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El día que acabó en Nochebuena

El día que acabó en Nochebuena

La Policía Local recupera cerca de 2.000 euros que perdió un hombre el 24 de diciembre

Alvaro Frías

Jueves, 29 de diciembre 2016, 00:26

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Era muy temprano. Esa mañana aún no había amanecido mientras descargaba el coche. Quedaba atrás un largo viaje de pesadas horas de barco, pero por fin había llegado a su destino. Había salido de Melilla, ciudad en la que reside este hombre, para pasar unos días en Málaga con la familia. De hecho, en la cartera llevaba más de 2.000 euros para pasar estas fiestas, pero el monedero se quedó en la calle.

Lo perdió en la mañana del pasado 24 de diciembre. En el traslado de las maletas se le había caído al suelo, pero él no se dio cuenta, así que se fue a descansar un rato después del duro viaje.

El reposo le duró poco. Un rato después de echarse tenía numerosas llamadas perdidas en su teléfono móvil. Eran sus compañeros de la Policía Local de Melilla, cuerpo del que forma parte, quienes le dijeron que había perdido su cartera y que había sido recuperada su documentación.

Y es que sobre las 08.50 horas de ese día, un agente del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga, que presta servicio de paisano, observó como un hombre arrojaba una bolsa al interior de las dependencias de esta unidad, que se encuentran ubicadas en la calle José Ortega Luque, en la zona del hospital Carlos Haya.

El agente abrió la bolsa y se sorprendió al ver lo que había en su interior. Documentos de identidad de una familia y una placa de la Policía Local de Melilla. Por ello, no dudó en perseguir al individuo, que había salido corriendo para alejarse de la zona. Con ayuda de sus compañeros del GIP, logró dar alcance al hombre e identificare.

Al parecer, en un primer momento, éste habría relatado a los policías locales que se había encontrado la documentación en la calle y que, por miedo a que pensaran que habría robado una cartera, decidió entregarla de esta manera. Los agentes se quedaron con sus datos, y poco después, volvieron a contactar con él.

La razón no era otra que el afectado relató a sus compañeros malagueños que en la cartera había más de 2.000 euros. Habían desaparecido. Así, tras volver a entrevistarse con el sospechoso, y ante el celo profesional de los policías, el hombre se acabó derrumbando y, supuestamente, reconoció que se había quedado con el dinero.

Finalmente, siempre según relataron las fuentes consultadas por este periódico, los agentes del GIP lograron recuperar casi la totalidad del dinero. Por su parte, el afectado agradeció a los policías locales su profesionalidad y buen trabajo. Habían conseguido que lo que empezó siendo una mañana muy mala, acabase siendo, de verdad, Nochebuena.

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