Concluyen los trabajos para estabilizar el socavón de la tromba en Cerrado de Calderón

Tres semanas después de la tromba que padeció la ciudad el pasado 19 de febrero, el riesgo de nuevos desprendimientos en el enorme socavón causado en Cerrado de Calderón se da por erradicado, una vez concluidos los trabajos de estabilización del talud provocado por el hundimiento de 52 metros de calzada. Mediante la ejecución de pantallas de micropilotes para sostener los muros dañados se ha podido cortar el avance del deslizamiento, de forma que en los próximos días comenzará a retirarse parte de los escombros para comprobar si el muro del edificio colindante está dañado. Si no hay peligro, las tres familias que fueron desalojadas de forma preventiva podrán volver a sus viviendas. Dos de ellas permanecen en casa de familiares, mientras que el inquilino del tercer inmueble afectado en este edificio fue realojado en un hostal por el Área de Derechos Sociales. En idéntica situación se encuentra también la familia de la calle Charcón (Mangas Verdes) que también se vio obligada a abandonar su domicilio por el riesgo de desprendimiento de un muro.

Los trabajos en la calle Los Flamencos continuarán durante los próximos días, pero una vez estabilizado el terreno ayer ya pudieron sacarse los vehículos que cayeron por el terraplén. El primero de ellos, el Opel en el que viajaban dos jóvenes que resultaron heridos leves pese a precipitarse desde una altura de 15 metros y dar varias vueltas de campana.

Más compleja fue la operación para retirar el segundo coche puesto que este Peugeot tan sólo cayó un par de metros y la extracción tenía que hacerse desde la calle Los Flamencos. Después de analizar la situación con los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo y de la empresa contratada para estabilizar la calzada, finalmente fue necesaria la intervención de una grúa pluma. Todo ello bajo la atenta mirada de su propietaria, Vanessa Dueña, que además es una de las desalojadas. «Nos hemos quedado sin casa y sin coche», se lamentaba.

De forma paralela a los trabajos para contener el talud también se han realizado estudios geotécnicos necesarios para definir y acometer la solución definitiva. Dada la urgencia, en Urbanismo están ultimando la redacción del proyecto para poder contratar las obras cuanto antes, con un coste aproximado de medio millón de euros y un plazo de tres meses.

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