Borrar
Manuel Ruiz Maldonado, profesor titular de Ciencia Política en la Universidad de Málaga, en su casa.
«El gran  problema de  España es  que en el  fondo no  quiere  reformarse»

«El gran problema de España es que en el fondo no quiere reformarse»

Manuel Arias sostiene que el voto es cada vez más emocional. El análisis de la política, vieja y nueva, ocupa a este profesor que cree que la era digital condiciona ya la democracia representativa, un sistema para el que no ve alternativa posible en una sociedad compleja

JOSÉ VICENTE ASTORGA

Domingo, 6 de noviembre 2016, 00:42

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Periodismo y Derecho saben de su militancia solvente en la ciencia política, siempre inexacta. A golpe de textos -mañana sale a la venta 'La democracia sentimental'-, de blogs y tuits, su indagación bebe de los filósofos clásicos para alumbrar el presente líquido. La nueva política cada vez tiene menos secretos para quien hurga en la democracia desde Pericles al ágora digital, desde la ilustración al postfactualismo. Una beca Fulbright le lanzó desde Berkeley a una formación cosmopolita -«También hice Derecho para contentar a mi padre»- como filósofo al que cine y literatura le conectan mejor al mundo y a los lectores.

¿Qué le ha parecido la 'podemización' de Sánchez?

Da la impresión de ser ya una figura fuera de juego, aunque con unas primarias abiertas habría tenido su chance. En la entrevista con Évole parecía escenificar el exudamiento de su verdadero pensamiento, pero alguien que pactó con C's, habló de mestizaje ideológico... la maleabilidad de las opiniones tiene su límite. El verdadero pensamiento de Sánchez es un arcano. El episodio de las lágrimas... No podemos saber si son genuinas. Su apelación a las emociones está en línea con la importancia que tienen en la escenificación política.

¿La investidura ha sido suma y sigue de la teatralización anterior? ¿Apunta una legislatura corta?

No lo creo. La teatralización la hemos vivido hasta ahora. Desde diciembre era todo simulacro incluido Rajoy, cuando se presentó sin ganas ni opciones. En medio, ruedas de prensa, comités, reuniones, entrevistas, alargar la indefinición muy hábilmente sobre todo por parte de Iglesias y Sánchez. El PSOE no quería decidir, y cuando lo ha hecho fíjese la que se ha liado. Hay factores estructurales como el cambio en los medios de comunicación y por otro lado la situación reciente ha sido extremadamente teatral porque los agentes políticos trataban de colocarse en la mejor situación cara a unas terceras elecciones. Al PSOE nuevas elecciones. ¿Qué ganaría Rajoy acortando la legislatura y poniendo a Podemos en la oposición? Si la triple alianza funciona bien no está escrito que Podemos siga subiendo. La economía puede apaciguar enfados.

Tecnocrático

Con Sánchez fuera, ¿qué papel adjudica al PSOE?

Con todas las dificultades del mundo, puede permitir entenderse con Rajoy, con un perfil si se quiere más tecnocrático, de gestión. Rajoy es un tipo bien equipado para forjar consensos si le dejan los demás, y si están dispuestos a ello.

¿Entonces está poco valorado?

Creo que está subestimado. Su supervivencia política demuestra habilidades que no son pocas.

Dicen que dejar pasar el tiempo es una de ellas...

Eso es un talento ¿no? Merkel lo hace también. Rajoy es un hombre poco ideológico, pero sí pragmático, es muy maquiaveliano. Su virtud es adaptarse a lo que viene de fuera, más que tener una agenda ideológica como Aznar o Esperanza Aguirre. Él es más flexible, hace de la necesidad virtud, y en la medida que al PSOE no le interesan elecciones hay margen para cierto reformismo. Rajoy valora la estabilidad, como conservador que es. Necesita al PSOE ante los desafíos que se avecinan: Cataluña, Bruselas... Hace falta consenso.

Ya sabe, el PSOE necesita un polítólogo de cabecera para fabricar un buen liderazgo.

