Borrar
De la Torre, junto a Raúl Jiménez y Carlos Conde a la salida de una reunión con el comité de Limasa en el último conflicto laboral
La decisión de municipalizar Limasa le abre a De la Torre una crisis en su equipo de gobierno

La decisión de municipalizar Limasa le abre a De la Torre una crisis en su equipo de gobierno

El concejal responsable de la limpieza advierte de que dejaría el Área y el portavoz del PP apuesta por privatizar parte del servicio

Francisco Jiménez

Miércoles, 25 de enero 2017, 00:45

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Tres huelgas de basura y varias amenazas desactivadas in extremis, horas y horas de negociaciones con los sindicatos, el descontento generalizado por la limpieza en los barrios... Limasa le ha generado continuos quebraderos de cabeza a Francisco de la Torre desde que hace 17 se hizo con las riendas de la ciudad, pero con lo que no contaba el alcalde de Málaga es con que su apuesta por municipalizar el servicio de limpieza le iba a colocar ante la mayor crisis interna en su propio equipo de gobierno. Precisamente, apenas un mes después de que anunciara su retirada cuando concluya el mandato dentro de dos años.

El malestar existente en el grupo popular por las formas en las que el regidor está abordando el futuro de Limasa, por su cuenta y delegando la interlocución con el comité de empresa en un funcionario, ha saltado de los pasillos a los micrófonos y ya son varios los pesos pesados que expresan abiertamente sus discrepancias con la idea de un modelo público, por mucho que De la Torre pretenda ahora rebajar la tensión asegurando que no tomará una decisión sin contar con el respaldo mayoritario de su equipo y dejando la puerta abierta a una futura privatización si los resultados no convencen a los malagueños.

Si hasta ahora la voz más crítica salía de boca del exportavoz y actual responsable de Seguridad, Mario Cortés, al posicionarse sin tapujos a favor de dividir el servicio entre varias empresas «para evitar los problemas en la ciudad y las huelgas preventivas», ayer era el actual hombre fuerte, Carlos Conde, quien también se decantaba, sin abandonar la prudencia, por un modelo mixto «que tenga lo mejor de lo privado y lo mejor de lo público». Quien sí que parece tener claro su futuro en el caso de que se municipalice Limasa es el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, que tras verse apartado de las últimas conversaciones con los sindicatos advertía ayer de que dejaría el Área «por coherencia», puesto que siempre ha defendido la privatización.

«Entiendo que el modelo privado es el que mejor funcionaría por los mecanismos de control y también por la conflictividad laboral de los últimos años. Si no creo en la gestión de una empresa municipal de limpieza, lo lógico es que no sea el encargado de gestionarla, por coherencia. No me sentiría cómodo y si no me siento cómodo, seguramente otro haría el trabajo mejor que yo», aseguró el edil. Lo hizo sin previo aviso a De la Torre y «sin reflexionar» si más allá de renunciar al área que gestiona desde mayo de 2012 se plantearía su dimisión como concejal.

Sistema mixto

«Me preguntan cómo me sentiría y he contestado que no me sentiría cómodo y que no debería llevar la gestión de una empresa municipal. No tendría sentido que ahora, porque el alcalde esté explorando más profundamente la municipalización, yo cambie de criterio», subrayó Jiménez, quien lleva meses trabajando en un modelo que contempla externalizar la limpieza viaria en varios lotes y «en aras del consenso» con el resto de grupos políticos, asumir la gestión pública tanto de la recogida de residuos como su posterior tratamiento en la planta de Los Ruices.

Pese al envite que se le presenta al alcalde en su camino hacia la municipalización, ambos ediles trataron de darle normalidad al hecho de que existan voces diferentes en el seno del grupo municipal del PP. «13 personas no tienen por qué opinar lo mismo. Además, al alcalde tampoco le he oído una opinión claramente definida, sino que está explorando las distintas opciones para tomar la mejor decisión para Málaga y seguramente, la que tome será la correcta», remarcaba Jiménez. En este sentido, quiso dejar claro que una cosa es «no coincidir» con la postura del alcalde y otra bien distinta que su rechazo se pueda escenificar en el Salón de Plenos a la hora de votar el futuro modelo de gestión. «Yo respeto la decisión del alcalde y no voy a ir en su contra en ningún momento. Por respeto, haré lo que él entienda que es lo mejor para Málaga».

En la misma línea, Carlos Conde dibujaba las discrepancias en las filas populares como una prueba de que en el PP «hay democracia interna» y, pese a compartir la propuesta de Jiménez a la hora de «explorar lo mejor de lo privado en unos servicios y lo mejor de lo público en otros», también tiró de cautela abogando por «esperar a la información» que les traslade el alcalde.

En este sentido, el propio regidor reconocía ayer que aún le queda trabajo por delante para lograr el apoyo de todo el grupo municipal. «Tengo que avanzar más en el consenso», afirmaba De la Torre en una entrevista concedida a Canal Sur. Un camino que ya tiene allanado con los 15 ediles que suman el bloque de izquierdas en la oposición (PSOE, Málaga Ahora, IU-Málaga para la Gente y el concejal no adscrito Juan José Espinosa), pero prácticamente imposible con Ciudadanos, el partido que le dio la Alcaldía y que ya ha mostrado su «total desacuerdo» con la postura del regidor. Una opinión contraria respecto a Limasa que, según aseguran desde la formación naranja, no tiene por qué hacer estallar el acuerdo de investidura. Mientras tanto, en el comité de Limasa optan por el silencio.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios