Borrar
Marineros de la flota de cerco aprovechan el paro biológico para poner a punto los barcos.
Primera Navidad sin capturas en la bahía de Málaga

Primera Navidad sin capturas en la bahía de Málaga

El paro de la flota de cerco deja a Málaga sin su pescado típico en un mes de buenos precios y grandes ventas

Agustín Peláez

Viernes, 16 de diciembre 2016, 00:35

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Si busca jureles, sardinas, caballas o boquerones, el típico pescado de Málaga este mes de diciembre, ya sea de la provincia o venga de visita, no se moleste que no lo va a encontrar. La decisión de la Unión Europea, refrendada por el Gobierno de España, de obligar a la flota de cerco a realizar una parada biológica este mes de diciembre, es la causa. De manera que si pretende incluir alguno de estos productos tan típicos del litoral malagueño en su cena de Nochebuena, más vale que busque un menú alternativo. Desde el día 1 y hasta 31 de este mes no podrá encontrar ninguna de estas especies, a no ser que procedan de la exportación o de puertos no afectados por la veda.

Al sector, conformado por 32 embarcaciones y cerca de 400 personas como integrantes de las tripulaciones, la medida no le ha gustado lo más mínimo.

Caleta suprime las subastas en lonja de las mañanas

  • La flota de cerco faena en las costas malagueñas de sol a sol. Salen al atardecer y regresan a puerto al amenecer. Al tener que permanecer paradas durante todo el mes de diciembre, Cofradías de Pescadores como la de Caleta de Vélez se han visto obligadas a suprimir las subastas de las mañanas, según los armadores. Y así seguirá hasta el próximo mes de enero, una vez finalice la veda. Desde el pasado 1 de diciembre, sólo realiza subasta de pescado por las tardes. En concreto, las capturas de las flotas de arrastre, marisqueo y artes menores, que se dedican a la pesca de especies como pulpo, gamba blanca, bacaladilla, merluza, cigala, salmonete, besugo, coquina, concha fina, chirla, corruco, jibia, sargo, pargo y melva, entre otras especies. El arrastre puede pescar jurel, pero no en las cantidades que lo hace el cerco. Las más importante en volumen son las que realiza precisamente el cerco sardina, especie de la que se capturaron 4.620.201 kilos, en 2015; jurel, con 1.093.685 kilos, y boquerón, con 812.416 kilos.

Para los armadores, aunque las autoridades europeas y españolas justifican el paro porque esta es época en la que se produce el desove, por estar en desacuerdo. «Han tomado el Mediterráneo como si fuera uno sólo y se equivocan. Por nuestra experiencia sabemos que en los caladeros malagueños el desove se produce entre finales de enero y febrero. No se nos puede tratar a todos igual porque cada zona del Mediterráneo tiene un comportamiento diferente», se queja Manuel Jesús Sánchez, marinero de 33 años, miembro de la tripulación de El Caleta y vicepatrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Caleta de Vélez, el más importante en volumen de capturas (5.213.350 kilos durante el ejercicio de 2015, de los 10.347.740 kilos capturados en los cinco puertos malagueños).

Miguel Sánchez es el armador del Nuestra Señora del Carmen. Tiene 55 años y lleva toda la vida dedicada a la pesca. Para Miguel, ordenar la veda en diciembre es un gran desacierto, un «error». Entre otras razones, por las importantes pérdidas que causa al sector. «Diciembre es el mes que menos se trabaja del año, debido a que hay muchos días de fiesta, pero es también uno en los que la pesca alcanza un mayor valor en lonja», señala.

Asegura que en Caleta de Vélez llevan años haciendo paradas voluntarias entre abril y mayo, y a veces los dos, por ser los meses en los que más alevines hay, con el fin de preservar los caladeros.

«Además somos el único puerto de Málaga en el que los barcos nos fijamos también un tope de capturas voluntario, que siempre es inferior al que establece Europa, para no tirar los precios. Quien piense que vamos a ir contra lo que comemos, está equivocado», afirma.

Como armador se queja además de que los requisitos fijados para que la tripulación y el barco cobre las ayudas públicas durante la parada biológica son casi imposibles de cumplir. «Ante esta situación, los armadores preferimos no solicitarlas. Si nos las dan nos sale más caro, porque lo que recibimos no da ni para pagar la Seguridad Social de la tripulación», señala. Lo mismo asegura Francisco Javier Encinas, armador del barco Hermanos González Serrano y patrón de El Caleta.

Francisco insiste en que en Málaga, aún siendo el Mediterráneo, los ciclos de cría y desove no son iguales que en el Levante o el litoral catalán. «Aquí es más tardío. Cuando en otra zonas se pescan sardinas grandes, aquí en cambio el pescado es más chico», asegura.

En Caleta de Vélez, de hecho, ninguna embarcación -15 de los 32 barcos de la provincia afectados por la parada tienen su base en este puerto-, ha solicitado las ayudas ni se va a beneficiar de las mismas .

Marineros al paro

Ante esta situación, los marineros se han tenido que ir al paro en un mes tan señalado. «Lo único que van a recibir de los armadores son los 300 euros que reciben del armador como extra o aguinaldo de Navidad. Y tendrán para esperar a enero a cobrar el desempleo», dice Encinas, para quien lo de las subvenciones por la veda es un engaño.

La normativa fija para los armadores, siempre que cumplan los requisitos exigidos, un mínimo de 100 euros por día de parada hábil de pesca, aunque la subvención es en función del tonelaje del buque (a más GT más ayuda, según baremo del anexo III del Real Decreto 1173/2015). Para los tripulantes, son 45 euros por cada día natural de parada, aunque por un máximo de 15 días y nunca por todo el mes.

Para Rafael Manuel de Amo, marinero de 51 años y miembro de la tripulación de El Caleta, con la parada se quedan las familias desprotegidas. «Tenemos que parar y dejar de faenar habiendo pescado, cuando hay otros meses que son malos para el cerco. Este año no podremos cobrar el desempleo hasta enero, de manera que tendremos que pasar las navidades con lo que cada uno tenga ahorrado», lamenta.

De Amo explica que en los barcos no hay sueldos. «Se cobra en función de las capturas y del precio que alcanzan en lonja. Cada tripulante, en función del trabajo que desarrolla, tiene una parte fijada», declara. «Lo bueno de faenar en diciembre es que las capturas valen mucho, pero este año nos tenemos que conformar con irnos al paro», apunta.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios