Borrar
La madre del pequeño con su abogada, Sandra González Silva.
La madre que se llevó del Materno a su hijo: «Tenía miedo y cometí un gran error»

La madre que se llevó del Materno a su hijo: «Tenía miedo y cometí un gran error»

Farah, que fue detenida por la Policía Nacional tras salir del hospital con el pequeño sin permiso de los médicos, cuenta a SUR su historia

Alvaro Frías

Sábado, 28 de enero 2017, 01:13

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Farah mira incesantemente el reloj que lleva en su muñeca. Cada segundo que pasa sin estar junto a su hijo se convierte en una eternidad para ella. Pero esta joven de sólo 22 años ha decidido sacrificar unos pocos minutos de ese tiempo para contar su historia, porque «todo el mundo habla» y ella quiere explicar los motivos que le empujaron a llevarse del Materno Infantil al pequeño sin tener el consentimiento de los médicos.

Lo hace envuelta en lágrimas, con la inocencia de una adolescente que de repente un día se tuvo que hacer mujer. A su lado están su tía y su abogada, Sandra González Silva, quienes se han convertido en su principal apoyo desde que acabó siendo arrestada por la Policía cuando huía hacia Valencia con el pequeño, que tiene cuatro años.

Insiste una y otra vez en que tomó la decisión por miedo al padre del niño. A través de su tía, que le hace de improvisada traductora ya que ella sólo habla unas pocas palabras en español, cuenta que, procedente de una familia humilde de Nador, ciudad marroquí en la que vive, tuvo que casarse con este hombre casi 20 años mayor que ella.

Entonces Farah sólo tenía 16 años. No tardó en quedarse embarazada y los problemas también aparecieron pronto. A los pocos meses de quedarse encinta, los médicos ya detectaron que el pequeño no estaba bien. Mientras se seca los ojos con una servilleta, sentada en la cafetería del Materno, indica que su hijo padece de los pulmones desde que nació.

Con el problema de salud del niño, emanó en Farah el coraje que tiene toda buena madre para sacarle adelante. Empezaba un peregrinar por los hospitales en busca de ayuda. Así hasta llegar a Melilla, donde acabaron derivándola al Materno Infantil de Málaga para que el niño recibiera un mejor tratamiento.

Ahora lleva dos años yendo y viniendo desde Nador a Málaga. Un largo viaje en barco que siempre hace sola junto a su hijo. Farah insiste en que nunca ha contado con la ayuda de su marido. «Se gastaba todo el dinero en droga y alcohol», afirma esta joven, a la que dice tuvo que ayudar su familia para poder comprar ropa y pañales al niño cuando seguía casada con él. Y es que hace un año la pareja se rompió. Farah señala que harta de las palizas y de los malos tratos psicológicos que sufría decidió alejarse de él.

Aunque ahora vive en Nador con su familia, asevera que los problemas con el que fue su marido no han cesado. Uno de los últimos encontronazos tuvo lugar justo cuando ella volvía de Málaga para que el pequeño fuese atendido.

Explica que él le estaba esperando en la frontera y que quiso quitarle al niño y que también le arrebató los papeles del médico. Ella se llevó la peor parte, dice: recibió una paliza.

Tal y como contó en el juzgado tras ser detenida, él la amenazó con matarla si se le ocurría operar al pequeño. Afirma que ése es el detonante de todo lo que ha ocurrido en los últimos días.

A Farah le informaron de que había que hacerle un trasplante de pulmón a su hijo. Ella repite que haría todo lo que necesitase para seguir adelante, pero el miedo a que su exmarido se presentase en el hospital le empujó a tomar «una mala decisión»: «Sabe dónde estamos por los papeles del médico que me quitó. Tenía miedo y cometí un gran error».

Completamente sola en Málaga, el pasado martes cogió a su hijo sin permiso de los médicos y se subió a un tren. Había quedado con su tía en Valencia para que ella le ayudara en este trance y le ocultara de su expareja. La idea era coger un AVE para, una vez fuera del Materno, tardar el menor tiempo posible en que el pequeño fuese ingresado de nuevo en otro hospital.

El arresto

Acabó detenida por un supuesto delito de omisión del deber de socorro en Cuenca, en la parada que el tren hace en esta localidad. Sin embargo, no se separó de su hijo: «Si no estaba junto al niño se ponía a llorar, estamos muy unidos».

Al final, las autoridades acabaron trasladándoles de nuevo hasta Málaga. Ahora dos agentes vigilan que el pequeño no salga del hospital hasta que no reciba el alta, tal y como ha ordenado el juez. Pero a Farah ya no se le pasa por la cabeza esta idea. Aun así, a la joven le aterra el hecho de volver a quedarse sola en Málaga, sin la presencia de su tía, que ha venido a acompañarla unos días. El miedo a su expareja sigue ahí.

Va a solicitar que su hijo sea trasladado a otro centro hospitalario fuera de Málaga. Su abogada explica que se hará conforme a la normativa que existe, pero que se va a pedir por el peligro que ambos corren. La joven ya ha dicho que no quiere volver a Nador porque teme por su vida.

La batalla de Farah continúa. Las lágrimas siguen brotando de sus ojos, mientras se muestra arrepentida por lo que ha hecho. Asegura que nunca quiso hacerle ningún mal al pequeño, sino todo lo contrario. La joven vuelve a mirar su reloj. La eternidad ha pasado. Se despide para volver junto a su hijo, ese por el que insiste en que nunca se cansará de luchar.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios