Casa Mira: El sabor en Málaga tiene nombre y fecha: Mira, 1890

Hablar de helado tradicional en Málaga es hablar de Casa Mira. Y hacerlo además desde la heladería que la familia tiene en la calle Larios es hacerlo en uno de los templos del sabor de toda la vida. Para conocer el origen de esta saga que ha hecho del turrón y el helado una pareja indisoluble hay que retroceder hasta el año 1890, cuando Severino Mira abrió una pequeña tienda de turrones en la calle Cisneros. No podía ser de otra manera para una familia que ha nacido casi entera en Jijona. El casi deja fuera a la cuarta generación y actuales propietarios del negocio, Andrés e Ignacio Mira, que sin embargo han hecho suya la tradición más arraigada desde el establecimiento de la calle Larios, abierto en los años 40, y desde otros dos más recientes en el Mayorazgo (1989) y la calle Ortega y Gasset (1996).

Ambos se hicieron cargo de las heladerías tras la muerte en 2013 de su padre, Prudente Dimas Mira Llinares, quien transmitió a los suyos ese amor por la tradición sin perder pie en los nuevos tiempos. Por eso hoy Andrés celebra que a pesar de que Mira tiene la «etiqueta de clásico», la innovación no ha dejado de abrirse paso en la forma de entender el helado. De ese equilibrio deja constancia una amplia carta con cerca de 40 variedades en la que el turrón, como no podía ser de otra forma, es la «estrella absoluta». Pero también el mantecado, la crema tostada, la nata montada o el delicioso blanco y negro, que se despachan por cientos, a demanda del cliente y además hechos en el día. «Lo que hacemos es difícilmente igualable», dice Andrés tirando de orgullo de casta y con la tranquilidad de que la nueva generación la quinta garantiza el relevo y asume la responsabilidad del dulce legado.