(Ja,ja,ja). Pediría mucho dinero. La tarea es muy complicada. El PSOE es muy difícil. Recoge muchas tensiones - la territorial, la de Podemos a su izquierda, que una parte de su electorado, universitario, está tentado por Ciudadanos...-. Su estructura federal complica las cosas. Otro problema de ese politólogo hipotético son las primarias. La militancia parece inclinada a apoyar a un candidato más izquierdista que de centro. Si el PSOE tiene que mirar su banquillo pueden estar Sánchez, Susana Díaz, pero es una incógnita porque nadie tiene claro que quiera marcharse ya a Madrid.

Las veces que el PSOE ha elegido líder -Borrell y Sánchez-, ha habido asesinato en el comité federal.

La aventura de las primarias es un desastre. Por razones distintas fallaron. En el 96 el PSOE estaba bajo el 'shock' de la victoria de Aznar. Había que gestionar el desencanto. En el caso de Sánchez, ha sido el descontento de la militancia. El militante que participa está más comprometido que el que está en casa, más moderado. Si das mucho protagonismo a los militantes y no hay cultura de mirar al centro, se condiciona la postura de los líderes. Ahora la militancia se usa como arma contra el 'establishment'.

El PP es cuarta fuerza entre el electorado joven y mayoritaria entre los mayores. En el 'brexit se acusó al votante mayor de condicionar el futuro de los jóvenes. En Galicia se ha llegado a decir que sin el voto de los mayores, el PP no habría ganado. ¿Un hombre un voto y no ha discusión?

De entrada puede haberla. En la filosofía política ha habido intentos de otorgar más de un voto a los más educados. Algún filósofo americano ha llegado a proponer que si usted no está informado no vote. Como no sabemos qué grado de reflexión y conocimiento hay detrás de cada voto, considerar que el voto más joven es más ilustrado que el mayor es aventurado. si añadimos la maldad de que este es un país con niveles educativos un poco deficientes.

Y con Telecinco como gran prescriptor.

Y la Sexta también, que está modelada como la Fox, al otro lado del espectro ideológico. Es cuestión de números: hay más pensionistas que jóvenes. España es un país envejecido y lo va a ser mucho más, y eso condiciona a los partidos. Del tema de las pensiones se debería hablar más. Los jóvenes pueden estar subrepresentados, y hay una cierta injusticia intergeneracional: las personas entre 50 y 70 años han disfrutado hasta ahora de mejores oportunidades de empleo, prejubilaciones, pensiones más elevadas que el salario del nieto, billetes baratos en el AVE, pero no para ese nieto. Esta injusticia es lo más interesante para mí sobre los orígenes del 15M. Se planteaba rediseñar el pacto intergeneracional con otras políticas públicas, pero Podemos luego no lo ha desarrollado, entre otras cosas porque también necesita rascar votos de los mayores. También el joven suele ignorar políticas que a la larga le convienen, como una reforma laboral. Y luego un componente afectivo que dificulta echarle la culpa a su padre o su abuelo. Hay en todo esto un potencial discursivo muy fuerte con muchas aristas.

Cuando Podemos habla de la gente es gente joven y cabreada

Es la típica del populismo. El pueblo frente a la élite. La gente en contraposición a la élite: el periodismo, los banqueros, periodistas, los partidos, pero en cuanto estás en la elite y muestras tu apoyo a Podemos vuelves a estar en la élite. Son categorías móviles. También los jóvenes crecen y cambian sus preferencias.

Pero Iglesias piensa que su 'tic tac' va más rápido y los jóvenes lo seguirán siendo.

No necesariamente. A corto plazo sí. La abstención ha dañado al PSOE por el flanco izquierdo y puede crecer a costa del PSOE a corto plazo. Sus contenidos son antiguos. Ciudadanos no sería eso. Más tecnocrático, y a Podemos me cuesta verlo como partido modernizante. Recolectar frustraciones es comprensible, pero sus referencias culturales, estéticas o políticas me suenan a algo obsoleto. No deja de sorprenderme que una parte de la juventud que le vota compre esa mercancía. Es verdad que el voto populista, lo dice Errejón e Iglesias, es para transformar el descontento en ilusión, pero la ilusión también es ceguera y espejismo. Hay un sentimiento de esperanza. Otra tendencia, como dice Pierre Rosanbayon, es deselegir. Votamos para deselegir al que está. Y cada vez es más rápida. Hollande en un mes pasó del 60 % de apoyo al 15. El ciudadano espera un milagro pero no a través de medidas.

