Después de la tempestad viene la limpieza

Ayer nos hacíamos eco de la suciedad que presentaban las playas de Huelin a consecuencia de las intensas lluvias caídas. Una situación de la que daban cuenta varios ciudadanos que nos hacían llegar fotografías en las que era visible esa suciedad en forma de toallitas, además de otros desechos y más de una rata muerta. Uno de los ciudadanos había captado esas imágenes a primeras horas de la mañana y advertía, no obstante, que la suciedad acumulada en la playa había desaparecido posteriormente. «Nunca es tarde si la dicha es buena», decía. Y señalaba que «ya era hora que nos permitieran disfrutar del baño del amanecer sin repeluscos al entrar en el agua». Y es que, efectivamente, los trabajos de limpieza de la playa se han venido realizando estos días, como viene siendo habitual en la zona, para devolver a la playa su estado normal. Así, el Ayuntamiento comunicó ayer que Limasa ha procedido a la limpieza de los residuos depositados en la playa por el temporal con los medios habituales del servicio, sin necesidad de recurrir a un dispositivo especial, y ha añadido que «a día de hoy (por ayer) sólo queda una zona de trabajo en las playas próximas a Guadalmar, en las que se está procediendo a retirar las cañas arrastradas por el Guadalhorce mediante el empleo de un tractor». Tan solo queda por recoger un pequeño tramo de playa en la zona de La Misericordia, en el que no se ha actuado intencionadamente porque se quiere probar hoy la eficacia de una nueva máquina.

Queda claro, pues, que los servicios de limpieza han actuado para eliminar esa suciedad que se produce cada vez que llueve con cierta intensidad, y que en unos casos se debe al arrastre de materiales que se producen desde los arroyos y los ríos, y en otros a sobrecargas de la red de pluviales y de saneamiento, incapaces en ocasiones de absorber todo el caudal de lluvia. Eso sin olvidar que en muchas otras ocasiones el arrojo de las toallitas higiénicas al váter provoca frecuentes atascos en las cañerías y depuradoras, lo que se evidencia en esa cantidad de toallitas higiénicas que aparecen esparcidas cada dos por tres en las playas provocando una imagen más que lamentable.

Guadalmedina: las aguas del río cambian de color

Las aguas del río Guadalmedina han cambiado de color y del oscuro tirando a negro que tenía días antes de que se produjeran las fuertes lluvias de la semana pasada, lo que llevó a más de un ciudadano a pensar que se hubiera producido algún vertido, ha pasado a tener un tono verdoso que es mucho más normal. Sin duda la gran cantidad de agua caída esos días y el caudal que llevaba el río ha tenido que ver en esta transformación.

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