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Imagen de los daños provocados por los balines. :: sur
Los disparos con balines a un autobús de la EMT permiten hallar un cultivo de marihuana

Los disparos con balines a un autobús de la EMT permiten hallar un cultivo de marihuana

La Policía Nacional ha detenido a tres personas en la operación, entre ellas a un menor acusado de provocar los daños en el vehículo público

ÁLVARO FRÍAS FRANCISCO JIMÉNEZ

Domingo, 19 de febrero 2017, 01:18

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Un autobús de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) con varios cristales reventados y un montón de balines esparcidos por el suelo. Todo empezó siendo una simple gamberrada, un hilo del que tirar que acabó conduciendo a los agentes de la Policía Nacional que investigaban el caso a una intervención que nadie esperaba. El resultado: varias armas blancas intervenidas, una plantación de marihuana desmantelada y tres personas detenidas.

El origen de la intervención policial tuvo lugar el pasado miércoles, cuando un autobús de la línea 5 de la EMT recibió varios impactos de balines cuando circulaba por la zona de Guadalmar, en concreto por la calle Moby Dick. Aunque no hubo personas heridas en el incidente debido a que los proyectiles no llegaron a atravesar las lunas, sí que se dañaron una ventana y una de las puertas, provocando la lógica preocupación entre los viajeros que en ese momento iban en el vehículo, que cubre el trayecto Alameda Principal-Guadalmar-Parque de Ocio.

Tras los hechos, que tuvieron lugar a mediodía, la Policía Nacional estableció un dispositivo para esclarecer lo que había ocurrido. Efectivos de Policía Científica se trasladaron a las cocheras de la EMT para analizar los daños provocados en el autobús, mientras que sus compañeros de Seguridad Ciudadana -patrullas uniformadas- se desplegaban por la zona de Guadalmar. Los agentes de la Comisaría de Distrito Oeste del citado cuerpo se hicieron cargo de la investigación.

Las pesquisas no tardaron en dar sus frutos. Los policías nacionales se movieron por la zona desde la que podrían haberse efectuado los disparos y los vecinos no tardaron en contarles que habían visto por allí a un joven con un fusil de aire comprimido, según aseguraron las fuentes consultadas por este periódico.

Los agentes acabaron localizando al menor, de 17 años cuando estaba en su casa. Hasta allí se desplazaron y, al parecer, el joven admitió que tenía un fusil que disparaba balines que acabó mostrando voluntariamente a los investigadores.

Tras comprobar que los proyectiles se podrían corresponder con los que se encontraron junto al autobús de la EMT, los policías procedieron a detener al menor, acusado de un supuesto delito de daños. Todo ello ocurrió en presencia del padre del joven, que se trasladó junto a su hijo hasta dependencias policiales.

Allí tuvo lugar una declaración que cambió el curso de la intervención policial. La gamberrada parecía estar resuelta, pero los agentes no se esperaban la confesión que, presuntamente, les hizo el progenitor del arrestado. Fruto de la pericia de los investigadores, al parecer, el padre habría acabado diciéndoles que tenía una plantación de marihuana en la casa, siempre según informaron las mismas fuentes.

La orden de registro de la vivienda llegó enseguida. Los agentes aún se sorprenderían al ver lo que había en el domicilio. Allí estaba el cultivo de interior con 50 plantas de cannábis, pero los policías nacionales también encontraron hachís, cocaína, cogollos de marihuana y hasta un kilo de metanfetamina. El registro siguió dando sus frutos, y también se intervinieron dos fusiles de aire comprimido, una espada, un bate de béisbol y varias armas blancas, entre ellas un machete con una hoja de más de 30 centímetros.

Ante lo que habían encontrado, los investigadores decidieron detener por un supuesto delito de tráfico de drogas a los moradores de la vivienda. Se trata del menor y su padre, pero también a la novia del joven, según añadieron. Ayer pasaron a disposición judicial.

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