la mujer no atinaba a abrir la cerradura o no localizaba las llaves. El caso es que el fuego atrapó a Alberto Macías, un hombre de 50 años que falleció como consecuencia de la inhalación de humo, según los primeros datos de la investigación. Su madre, Antonia García, se pudo salvar: asomada a la ventana esperaba la ayuda de los bomberos. El balance del siniestro dejó también tres bomberos y un vecino que necesitaron atención sanitaria, aunque por la tarde fueron dados de alta.

Mañana de nervios, miedo y lágrimas en la Plaza de Ronda de la barriada de Ciudad Jardín. Poco antes de las ocho de la mañana algunos vecinos notaron un olor a quemado. «Estaba asomado a la ventana y empecé a oler a humo», decía un vecino de la misma letra, A, pero de la planta superior, quien avisó a un chico joven, Alberto Morales. «Comenzamos a golpear la puerta; creo que a la madre la desperté con los golpes. Se acercó a la puerta y ya escuchamos sus gritos pidiendo ayuda. Incluso cómo intentaba abrir la cerradura. Nosotros intentamos empujar, pero era una puerta blindada imposible de derribar. Aconsejé a Antonia que se dirigiera a una ventana mientras llegaban los bomberos y llamé al 112», relata este joven.

Antonia García, octogenaria y según comentaron los conocidos, enferma de alzhéimer, pudo ser rescatada por los bomberos, y anoche aún estaba ingresada en el Civil, aunque fuera de peligro. Alberto Macías, uno de sus tres hijos, falleció en el siniestro. El hombre cuidaba de su madre enferma, aunque él mismo sufría episodios depresivos, según distintas fuentes.

Rescate

R.A., un joven de la última promoción incorporada al cuerpo de Bomberos de Málaga, fue uno de los protagonistas del rescate de Antonia García. Con otro compañero subió a la cesta del camión autoescala. El joven bombero explicó que llegaron a la octava planta y encontraron a la mujer en la ventana. Intentaron sacarla, pero viendo las dificultades y que podían hacerle daño él entró por la ventana y ayudó a la señora. «¡Mi hijo está dentro!», recuerda que les dijo cuando se serenó un poco. Mientras el compañero bajaba a la mujer, él comenzó a recorrer la vivienda en busca del hijo. Después de dejar a Antonia en tierra «volvió mi compañero y juntos rastreamos la vivienda, el salón, una habitación, pero más allá ya no fuimos capaces, el fuego estaba muy avanzado, nos faltaron un par de metro para llegar a la puerta, donde estaba el hombre», recordó ayer.

La Policía Nacional fue la primera en llegar al edificio, y desalojó las plantas más cercanas a la vivienda siniestrada pero al resto de vecinos les pidieron que permanecieran en sus casas. Pero aún así muchos salieron a la calle y otros subieron a la terraza del bloque. Una imprudencia que puso en peligro a algunos, como una señora que bajó con las escaleras ya llenas de humo y fue rescatada por un bombero.

María Muñoz, que vive un piso por encima del que se ha quemado, se emocionaba al recordar a Alberto Macías: «Era muy bueno, muy cariñoso», decía entre lágrimas. Una familia muy conocida, «vecinos de toda la vida», señalaron. El padre fue maestro. En la calle estaba el matrimonio José Ortiz e Isabel Hernández. Ella aún con «el miedo en el cuerpo». En un séptimo viven Margarita y Miguel, él con zapatillas de casa y una chaqueta sobre el pijama. «El incendio nos ha sorprendido en la cama», decían.

Ayuda municipal

Las llamas salían con virulencia por las ventanas que dan a la calle Marquesa de Moctezuma. Seis dotaciones del Cuerpo de Bomberos de los parques de Martiricos y Mayorazgo participaron en la extinción del incendio.

A la zona llegaron varios familiars, entre ellos los hermanos del fallecido. Con José Macías habló el alcalde, Francisco de la Torre, que se acercó al lugar del suceso, donde estaba desde primeras horas el concejal Carlos Conde. El alcalde expresó a los familiares la disposición del Ayuntamiento para ayudar en lo que necesiten. Los bomberos encontraron «una temperatura muy elevada» en la vivienda, señaló el suboficial Francisco Pérez, quien indicó también que el hueco de la escalera actuó como una gran chimenea. Los vecinos regresaron a sus casas después del mediodía. Excepto los del piso superior al siniestrado, muy afectado en la estructura del forjado.

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