La tercera marcha por la sanidad pierde fuerza en la capital

La tercera marcha en defensa de una sanidad pública digna perdió ayer fuerza en Málaga. Dos meses después de que cerca de 10.000 personas se echaran a la calle para criticar las carencias del actual sistema, ayer apenas fueron un millar (unas 700, según la Policía Nacional). Esta nueva convocatoria realizada por el profesor Jonathan Andrades también evidenció algunas discrepancias entre los participantes, ya que al finalizar la marcha se separaron en dos grupos y leyeron dos manifiestos diferentes.

La manifestación partió desde la plaza de la Marina, y a diferencia de las anteriores sólo transcurrió por calles peatonales para evitar afecciones de tráfico. Antes de iniciar la marcha, el principal movilizador adelantó que en esta ocasión se marchaba para exigir la apertura completa de la infraestructura sanitaria actual, ya que la construcción de un nuevo hospital requeriría una espera de, al menos, diez años.

Tras guardar un minuto de silencio en memoria de Pablo Ráez, y al ver la escasa afluencia de asistentes, Andrades se preguntó si no tendrían algo que ver los sindicatos mayoritarios, «que están incitando a no participar en las marchas». De hecho, en esta tercera convocatoria no participaron apenas profesionales médicos ni responsables políticos, salvo algunos miembros de Izquierda Unida y de Podemos, que fueron los que se pusieron tras la pancarta de Marea Blanca, y los que a la postre se separaron del resto para leer un documento alternativo.

Al grito de 'No te cortes, grita fuerte, no al recorte malagueño', y tras diferentes pancartas a modo de esquela en donde se anunciaba la muerte de la sanidad pública, los manifestantes recorrieron la calle Larios, Granada, Molina Larios, Císter y Alcazabilla para terminar junto al obelisco a Torrijos. Allí, Jonathan Andrades, el organizador de las dos marchas anteriores, que después de tres marchas «nada se ha hecho» y que seguimos «igual o peor que antes». «No podemos ser los últimos en ratios sanitarios como el de camas públicas, listas de espera, enfermos o médicos», añadió.

Tras esta nueva marcha, el principal organizador, Jonathan Andrades, anunció que volverá a enviar una carta al consejero de Salud, Aquilino Alonso, para que se reúna con ellos e impulse medidas para paliar las carencias actuales, después de que las dos anteriores no hayan sido atendidas. A su juicio, las diferentes actuaciones que se han desarrollado hasta el momento «son movimientos de cara a la galería, y de algún modo no vemos que realmente quieran solucionar el problema de raíz».

Segundo manifiesto

Mientras tanto, al otro lado del obelisco, Mercedes Sánchez, en nombre de la Marea Blanca, gritaba que «la sanidad no se vende, se defiende». Durante su alocución apostó por la eliminación de los conciertos con la sanidad privada, la reapertura de los siete centros de salud que cierran sus puertas los sábados en la provincia y que se mejore la transparencia en todo el sistema. Igualmente convocó a todos los asistentes a una asamblea que se celebrará el próximo 15 de marzo en la sede de la Asociación Andaluza por la Solidaridad y por la Paz (en la calle Juan de la Encina, 34) a partir de las 19.00 horas.

Junto a la marcha celebrada en la capital, las provincias de Huelva y Almería también acogieron manifestaciones similares. La más multitudinaria fue la celebrada en la capital onubense, en la que participaron unas 6.000 personas según estimaciones de la Policía Nacional; mientras que en Almería participaron cerca de 3.000 personas.