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La antigua entrada al palacio del marqués de la Sonora, en la calle Granada.
Una excursión sin testimonio gráfico

Una excursión sin testimonio gráfico

Ediles comprueban que columnas y rejas del palacio del marqués de la Sonora están en buen estado pero no les dejan hacer fotos. ¿A quién perteneció el inmueble?

Pilar R. Quirós

Viernes, 3 de febrero 2017, 00:37

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Compuestos y sin foto. Así se quedaron ayer los ediles de la oposición cuando fueron acompañados por casi un regimiento a un almacén de El Viso para constatar que los elementos arquitectónicos del Palacio Solesio o marqués de la Sonora estaban guardados, inventariados y en buen estado. Nada más llegar, bien tempranito, a las 9.30 horas, la primera consigna fue que no habría testimonio gráfico de la visita como se lo comunicaron en la entrada. La propiedad quiere preservar así el lugar y lo que hay en su interior.

La portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo;y los ediles socialista y naranja, Daniel Pérez y Alejandro Carballo, respectivamente, acompañados por el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares; el gerente, José Cardador; y la jefa de Licencias, Leonor Muñoz Pastrana;cuatro miembros de la inmobiliaria Salsa (la propietaria de la nave y del palacio antes de su venta)y el abogado de los nuevos dueños, de la empresa Azorallom S.L. formaban parte de la comitiva. De esta forma se daba cumplimiento a un acuerdo del Consejo de la Gerencia, propuesto por Málaga Ahora, para conocer de primera mano cómo se conservan las piezas de valor arquitectónico del inmueble que están protegidas. Según Pérez, la visita fue muy satisfactoria en lo referente a que encontraron que cerca de una veintena de columnas del patio se encontraban en buen estado así como las rejas de este espacio y de los exteriores y unos fruteros, que había en el zaguán. Sin embargo, como puntualizaron tanto el edil socialista como Torralbo no pudieron ver la fuente o las fuentes que había en los patios (dato que tampoco conocían con exhaustividad porque no accedieron al inventario de la piezas).

A Pérez le llamó la atención que estaba la escalera completa con las placas de mármol e hizo hincapié en la tramitación del informe de movimiento de tierras que debe realizarse por cuestiones arqueológicas y que el martes había presentado Azorallom en la Delegación de Cultura y que ayer lo mismo hacía en la Gerencia de Urbanismo, como subrayó el edil socialista.

Para Torralbo, la excursión ha sido un buen punto de partida pero para saber si están los elementos protegidos considera que el inventario es vital, por lo que ya ha pedido que se lo faciliten. La impresión del edil naranja, Alejandro Carballo, fue de «alivio» al saber que es cierto que las piezas están bien guardados, aunque no pudieran saber si estaban todas. La Gerencia de Urbanismo subrayaba ayer a SUR que todas las piezas protegidas están dibujadas en el plano del hotel de cuatro estrellas de la calle Granada, cuyas obras quieren empezar antes del mes de abril, según dijeron los ediles que les había explicado la propiedad durante la visita.

Algo de historia. ¿De quién era el palacio?

Como apunte, el marqués de la Sonora, título de la familia de los Gálvez de Macharaviaya, nunca vivió como tal en el palacio aunque el escudo de los Gálvez figurase encima del pórtico de la entrada, que también se preserva en la nave de El Viso. El palacio lo mandó a construir Félix Solesio o Solecio, perteneciente a una familia noble de la República de Génova, que llegó en 1776 a Málaga, donde levantaría una fábrica de naipes, al igual que tuvieran los Gálvez en su pueblo. Aunque en los archivos de Narciso Díaz de Escovar se dice que José de Gálvez se hospedaba ahí cuando recalaba en Málaga es prácticamente imposible porque éste murió en 1787, dos años antes de que comenzara la construcción del inmueble.

Una investigación (SUR, 04/07/08) explica que una fotografía del Archivo Temboury da la clave, ya que en 1946 aparece el palacio sin el escudo de los Gálvez. Éste procede del derribado palacio de esta familia en Macharaviaya, que por esas fechas pertenecía a la condesa de Berlanga de Duero, que debió cederlo (se cree)para que lo pusieran en lo alto de la entrada del inmueble de la calle Granada, donde figuraba el número 93. Seguramente se dejaron llevar por la tradición que asociaba el palacio a los Gálvez, aunque lo cierto es que en el hermanamiento de la ciudad de Málaga con Mobile en 1965 (por Bernardo de Gálvez), el edificio no figuró entre los lugares visitados. Aunque parece constatado que los Gálvez no eran los propietarios ni se alojaron en el noble edificio, las leyendas urbanas han llegado hasta esta época, de ahí el nombre de palacio de marqués de la Sonora, el título nobiliario de los ilustres de Macharaviaya.

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