Borrar
Natalia (derecha), junto a su hermana Sara.
La inquietante desaparición de Natalia

La inquietante desaparición de Natalia

Una cámara de seguridad la grabó el 4 de febrero al salir de su casa sin dinero, teléfono ni documentación

Juan Cano

Martes, 21 de febrero 2017, 01:17

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Natalia Martínez salió sola de su edificio, en el barrio de Miraflores de los Ángeles. Llevaba un vestido marrón y manoletinas negras, sin medias, «como quien sale un momento a la calle a comprar el pan», comenta Sara, su única hermana. La cámara de seguridad instalada en la entrada del bloque la grabó al cruzar el portal a las 11 horas del 4 de febrero. Son las últimas imágenes que hay de ella antes de que se esfumara «como si se la hubiera tragado la tierra».

Esa mañana, su compañero sentimental, Javier Pipó, había ido a ver a su madre, que vive en Torre del Mar, y se llevó con él al hijo de ambos, de ocho años. Natalia decidió quedarse en casa. Padre e hijo salieron a las 9.00 horas y cuando volvieron a casa, sobre las 13.00, encontraron el bolso y su móvil sobre la mesa del salón. Pero ni rastro de ella. Sólo una extraña nota y un reguero de interrogantes.

La Policía Nacional investiga desde entonces la desaparición de Natalia (39 años), que está considerada «inquietante» por el modo en que salió de su domicilio. «No se llevó dinero, el teléfono o su documentación, y no se ha realizado ni un movimiento en su cuenta corriente», insiste su hermana. Ni sus gestos ni su indumentaria, a tenor de las imágenes captadas por la cámara del bloque a las 11.00 horas, son los de alguien que está deprimido, que está huyendo o que está a punto de fugarse, dejando atrás a su pareja y, sobre todo, a su hijo de ocho años, del que, según Sara, nunca se separaba. «Eso es lo más extraño. Iban juntos a todas partes y mi hermana lo adoraba. No se habría ido voluntariamente sin llevárselo a él».

Los investigadores del Grupo de Homicidios han reconstruido la vida de Natalia en busca de alguna pista que explique su desaparición y han interrogado a todas las personas de su entorno. Incluso han realizado batidas por la zona con el helicóptero. «Ella frecuentaba mucho la iglesia y era voluntaria de la Cruz Roja para asistir a personas mayores. También le gustaba la lectura, la poesía, y quería hacer el Camino de Santiago. Era una persona muy activa, hablaba con todo el mundo y estaba todo el día en la calle, pero siempre iba con su hijo», relata Sara, que el miércoles viajó a Málaga reside en Albacete, de donde es oriunda la familia armada con una libreta para desandar todos los caminos que pudo recorrer su hermana. «He hablado con el cura, con su club de lectura, con sus conocidos... Y a todos les extraña muchísimo que mi hermana se haya ido sin su hijo».

Sin embargo, su pareja, con el que lleva 10 años (se conocieron en Albacete y se mudaron a Málaga en marzo de 2016), está convencido de que se trata de una desaparición voluntaria y que el detonante ha sido que él le pidió quedarse con la guarda y custodia del hijo de ambos porque «ella tiene una discapacidad física y psíquica del 65%». Javier asegura que aquel día, al rato de volver a casa, encontró una nota de despedida. Su hermana desconfía del manuscrito. «Dice algo así como: Si me vas a quitar a mi hijo, yo voy a ver si me quito de en medio, como algo a futuro. De hecho, no se sabe si la pudo escribir ese día u otro, y la policía está realizando pruebas caligráficas para ver si es la letra de Natalia». Por más vueltas que le da, no encuentra una explicación a su enigmática desaparición: «No sé si había quedado con alguien y se la ha llevado por la fuerza, si ha sido captada por una secta...».

La familia ha difundido la búsqueda a través de la organización SOS Desaparecidos. Natalia mide 1,65, tiene el pelo negro, unos grandes ojos marrones y es de complexión robusta. Sara añade dos rasgos físicos muy característicos por si alguien se cruza con ella: «Tiene la paleta izquierda partida y una manchita marrón en el labio superior. Si alguien la ve, por favor, que nos llame. Estamos muy preocupados».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios