Muere un joven de 21 años en un accidente al volver de una macrofiesta de Nochevieja

Un joven de 21 años falleció ayer en un accidente de tráfico en Málaga capital cuando regresaba con un grupo de amigos de una macrofiesta de Nochevieja. El conductor del coche en el que viajaba, que resultó herido en el siniestro, está siendo investigado tras dar positivo en la prueba de alcoholemia. Triplicó el máximo permitido.

El siniestro, en el que no se vieron implicados otros vehículos, se produjo a las 8.30 horas de ayer en la avenida Santiago Ramón y Cajal, en el barrio de Ciudad Jardín. El automóvil accidentado, un Mitsubishi Colt, iba ocupado por cuatro jóvenes, todos de 20 y 21 años, residentes en las barriadas de La Paz y Puerta Blanca.

El grupo de amigos regresaba de celebrar la Nochevieja en la macrofiesta organizada en Hacienda Nadales, en el Camino de Casabermeja. El turismo circulaba en sentido Centro cuando, tras rebasar el cruce hacia la barriada de La Palmilla, en una curva, se subió al bordillo y fue a parar contra unos setos situados en el margen izquierdo de la vía. A partir de ahí, el conductor perdió el control del coche, que salió despedido contra una marquesina. Tras destrozar por completo la parada del autobús, se llevó por delante una poste, dio varias vueltas de campana y acabó estrellándose contra un cartel de anuncios.

El joven fallecido, que estaba sentado en el asiento trasero, salió despedido por la ventanilla del lado derecho del automóvil, ya que, al parecer, y siempre según las primeras investigaciones, no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Aunque un grupo de chicos que volvía de otro cotillón trató de asistirlo, no se pudo hacer nada por su vida. Los otros tres ocupantes del turismo resultaron heridos; el conductor se encuentra hospitalizado por una fractura en una rodilla de la que tendrá que ser operado, mientras que los otros dos, que además son hermanos, sólo presentan lesiones leves.

Análisis de sangre

La Policía Local movilizó a buena parte de las unidades de servicio para atender el siniestro, dada la gravedad del mismo. Agentes del Grupo de Investigación de Atestados y Accidentes de Tráfico (GIAAT) se encargaron de realizar la prueba de alcoholemia al conductor, que arrojó una tasa superior a 0,80 miligramos de alcohol (el límite genérico es 0,25) por litro de aire espirado. También se está pendiente de las analíticas de sangre para comprobar si había consumido alguna sustancia estupefaciente.

Los investigadores manejan como principal hipótesis del accidente una mezcla de alcohol y velocidad excesiva. Según los testimonios recabados por los agentes, los ocupantes del coche se percataron de que el conductor pisaba el acelerador y, al parecer, hasta le pidieron que redujese la velocidad. De hecho, uno de los supervivientes decidió entonces ponerse el cinturón de seguridad. Por todo lo anterior, la Policía Local investiga presuntos delitos de homicidio por imprudencia y contra la seguridad vial por alcoholemia positiva, según las fuentes consultadas.

Ayer hubo otros dos accidentes más donde estuvo presente el consumo de alcohol. Aunque uno tuvo lugar en El Palo y el otro en Marbella, las circunstancias son muy similares. En ambos casos, los conductores perdieron el control de sus vehículos y golpearon a tres coches estacionados en la calle, causándoles daños. Y los dos, hombre y mujer, respectivamente, dieron positivo en alcohol.

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