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Juan Soto
Viernes, 31 de marzo 2017, 13:11
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La lucha de los bomberos y los problemas generados por la plaga de mosquitos en el entorno del Guadalhorce han copado gran parte de la actualidad durante el pleno municipal del mes de marzo. En una sesión que ha contado con la presencia de numerosos profesionales del cuerpo y de vecinos de las barriadas afectadas, el pleno ha aprobado instar al alcalde a sentarse a negociar con los bomberos y exigir a la Junta de Andalucía que se vuelque en la solución del problema de los insectos.
El debate sobre la situación actual de los bomberos generó un tenso enfrentamiento durante el debate de la moción presentada por diferentes grupos de la oposición. Comenzó con la intervención de José Antonio Jiménez, uno de los profesionales, que acusó al equipo de gobierno de estar faltando el respeto al colectivo y de traer la maquinaria del miedo y la amenaza cuando los conflictos se resuelven con diálogo. La moción, en la que se insta al alcalde a sentarse a negociar con el colectivo, salió adelante con el voto favorable de toda la oposición pese a que el concejal responsable de Seguridad, Mario Cortés, acusó a los trabajadores de estar realizando una huelga ilegal. Las palabras de Cortés, que trató de argumentarlas basándose en diferentes escritos sindicales, sentaron especialmente mal entre los trabajadores, muchos de los cuales decidieron abandonar el pleno antes de que se celebraran las votaciones.
Competencias de mosquitos
Durante la celebración del pleno también se vivieron momentos de tensión al debatir sobre de quién son las competencias para acabar con los mosquitos en la zona del Guadalhorce. En este sentido, el PP y Ciudadanos presentaron una moción urgente en donde instaba a la Junta a involucrarse más en la solución del problema; y el PSOE presentó otra de carácter ordinario para reclamar la actuación municipal. Finalmente salió adelante la moción urgente tras un fuerte enfrentamiento entre el concejal popular Raúl Jiménez y la edil socialista Begoña Medina, en donde ambos se acusaron de no hacer los deberes necesarios y de evitar el enfrentamiento.
Pese a todo, uno de los momentos más tensos de la sesión se vivieron durante el debate para instar a la Junta a instaurar el Bachillerato Internacional en algún instituto público. Durante el segundo turno de palabra, la edil de Málaga Ahora, Jiménez Santaella, aprovechó para leer un manifiesto escrito por las trabajadoras de Limposam. Tras ser interrumpida por el alcalde, que le recordó que algo así iba en contra del reglamento de la sesión, Mario Cortés pidió incluso su reprobación para evitar que algo así vuelva a ocurrir.
El pleno también aprobó una moción de Ciudadanos en la que se solicitan actuaciones para mejorar la afluencia a los paseos marítimos de Pedregalejo y El Palo, o un escrito del PSOE en el que se anuncia la conversión de la actual MA-21 en una vía urbana.
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