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Mosaico compuesto por los bomberos de Málaga con fotos de las muestras de apoyo recibidas.
Los bomberos de la provincia están que arden

Los bomberos de la provincia están que arden

Los profesionales de la capital inician mañana la primera huelga del Cuerpo mientras los del Consorcio barajan movilizaciones para exigir mejoras

Francisco Jiménez

Lunes, 13 de marzo 2017, 00:42

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Siempre han ejercido de apagafuegos. Y lo seguirán haciendo con el convencimiento de que sus problemas laborales no tienen por qué pagarlos los ciudadanos, pero los bomberos han dicho basta y ahora sí que alzan la voz para reclamar más recursos que redunden en la calidad del servicio y también para mejores condiciones socioeconómicas. Lo hacen los profesionales de la capital, que si nada lo remedia protagonizarán mañana martes la primera huelga indefinida del Cuerpo como colofón a dos meses y medio de encierro, pintadas y acciones reivindicativas. Pero no son los únicos que están que arden. También los que atienden las emergencias de los 97 municipios que conforman el Consorcio Provincial de Bomberos (CPB), dependiente de la Diputación y a la que exigen soluciones al déficit de materiales, vehículos y personal en los parques, así como una mayor estabilidad laboral.

Las reivindicaciones de los profesionales del Consorcio no son precisamente nuevas, como tampoco lo son las de los bomberos de Málaga, que llevan años pidiendo mejoras en la organización del servicio y en sus condiciones laborales. El conflicto estaba latente, pero el devenir de la negociación del acuerdo de funcionarios del Ayuntamiento empezó a caldear el ambiente en el otoño pasado. Una calma tensa que se rompió a finales de año a raíz de la modificación de los turnos y el cambio de destino de algunos compañeros. La reacción fue organizar un encierro en el parque central de Martiricos.

El jefe, en el punto de mira

Consiguieron dejar en suspenso esa orden, pero en vista de que el nuevo convenio colectivo del Consistorio salía adelante pese al rechazo de los dos sindicatos mayoritarios en Bomberos (SAB y CC OO) decidieron continuar y endurecer más aún su postura, hasta el punto de que acordaron no sentarse a negociar con el equipo de gobierno mientras el jefe del Cuerpo siguiera al frente. Un pulso al que el alcalde, Francisco de la Torre, no está dispuesto a ceder, por mucho que toda la oposición se lo exija. Finalmente, la plantilla ha rebajado sus pretensiones y ahora se conforma con que el inspector jefe José Cruz sea apartado de la dirección operativa.

Pero ni por esas han logrado avances en la negociación, ya que en el Ayuntamiento se mantienen firmes y descartan cualquier cambio para este año toda vez que hace apenas un mes que se aprobó el nuevo acuerdo de funcionarios válido para este año y pactado con el respaldo de UGT, CSIF y UPLB, que suman mayoría suficiente. «No ha cambiado nada desde que empezó todo. Dicen que quieren negociar, pero se sientan a la mesa sin ofrecer nada para atender nuestras demandas», critica el portavoz del Sindicato Andaluz de Bomberos, Andrés Millán.

¿Cuáles son? Resumidas en las tres R, lo que piden es un nuevo reglamento que actualice el vigente desde 1959, la regularización de la jornada laboral (es de 1.944 horas, de las más alta del país) y la reclasificación profesional del grupo C2 al C1 para tener la categoría de bomberos especialistas como establece la Ley de Emergencia de Andalucía y así equipararse, también económicamente, al resto de profesionales de la región. Así se ha llegado a las puertas de una huelga indefinida que no deja de tener importancia por mucho que su repercusión en la calle sea mínima porque la dotación diaria será similar a la actual para garantizar que se atienden con suficiencia todos los servicios que puedan surgir. De hecho, el paro quedaría sin efecto en caso de activarse el Plan de Emergencias.

Precariedad laboral

El ambiente también se va caldeando en el Consorcio. Un presupuesto insuficiente para hacer frente a las necesidades, una plantilla limitada en la que son necesarios medio centenar más de bomberos para cubrir mínimamente los parques y una situación de precariedad e inestabilidad laboral que vienen padeciendo desde su fundación ya que el 85% de la plantilla es interina. Estos son los tres principales problemas que denuncian los profesionales del CPB, un ente público creado en 2008 para agrupar y homogeneizar el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y que aglutina a la Diputación y a 97 municipios (todos excepto la capital, Torremolinos, Marbella, Fuengirola, Mijas y Benalmádena).

La junta de personal, en la que están representados CC OO, UGT, CSIF, Sindicato Andaluz de Bomberos y Colectivo de Consorcios del Bombero, denuncia que la situación ya es «insostenible» debido a que la prórroga del presupuesto de este año supone que no se estén pagando las horas extraordinarias y que no se pueda renovar el material, parte del cual (camiones o autobombas) está «obsoleto». Junto a ello critican que el déficit de profesionales provoca que haya parques en los que no se cubren los puestos mínimos para prestar un servicio de calidad y en condiciones de seguridad.

A ello se une, según explican, que el hecho de que existan interinos la mayoría de una plantilla de 290 profesionales entre bomberos y personal administrativo genera inestabilidad y situaciones como que a igual trabajo, los salarios son diferentes. Para más inri, según los sindicatos, el sueldo de los bomberos del CPB está un 30% por debajo de la media que percibe un profesional de su misma categoría en otras ciudades.

«La situación está generando desánimo y preocupación entre los bomberos porque no le vemos color, estamos hastiados», se quejan desde la junta de personal del CPB, una entidad que tiene actualmente un presupuesto «insuficiente» de 16 millones de euros y que cuenta con catorce parques distribuidos por la provincia: Coín, Vélez, Ronda, Estepona y Antequera (los centrales) y Alhaurín de la Torre, Nerja, Periana, Rincón de la Victoria, Manilva, Campillos, Archidona, Colmenar y Algatocín (retenes).

En los dos últimos plenos de la Diputación, los bomberos han llevado sus protestas a la sesión y este martes celebrarán una asamblea informativa en la que valorarán si adoptan más de medidas de presión. Desde la dirección del CPB, su presidente, Francisco Delgado Bonilla, admite la situación descrita por los sindicatos y asegura que se está trabajando para darle solución. En este sentido, confía en que la liquidación del presupuesto de la Diputación de 2016 permita una inyección de unos cuatro millones de euros y que esos 20 millones se mantengan para los próximos años. Además, también afirma que se está trabajando para que los bomberos puedan consolidar sus puestos de trabajo.

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