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Alvaro Frías
Lunes, 16 de enero 2017, 00:42
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La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga tiene previsto juzgar este lunes a un joven acusado de intentar matar a otro al que recriminó por mantener relaciones sexuales con su novia en el coche. El procesado, que en prisión está considerado extremadamente peligroso, se enfrenta a ocho años de prisión que solicita la Fiscalía y que la acusación particular eleva hasta diez.
Los hechos ocurrieron el 16 de abril de 2011. De madrugada, un joven y su novia se encontraban en el interior del coche del padre de él en una calle de la zona de Campanillas. Fue entonces cuando el procesado se acercó hasta ellos y procedió a increparlos a través de la ventanilla, diciéndole frases soeces como: «Irse a follar a un hotel». Tras una breve discusión, el acusado, que tiene actualmente 28 años, se marchó del lugar, para volver inmediatamente con una barra de hierro. Con ella rompió la ventanilla del conductor y metió el brazo en el vehículo empuñando un cuchillo de grandes dimensiones con el que intentó agredir a la pareja.
Al echarse ambos hacia el otro lado del coche, el procesado dio la vuelta, momento en el que aprovechó para bajarse del turismo el joven para intentar calmarle. Pero el chico acabó siendo perseguido y apuñalado en el glúteo por el acusado. La víctima cayó al suelo, donde recibió una nueva cuchillada que le alcanzó la mano izquierda en un intento de esquivar los ataques. Finalmente y con evidente ánimo de acabar con su vida, el procesado le asestó una tercera puñalada que le dio en el abdomen.
Así es como describen los hechos tanto la Fiscalía como la acusación particular en sus escritos de acusación, a los que ha tenido acceso SUR. En los dos documentos, las partes solicitan que el procesado sea condenado por los supuestos delitos de homicidio en grado de tentativa, otro de daños y una falta de lesiones. Ambos describen las diversas heridas que sufrió el joven, que llegaron a afectarle a órganos vitales y que, si no hubiera recibido asistencia médica inmediata, habrían provocado su muerte. Recuerdan que la víctima estuvo 31 días en el hospital y que precisó de un año para reponerse de las lesiones.
Unas heridas que le han dejado diversas secuelas. También sufrió lesiones su novia, como erosiones en el muslo y en el tobillo izquierdo, según se recoge en ambos escritos.
En lo que difieren las partes es en la pena que se debe imponer al procesado. La Fiscalía solicita que sea condenado a ocho años de cárcel y a abonar multas e indemnizaciones por valor de más de 84.000 euros. Además, estima que el acusado tiene reconocido por la Junta de Andalucía un grado de discapacidad del 42% y explica que, aunque no padece enfermedad psiquiátrica, sí presenta elementos de personalidad atípica y trastorno antisocial de la personalidad. Pese a ello, le considera plenamente imputable, al igual que la acusación particular. Esta última parte eleva le petición de prisión a diez años y la suma económica a los 104.050 euros.
De ello tendrá que responder a partir de hoy este procesado, considerado un preso extremadamente peligroso, hasta el punto de que la cárcel ha solicitado que se le juzgue por videoconferencia por seguridad. De hecho, desde la prisión se expone que este interno es de carácter «imprevisible y muy agresivo». A través de un escrito remitido a la Sección Primera de la Audiencia malagueña, desde la prisión se expone que el acusado, que tiene condenas por hechos como un delito de lesiones u otro de robo con violencia, intentó agredir el pasado día de Navidad al jefe de Servicios de la prisión de Alhaurín de la Torre. Solo cuatro días después, según la cárcel, el procesado golpeó a un funcionario rompiéndole el tabique nasal.
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