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José Manuel Casado, en el Museo Alborania.
«Los malagueños no son conscientes de que el cambio climático ya ha llegado»

«Los malagueños no son conscientes de que el cambio climático ya ha llegado»

José Manuel Casado, responsable WWF Málaga. La capital se sumará mañana a La Hora del Planeta, un evento que trata de concienciar sobre los efectos del cambio climático

Juan Soto

Viernes, 24 de marzo 2017, 00:55

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Trece ciudades españolas se quedarán mañana a oscuras para concienciar sobre los efectos negativos del cambio climático. El evento La Hora del Planeta, que organiza WWF y ese año cumple su décimo aniversario, persigue que todos los particulares, empresas e instituciones apaguen la luz durante una hora para denunciar un cambio que se antoja imparable. El responsable en Málaga de la organización ecologista, José Manuel Casado, advierte: «El cambio climático ya ha llegado».

¿Por qué hay que celebrar eventos como La Hora del Planeta?

La Hora del Planeta sirve para concienciar sobre el gran problema que tenemos con el cambio climático. Aunque sólo dura una hora, nos ayuda a pensar que estamos haciendo daño al planeta. En Málaga centraremos las actividades en el Soho y tendremos actividades para los niños, pintacaras y contaremos con la colaboración de un grafitero, que va a pintar un mural alegórico a la naturaleza y al cambio climático.

¿Esta será la edición más especial?

Este es el décimo aniversario, aunque para nosotros todos son especiales. Lo realmente importante es que no se pare y continúe con la misma fuerza en años venideros, ya que nos estamos encontrando con problemas por parte de las instituciones.

¿Quiénes se van a sumar a esta iniciativa?

Tenemos confirmación de que se sumará la Diputación, el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía o la Iglesia, que apagará la Catedral. Pero lo verdaderamente importante es que participen muchos particulares para que tomen conciencia.

¿Cree que no hay suficiente concienciación?

Parece que no. El caso es que hablas con la gente y lo tiene asumido, pero luego sólo un 20% termina actuando. Yesto está creando problemas en el medio ambiente, por ejemplo la población de gorriones ha bajado en 25 millones y están entrando otras especies invasoras. También sería importante acabar con las bolsas de plástico; en muchos países ya no es que las cobren, es que las han prohibido y es una buena forma de frenar la contaminación.

Alertan de que el año pasado fue el más cálido registrado desde 1880

Eso es así y está comprobado. No solamente fue el más cálido, sino que los mares también han crecido y lo hemos comprado en este último temporal, cuando el mar se ha comido casi un metro en Las Dunas de Artola en Marbella. Los malagueños no son conscientes de que el cambio climático ya es una realidad.

¿Cree que la población no es consciente del problema?

Creo que no del todo. Yeso se nota mucho en el tema del transporte y lo que ocurre en Madrid, en donde hasta han tenido que cortar el tráfico por polución.

¿Cuáles son los deberes pendientes en la provincia?

Fundamentalmente hay que hacer una importante labor de concienciación, sobre todo en el tema de playas y en la conservación de los parajes naturales. Hay que explicar a los usuarios los motivos por los que hay unas ciertas prohibiciones, por ejemplo porque hay plantas autóctonas y no se puede tirar la basura al suelo.

Cuatro años en Málaga

¿Cuántos años llevan trabajando en Málaga?

El año pasado cumplimos 20 años desde que se iniciaron los grupos en España. En Málaga recuperamos el grupo hace cuatro años y ya somos alrededor de 20 activistas de forma permanente. Nos reunimos una vez al mes en los diferentes parajes naturales de la provincia.

¿Cuáles son sus principales retos?

Ahora estamos muy volcados en la formación de los menores en los colegios y en la concienciación de los niños porque son el potencial más grande que tenemos. Después participamos en actividades en ríos que se encuentran sucios o masificados, como por ejemplo en la desembocadura del Guadalhorce o incluso en el río Chillar, que necesitaría una especial protección, ya que en verano hay casi más gente que en la calle Larios.

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