Mandalas para poner color en la cárcel

Según la Real Academia Española (RAE), un mandala es un dibujo, generalmente circular que en el hinduismo y el budismo representa las fuerzas que regulan el universo y que sirve como apoyo a la meditación. Si a esto se le suma la nueva técnica que arrasa en todo el mundo y que consiste en que los adultos coloreen como los niños- para mejorar la concentración y reducir el estrés, el resultado es una actividad que invita al autoconocimiento y a la relajación. Por eso mismo, Málaga Acoge ha tomado estas dos ideas y las ha convertido en un lienzo en blanco para una experiencia pionera en la prisión de Alhaurín de la Torre.

La ONG, que desarrolla desde hace años varios programas con los internos extranjeros en el centro malagueño, ha estrenado este verano un nuevo taller en el módulo de mujeres. No se trata de una clase de manualidades al uso. El objetivo de esta nueva actividad es usar la acción de colorear para mejorar la atención, la memoria y ayudar a las internas a superar situaciones emocionales estresantes.

La situación de privación de libertad genera mucha angustia y ansiedad, y pensamos que este método podría ayudar a las internas a vivir un momento lo más agradable posible a pesar de las circunstancias; en ese ambiente tranquilo, introducimos otro tipo de dinámicas de autoestima y de grupo para ayudarlas a asimilar su estancia en la prisión, señala Rebeca Pascual, una de las dos voluntarias que han desarrollado el programa junto con una terapeuta ocupacional, quien explica que la ONG ya aplicó esta terapia de color en otro grupo de usuarias de Málaga Acoge con muy buen resultado.

Un espejo para ver el estado de ánimo

Durante el taller, las internas escuchan música clásica y las voluntarias leen extractos de libros y fábulas para invitarlas a reflexionar sobre distintos temas. Es curioso cómo a través del color ves perfectamente cuál es el estado de ánimo de cada una de las participantes; si esa persona vive un mal momento, elige marrones y negros, mientras que si tienen un buen día, utilizan sin darse cuenta colores más luminosos, añade Pascual. Esta voluntaria explica que la mayoría de las internas ha utilizado los dibujos para enviárselo a sus familiares y amigos.

La actividad se ha desarrollado en cinco sesiones de dos horas cada una con un total de 20 internas ¬la mayoría internas extranjeras, pero también españolas. El resultado ha sido tan positivo, que la ONG no descarta continuar esta iniciativa durante el curso, ampliarla al módulo de hombres e incluso realizar alguna exposición dentro de la cárcel con las obras de los participantes.

Málaga Acoge atiende cada año a más de 200 personas extranjeras a través de su programa de prisiones en el Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre y del CIS Evaristo Martín. La ONG ofrece fundamentalmente orientación y asesoramiento sobre la Ley de Extranjería, información sobre el funcionamiento de la cárcel y sobre los procedimientos penales. Además, desde hace ya cinco años realiza un taller de teatro e interpretación entre los internos que se ha convertido en uno de los más demandados de la prisión, además de realizar un ciclo de cine. Unas actividades a las que ahora se suma este taller de mandalas.

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