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Los fundadores de Pepa Karnero y sus hijos, que la convirtieron en Pepaloves. :: f. gonzález
PEPALOVES
«Vemos la empresa como lo que es: un negocio, no un hijo»

PEPALOVES «Vemos la empresa como lo que es: un negocio, no un hijo»

La segunda generación ha convertido una pequeña cadena de tiendas en una firma textil internacional

PPLL

Domingo, 23 de octubre 2016, 00:32

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El cliché de que la primera generación construye el negocio y la segunda vive de las rentas no hace justicia a la familia Solís. Si la fundadora, Josefa Carnero, protagonizó una historia de éxito a principios de los años 90, creando una cadena de tiendas de ropa a partir de un pequeño taller de confección -muchos la recordarán: Pepa Karnero-, sus hijos han sabido reinventar el negocio para adaptarse a los nuevos tiempos, transformándolo en una marca de moda femenina que triunfa en varios países: Pepaloves.

Álex Solís, hijo de Josefa y responsable del área de marketing, explica cómo se ha producido la evolución del negocio. «Cuando entramos en la empresa mis dos hermanas, Alicia y Marya, y yo, el modelo de negocio de las tiendas decaía por la hegemonía de Inditex, así que decidimos apostar por la distribución multimarca. Gran parte del mérito fue de mi hermana Alicia, que es la responsable del diseño». Lo cierto es que el estilo naif, romántico y colorido que imprimió la joven diseñadora a las prendas tuvo éxito y aupó a la marca a ferias de moda internacionales. «Fue entonces cuando cambiamos de nombre; en alemán Pepa Karnero no suena muy bien», recuerda Álex.

A día de hoy, Pepaloves ronda los 2 millones de euros de facturación, tiene más de 500 puntos de venta y está en plena expansión en Estados Unidos. La sucesión no ha sido un problema: Josefa Carnero y su marido están felizmente jubilados. «Ni se enteran ni se quieren enterar de nada», afirma Solís, que se reparte a partes iguales las acciones de la empresa con sus hermanas. «Somos hermanos y socios, pero la verdad es que nunca nos peleamos», asegura. Quizá la clave es ver la empresa familiar «como lo que es: un negocio y no un hijo».

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