Aemet estudia la influencia de las nubes en el estudio del calentamiento global

málaga. El Centro Meteorológico de Aemet dedicó ayer el día mundial de esta disciplina al estudio de las nubes, ya que los investigadores consideran que éstas serán claves para anticipar los efectos del cambio climático. Para José María Sánchez-Laulhé, director de la sede provincial, es necesario un mayor conocimiento de las nubes para calibrar el alcance de las proyecciones del cambio climático en el futuro.

Los modelos climáticos tienen una mayor incertidumbre por un conocimiento insuficiente de los procesos nubosos que intervienen. «El calentamiento es indudable pero las cantidades varían de unos modelos a otros; hay dispersión sobre cuánto va a subir la temperatura en función de la cantidad de gases de efecto invernadero, y ello influye en la toma de decisiones políticas», recuerda el meteorólogo.

«Hay que incorporar las nubes a los modelos numéricos para que las medidas sean más exactas», reitera. En las proyecciones regionales de lluvia y calor es todavía más complejo, por la dificultad en la representación de la nubosidad y la incertidumbre sobre el cambio en la circulación general de la atmósfera. «Es importante para saber realmente qué medidas hay que tomar para atenuar los efectos, si habrá más o menos precipitaciones y olas de calor en cada lugar». Sánchez-Laulhé pone de relieve que el conocimiento de estos fenómenos está ahora mismo en el centro de los objetivos de los científicos que se dedican al clima, y en cinco años se espera un salto cualitativo.

El ponente de la conferencia que, como cada año, conmemora la efeméride fue Nicolás Sánchez Maldonado, predictor del Centro Meteorológico de Málaga. «Observando las nubes podemos saber cómo va a evolucionar el tiempo y qué está pasando, son un trozo de aire que se hace visible y podemos sacar información. Según su forma podemos saber si predomina la estabilidad o podemos esperar fenómenos adversos». Sobre el cambio climático, reconoce que tienen su papel, aunque todavía faltan estudios: «Protegen de la radiación exterior pero a la vez capturan radiación de la Tierra. No está claro si el aumento de la temperatura ayudará a incrementar la capa nubosa o si hará que precipite más o menos, o cambiará su distribución». También es objeto de estudio el aumento de las partículas en suspensión por la polución, que hace que se puedan formar más nubes, pero también puede que sea más difícil que precipite.