Roban 60.000 euros a un feriante en Cortijo de Torres tras forzar su caravana

Agentes de la Policía Nacional investigan las denuncias de robo presentadas por dos feriantes a los que sustrajeron, en total, más de 100.000 euros en efectivo durante el último fin de semana de las fiestas de Málaga, según ha podido saber este periódico.

Uno de los casos sobre los que trabaja la policía sucedió en el Real de Cortijo de Torres. Los ladrones forzaron la caravana donde se alojaba uno de los feriantes, aprovechando una ausencia de éste, y robaron más de 60.000 euros de la recaudación de los últimos días.

Al encontrarse el vehículo forzado y el interior revuelto, el empresario avisó a la comisaría, que envió a los especialistas de la Brigada de Policía Científica para que realizaran una inspección ocular en su interior en busca de alguna huella que permita identificar a los autores.

En el domicilio

No fue un hecho aislado. Curiosamente, el pasado fin de semana también se produjo un robo en el piso que otro feriante tenía alquilado en la capital malagueña, donde al parecer estaba pernoctando durante las fiestas. Los cacos forzaron la cerradura y accedieron al interior, donde el empresario, como en el caso anterior, guardaba una importante suma en efectivo. Según confirmaron las fuentes consultadas, le sustrajeron una cantidad similar, por lo que, entre ambos robos, el botín supera los 100.000 euros.

De la investigación se ha hecho cargo la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), que también trabaja en el intento de atraco a uno de los socios de El Balneario, el restaurante de los Baños del Carmen. Los agentes tratan de identificar a los dos jóvenes que este lunes probablemente, planearon el golpe esperando hacerse con la caja del fin de semana, como ocurrió con los feriantes asaltaron a uno de los dueños del negocio en su oficina.

Las cámaras de seguridad del establecimiento captaron a los dos delincuentes adentrándose por el almacén del restaurante, donde incluso se cruzaron con un par de empleados. Cuando llegaron a la puerta de la oficina, uno de los jóvenes le pasó al otro una pistola, con la que éste irrumpió en el despacho y apuntó al empresario, que forcejeó con el atracador para que apartara el cañón del arma de su cara. Su resistencia frustró el robo y empujó al ladrón a emprender la huida sin obtener botín alguno.

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