La fuga de británicos se acelera en la provincia de Málaga con 5.000 residentes menos en un año
La pérdida de poder adquisitivo, la presión fiscal y el envejecimiento explican la caída de población empadronada inglesa, que en tres años se ha reducido un 34%
Nuria Triguero
Viernes, 20 de enero 2017, 01:24
La colonia británica en Málaga ha perdido un tercio de su peso en tres años. Un adelgazamiento exprés debido a varios factores envejecimiento, pérdida de ... poder adquisitivo, presión fiscal que se está acelerando, según la última actualización de la Estadística del Padrón Continuo. Entre el 1 de enero de 2015 y el 1 de enero de 2016, es decir, en sólo doce meses, se cayeron del padrón 5.240 ciudadanos del Reino Unido. Aunque sigue siendo la nacionalidad extranjera más presente en la provincia, con 50.888 residentes, la británica está en franca regresión cuando ni siquiera han empezado a manifestarse los efectos del Brexit. Y es que en 2015, año en el que se produjo la mencionada fuga de más de 5.000 habitantes ingleses, aún no se había celebrado el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea.
Hay que tener en cuenta que no todos los británicos que dejan de estar empadronados se han marchado. Algunos se dan de baja para no figurar como residentes en España y eludir la declaración de bienes que impuso en 2013 el Ministerio de Hacienda a los residentes extranjeros. Quienes proceden de esta manera suelen ser quienes viven a caballo entre el Reino Unido y España.
Los ingleses no son los únicos extranjeros que se marchan. En 2015 la población foránea empadronada en la provincia se redujo en 8.093 personas en total, quedando situada en 239.810 (un 14,7% de su población total). Y ésta es una tendencia que lleva repitiéndose desde hace cuatro años a causa de dos fenómenos simultáneos: el retorno de inmigrantes sobre todo de países sudamericanos y la ya mencionada fuga de residentes europeos. En un año los municipios de la provincia han perdido 1.363 habitantes rumanos, 821 alemanes, 583 italianos, 493 búlgaros y 448 argentinos. También hay nacionalidades que ganan presencia, como la ucraniana (que gana 1.336 residentes en un año), la marroquí (+952), la rusa (+430) y la china (+376).
El municipio más afectado por la pérdida de población extranjera es, con diferencia, Mijas, con una caída de 2.962 residentes de en sólo un año. Le siguen Málaga (-1.649), Estepona (-1.005), Marbella (-485) y Benalmádena (-458). A excepción de la capital, donde la pérdida de población foránea tiene más que ver con el retorno de inmigrantes, todos los demás municipios citados tienen en común el ser los lugares preferidos de la colonia británica en la Costa del Sol.
Pese a esta llamativa caída de población extranjera, la provincia no ha perdido habitantes en términos globales. De hecho, cerró 2015 con un ligero aumento de 325 vecinos empadronados. Y es que el refrán «Lo comido por lo servido» se adapta a la perfección a la evolución demográfica reciente de Málaga, ya que mientras pierde población foránea gana población autóctona: el padrón incorporó ese mismo año 8.418 personas de nacionalidad española.
Por municipios, Marbella fue el que más población ganó a lo largo de 2015, con 1.207 habitantes más. Rincón de la Victoria, Vélez-Málaga, Benalmádena y Torremolinos también incrementaron su censo. Su aumento compensó la caída que registraron 75 municipios que entran en la estadística. Málaga capital fue uno de ellos: perdió 121 vecinos.
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