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La víctima, Alejandro Osuna, vivía en Soliva con su novia.
Piden 18 años de cárcel para el acusado de matar a su vecino en Soliva tras una discusión de tráfico

Piden 18 años de cárcel para el acusado de matar a su vecino en Soliva tras una discusión de tráfico

La Fiscalía le imputa de asesinato con alevosía al considerar que apuñaló en el cuello a la víctima, que tenía 30 años

Juan Cano

Jueves, 1 de septiembre 2016, 00:42

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Alejandro Osuna Ávila tenía 30 años, era malagueño, de Ciudad Jardín, y vivía con su novia en los bloques de Soliva. El 25 de septiembre de 2015, fue apuñalado en el cuello por un vecino tras una banal discusión de tráfico. Ale, como lo llamaban su familia y amigos, murió tres días después en el Hospital Clínico.

El presunto autor del crimen, Rubén G. G., de 28 años, está acusado de un delito de asesinato con alevosía. La Fiscalía solicita una condena a 18 años de cárcel y sendas indemnizaciones de 150.000 euros para la madre y la novia de la víctima. La acusación particular, que ejerce la familia, representada por las abogadas Belén Romero y Ester Aguayo, pide una pena de 20 años y «la responsabilidad civil que por ley les corresponda».

El suceso, que tuvo una gran repercusión mediática y provocó varias concentraciones de los vecinos de Soliva, donde Alejandro era muy apreciado, ocurrió sobre las diez de la noche, cuando el joven regresó a su casa tras cenar con su novia. Pero el detonante había tenido lugar un par de horas antes en el garaje comunitario, donde la víctima tuvo unas palabras con Rubén tras recriminarle que condujese demasiado rápido.

Al volver de la cena, Alejandro fue al domicilio del acusado para aclarar el incidente. «Somos vecinos, tenemos que vernos todos los días», le dijo a un amigo, que también reside en la urbanización, quien trató de disuadirlo por el «carácter problemático» del individuo, según comentaron en el vecindario tras el suceso.

La fiscal describe así el crimen en su escrito de acusación: «Al abrir la puerta, el acusado, quien previamente había hecho acopio de un cuchillo, se encaró con Alejandro, quien al ver que estaba armado salió huyendo en dirección a las zonas comunes de la urbanización, donde Rubén consiguió alcanzarle y, con ánimo de acabar con su vida, le asestó una puñalada en el cuello». Para la representante del Ministerio Público, el arma homicida, un cuchillo de 20 centímetros, «limitaba considerablemente las posibilidades de defensa de Alejandro, que no pudo hacer nada para evitar la agresión».

Tras ello, Rubén «trató de acometer de nuevo a Alejandro» con el arma blanca. Un amigo de la víctima, que presenció los hechos, le gritó: «¡Asesino! ¿Qué has hecho? ¡Lo has matado!». Según la fiscal, el acusado intentó agredirle también a él con el cuchillo, pero el testigo reaccionó lanzándole varias piedras que decoran las zonas comunes, acción a la que se sumó la novia de la víctima, «gracias a lo cual consiguieron que Rubén volviera a su domicilio y llevar a Alejandro al Clínico, con ayuda de otros vecinos». El joven ingresó a las 22.50 horas en el hospital, donde sufrió varias paradas de corazón de las que se pudo recuperar gracias al personal médico. Sin embargo, la pérdida de sangre le provocó un coma profundo del que ya no salió.

El agresor permaneció en su domicilio, donde fue detenido por agentes de la Policía Local y de la Nacional, a los que entregó el arma homicida, que había escondido bajo el sofá del salón. Tras ser arrestado, ingresó en prisión provisional. La fiscal pide que siga en la cárcel hasta que se celebre el juicio oral.

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