En su libro 'La democracia sentimental' no emplea 'emocional'. ¿Un término sobado?

Creo que sí. Los clásicos del XVIII hablaban más de sentimiento.

¿Caminamos a un voto menos racional?

Sí. Abordo las nuevas averiguaciones de cómo funciona el cerebro. Somos más intuitivos de lo que creíamos, y eso se suma a una literatura muy vasta sobre los déficits de información de la opinión pública. El ciudadano medio no está informado y la crisis ha reverdecido fenómenos con fuerte carga emocional. Es el populismo, el nacionalismo y el efecto de las redes sociales: inmediatez, adhesión afectiva con gran invisibilidad...

¿Hay una exaltación de lo joven que puede terminar en infantilización social?

Había que distinguir. El voto siempre es sentimental más que racional, y la ideología tiene un fuerte componente emocional. Solo un porcentaje se documenta, aun con sus sesgos. A nivel de masas es irremediable por el momento. No es lo mismo Noruega que Andalucía. Es algo que tiene que ver con el progreso y el empleo del tiempo porque documentarse cuesta. Los políticos más participadistas tienden a sobrevalorar el deseo de participación del ciudadano, que parece crecer en una crisis. Más que infantilización lo que hay es más democratización.

Referentes

Y posibilidad de cambiar cosas con un 'click'. Change.org resulta más eficaz que reunir cajas de cartón con 400.000 firmas.

Nuestra época es caracteriza por la ambigüedad. Emitir juicios tajantes sobre un fenómeno es dar titulares y poco más. Podemos, por ejemplo, populistas, sí, pero también tienen un aspecto interesante en la movilización. La política está cada vez más mediatizada. Lo importante son las oscilaciones. Qué número de ciudadanos comparte una visión de un determinado asunto. Eso obliga o facilita a un Gobierno tomar una decisión: toros, aborto... y si está change.org, twitter, no puedes evitar que eso influya. ¿Fotografiarte los pies en unas vacaciones en Cádiz es infantilización?, sí, pero las redes tienen un fuerte componente expresivo. Si no clicara no lo haría de otra manera. Al final ese estado de opinión influye. La sociedad no es la academia ateniense. Existe la vulgaridad democrática, de la que habla Javier Gomá.

Usted no ha vivido ese tiempo en que parecía que el mundo se podía cambiar. Esa mercancía se averió.

La ideológica, sí, pero hemos cambiado para bien. En los años 60 la intelectualidad en Francia y España era marxista, fundamentalmente. Yo prefiero una sociedad desideologizada donde hacemos progresos graduales frente a sistemas que se han demostrado monstruosos.

Haga futurología. ¿Como cambiará la democracia representativa?

No me interesa mucho la futurología, aunque luego si no tienes razón te callas. Carmena dijo que la democracia representativa está finalizando, pero no tiene sustituto. Es imposible que una sociedad compleja pueda tener algo diferente a una democracia representativa. Salvo que aceptemos referéndums constantes porque los medios técnicos existen. Se enfatizará la dimensión de autogobierno pero no con resultados desastrosos. Mire el 'brexit'. El ciudadano no sabe lo que vota. Cuando elegimos a quien decide es un problema en parte. Si decidimos directamente, la desinformación es un problema muy serio. La política fiscal, la monetaria... el sistema acabaría desmoronándose en el plano socioeconómico y ¿qué pasaría?: el cirujano de hierro, el hombre fuerte, una deriva al putinismo o algo parecido. El referéndum es una herramienta para utilizar con cautela porque las democracias tienen que protegerse de sí mismas. Por otro lado, las redes provocan cambios. El empoderamiento ciudadano es sólo político en tanto tiene mayor capacidad para la expresión y presión, para bien o para mal, pero también empodera a la sociedad civil para conectar entre ciudadanos. El colaboracionismo digital empodera para desarrollar empresas vitales o económicas, permite conectarse a personas lejanas.

Sólo supuesta economía colaborativa en muchos casos.

