Gabirol está ausente

El actual emplazamiento de la escultura de Ibn Gabirol, considerado el primer malagueño universal, en los jardines de la calle Zegrí, junto a la Bodega El Pimpi, ha sido siempre cuestionado, aunque con el paso del tiempo parecía que este asunto había quedado olvidado y se había acabado de aceptar su ubicación. Pero eso no es así. Según sostiene María Víctoria Seoane, «en el año 1970 Rafael León y el departamento de Estudios Hebreos de la Universidad de Granada, ubicaron la escultura donde había estado la sinagoga, en la Judería malagueña, entre calle Alcazabilla y calle Granada». Sin embargo dice que posteriormente, «sin respetar estos criterios científicoshistóricos de expertos hebraistas, se bajó la escultura de su pedestal, y sin su inscripción original se la desplazó a un extremo del jardincillo que lleva su nombre». El propio escultor norteamericano Hamilton Reed Armstrong, autor de la obra, «expresó su queja y pena al encontrarse con su escultura en la actual situación», dice. Y señala que también le disgustó que le hubieran puesto el apodo popular de El sin papeles. Un emplazamiento que en opinión de esta ciudadana desmerece del «sefardi, nacido en Málaga en el siglo XI, figura internacional, filósofo, teólogo, poeta, místico, etc, que escribía aquello de nadie necesita tanto de nuestra conmiseración como el sabio juzgado por un necio». Recuerda María Victoria Seoane que en la inauguración de esta escultura, «el profesor David Gonzalo Maeso, de la Universidad de Granada, deseó ardientemente que la Málaga «cantaora» de Machado, pueda llamarse también «encantadora», y con la nueva Universidad de Málaga, pase a ser «pensadora», con generaciones de estudiosos siguiendo el ejemplo de tan ilustres antepasados como Ibn Gabirol».

Yagrega que este mismo profesor dijo que «desearía que surgiese el compromiso formal de tener en cuenta el estrato y abolengo semíticos existentes en esta ciudad, creando en la Facultad de Letras una cátedra Ibn Gabirol, que sea un foco de irradiación de la cultura hebraica española, estudiada a nivel internacional en el transcurso de los siglos». Unos deseos que quedaron en eso: deseos.

Calle Pedro de Toledo: Que no pierda su encanto

La calle Pedro de Toledo, situada junto al antiguo convento de San Agustín, tiene un encanto especial. Ubicada en pleno Centro Histórico, forma parte del entramado de pequeñas callejuelas de lo que fue en su día la Judería malagueña. Carmen Pérez es una malagueña que vive por aquella zona y dice que esa calle «tiene mucho tránsito, porque lleva a unas callecitas que van a desembocar a la calle Alcazabilla pasando por la coqueta plaza de la Higuera». Pero advierte que siendo estrecha ya de por sí, la calle Pedro de Toledo «la han reducido peligrosamente tras la apertura de tres negocios de restauración que han invadido gran parte de la vía con instalaciones camufladamente fijas». Así que señala que entre esas instalaciones, «y los vehículos pesados que pasan a un edificio en construcción de la calle Duquesa de Moya, el paso desde la calle Cister a la Judería se hace penoso y hasta peligroso».

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