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Espinosa, junto a Torralbo y otros dirigentes de Málaga Ahora.
El escándalo de las facturas de la nueva política

El escándalo de las facturas de la nueva política

La crisis generada por el edil rupturista con Málaga Ahora a cuenta de unos recibos que podrían ser «falsos e irregulares» genera estupefacción en el resto de partidos

Pilar R. Quirós

Lunes, 31 de octubre 2016, 11:57

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Es tal la estupefacción que manejan ante el divorcio de Málaga Ahora con su viceportavoz Juanjo Espinosa y la crisis de las facturas cual horripilante separación de bienes, arañazos mediáticos incluidos, que el resto de los grupos municipales de la Casona se quedan casi mudos ante las cámaras pero llevan más de una semana, comentando la jugada a placer entre bambalinas.

Vamos por partes para narrar los hechos de cómo se la juegan en la nueva política y para analizar por qué los partidos de toda la vida, y los nuevos como Ciudadanos, no dan crédito a todo lo que está pasando. Espinosa se separa de su grupo con una sonada piarda a un pleno municipal, en el que se desatan las sospechas de la rebujina. El edil no adscrito no había asistido y no había avisado a los suyos, pero en el perol se cocían más que habas. Tras caer como una bomba en la sesión que no asiste porque tiene serios problemas con los suyos, y filtrarse a algunos medios (entre ellos SUR) una serie de escritos de ida y vuelta en el que se pone de manifiesto que las pelas son el fondo y la forma de la cuestión de separación, y en el que las tres concejalas Ysabel Torralbo, Rosa Galindo e Isabel, hablan de miles de euros extraídos sin justificar de sus cuentas, al día siguiente Espinosa se separa tras una votación asamblearia en El Palo.

El desenlace: una horrible ruptura

La colmena, que tanto ensalzaban como comunidad (el nombre que le habían dado a sus sedes), se convertía en un avispero. Lo que nadie sabía es que la separación matrimonial iba a coger un camino tan tortuoso en el que la cuestión crematística estuviese por encima de lo demás. Dinero, al fin y al cabo. Málaga Ahora mandaba un burofax al edil rupturista para que diese cuenta de 4.083 euros que había sacado con su tarjeta y le daba cinco días de plazo desde su recepción. La sorpresa del grupo y del resto de partidos políticos era mayúscula cuando en «una rueda de prensa suicida», como comentan en los pasillos, el edil podemita y su mano derecha, Nico Sguiglia, sacaban pecho dando el fajo de facturas a la prensa antes de mandarlo a su exgrupo. «Excusatio non petita, acussatio manifiesta» era lo que corría entre los ediles. ¿Quién le había pedido explicaciones en abierto? Nadie. De hecho, su antiguo grupo lo mantenía en la recámara esperando que pudiera solventar el tema de las facturas sin que se airease mucho el asunto. El escándalo sobrevenido después, con supuestas facturas «irregulares y falsas», como subrayaba el jueves Málaga Ahora en un comunicado, terminó de arruinar cualquier tipo de futura relación. Y en esas están. En ni mirarse por los pasillos.

Espinosa: no rebate las denuncias

Espinosa se ha escondido detrás de la retórica y de frases hechas como que no quiere entrar en una «guerra de fango contra su persona», y repite una y otra vez que su exgrupo vaya al interventor municipal si tiene algo que denunciar. Pero no explica por qué hay una asociación cultural que asegura que no ha emitido cuatro facturas por valor de 810 euros que él ha presentado como gastos y que Málaga Ahora dice que son «falsas» o recibos con compras poco propias de la labor de un grupo municipal con botellas de whisky, ron, ginebra, compresas, bastoncillos para los oídos, etc, así como la presentación de otros recibos de paellas y animación infantil que sus excompañeros dicen que no corresponde a ningún acto del grupo. El asunto huele francamente mal.

Partidos: qué piensan los demás

Mientras tanto, el resto de los grupos municipales se frotan los ojos tanto como nos lo hemos frotado con la tragedia romana del PSOE nacional, pero en el fondo todos están afectados en su línea de flotación en vista de que se trata de fondos que todos los grupos municipales manejan. Se abrió la caja de Pandora. «Nos molesta mucho que los ciudadanos una vez más piensen que la política no es honrada ni honesta, toda esta porquería que se está ventilando en el fondo nos afecta a todos», afirmaba un edil off the record. Otro portavoz, el popular, Carlos Conde, sugería que puede haber gastos de Espinosa que van más allá de lo que permite la ley. Y el viceportavoz, Mario Cortés, afirmaba: «La nueva política es tan fresca que sólo le faltaba empinar la botella de whisky como un gasto justificado; lo que nos quedará por ver». Otros sugieren que edil no adscrito se ha dado un tiro en el pie, y que se hundirá en su carrera a las primarias de Podemos en Málaga capital, al tiempo que ha lanzado una bomba de racimo a su exgrupo, que ahora está en el ojo del huracán. «En algunas de las facturas se presume, por fechas, ferias de distritos de Málaga y compras muy parecidas a la que se podría hacer presuntamente en una caseta como la de Podemos. Es que algunas facturas podrían ser blanco y en botella; no entendemos cómo el interventor municipal no ha tomado ya cartas en el asunto», explicaba un edil que sabía muy bien de lo que hablaba. En este asunto coinciden ediles de todos los grupos que sería de máxima gravedad si así fuera porque es ilegal que los partidos políticos se financien con el dinero de los grupos municipales. Esas facturas repetidas de 150 meriendas que Málaga Ahora no considera suyaspaellas y animación infantil de fiestas que tampoco dice haber celebradoo son presuntamente ficticias o corresponderían presumiblemente a otra organización política, y la más cercana es Podemos.

«Tenemos perplejidad absoluta de que se airee este asunto así en los medios, perplejidad ante los hechos y que haya acabado así una relación y se estén matando», subrayaban en Cs. El portavoz de IU, Eduardo Zorrilla, explicaba «que esta es una escalada que nos perjudica a todos, porque parece que en todos lados cuecen habas y no es así». «Esto es indignante. El dinero es sagrado. Si vienes defendiendo una serie de actuaciones y la transparencia como bandera no puedes estar actuando así; me da vergüenza ajena», explicaba otra edil. «Esto es un peligro, y nos afecta a todos los grupos. Esta situación de pelea interna siendo de la nueva política es lo más sucio que puede haber», puntualizaba el viceportavoz socialista Daniel Pérez. O «estos eran los que venían a enseñarnos a cómo trabajar para el pueblo y al final, manejando tres duros montan este circo, no quiero ni pensar si gestionaran más dinero», explicaba otra concejal popular.

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