Claro. Capitalismo redoblado. Tienes una vieja cómoda de tu abuela y la pones en Wallapop. Así ya no queda nada por mercantilizar. Paradójicamente esa ampliación de posibilidades no tiene que ser consultada permanentemente a la ciudadanía.

Andalucía

Ha escrito que Andalucía es Argentina. Borrell dijo hace poco que el PSOE gana porque aquí no hay partido nacionalista, además de porque los socialistas no tienen un buen rival.

Sí. Me he referido al discurso político peronista que en ocasiones ha desarrollado el PSOE y probablemente con Susana Díaz con mayor claridad: yo soy Andalucía frente a los enemigos: Madrid, Rajoy...

Ahora tendrá que frenarse con la nueva situación política.

Más cautela, claro. Susana Díaz tiene algo muy interesante y es que no gobierna. ¿Recuerda alguna iniciativa que haya generado gran debate ciudadano? Gestiona un poquito pero no hay proyecto de región. Gestiona un poquito. La primera y la segunda modernización de sus antecesores sonaron. Lo hace porque no le interesa, porque está distraída, porque los grandes proyectos atraen más críticas. Proyecto de región no hay, y no parece molestarnos demasiado. Hace buen tiempo, el turismo viene.

¿Las personas tienen una forma de estar en el mundo sino ajena a la política sí distante según el clima y forma de vida de su tierra?

Hombre, tendría más que ver con el nivel educativo, el consumo de prensa, cuanto más bajo, menos activa políticamente es la ciudadanía. Montesquieu hablaba de esto, pero en la ciencia social contemporánea ahora se habla de interpretación institucionalista y culturalista. En la medida en que se fija en la mentalidad, se refiere a la realidad climática, pero no solo a ella. En California el tiempo es bueno, pero allí son muy industriosos. La tradición mediterránea, la historia, el turismo puede contribuir a cierto adormecimiento cívico en Andalucía. También el recuerdo de la guerra civil, el agradecimiento a un PSOE que proporcionó un desarrollo considerable, la debilidad eventual del candidato rival. Estoy de acuerdo en que el clima influye sobre la cultura y sobre las instituciones. La tesis institucionalista dice cambiarlas, pero aquí no hace falta. Son instituciones formalmente homologables. a las de Europa. El problema es el uso. El gran problema de España es que en el fondo no quiere reformarse.

Ese sí que parece un bucle trágico y no melancólico.

Si quisiera transformarse ya lo habría hecho, aunque hay sectores que quieren. La reacción frente a la crisis que hemos vivido habría sido mayor y con un deseo de cambio más amplio. Piense en la educación.

No le veo militando en el optimismo antropológico.

No crea. Hay varios niveles. El ser humano progresa y las sociedades también, pero pueden estancarse. Piense en Argentina. No quiere decir que estemos mejor, pero España y Andalucía carecen de burguesía culta y eso tiene su influencia.

¿La revolución pendiente?

La de la solidaridad, pero suena a cursilada. Le diría la socioecológica a través de la tecnología, en avances en medicina, en el trato más piadoso y equilibrado a las especies no humanas. La preocupación por la sostenibildiad está en el animalismo y la alimentación. Es un fenómeno que me interesa sobre todo ligado a un proceso de modernización, una presencia política que no está en España, aunque el Pacma con 300.000 votos es un caladero en el que parece que piensa pescar Ciudadanos.

Ha escrito que la bondad puede ser mala.

Su exceso. La compasión. Te lleva a no tener una táctica política adecuada y que sea precipitada.

Nos empobrecemos, pero nadie renunciaría al wifi. ¿Prevé una rebelión contra el oligopolio digital que vive a costa de nuestros datos?

El tamaño de estos monstruos digitales preocupa, pero el poder nunca ha estado tan repartido. Parece una estupidez pero es cierto. Obliga a las empresas a mantener un perfil amable. Es un pacto fáustico. Entramos voluntariamente, pero estos gigantes son decisivos para dar forma a la subjetividad humana. La rentabilidad es decisiva, pero también la forma en que google dibuja un perfil... Esto no pasaba con Ikea. No soy distópico. Soy optimista. La sociedad civil tiene mecanismos sobrados para actuar.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios