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Daños en la Iglesia de San Agustín

Daños en la Iglesia de San Agustín

El paso de vehículos de una obra por la calle Pedro de Toledo causa desperfectos en la fachada trasera

José Manuel Alday

Jueves, 7 de julio 2016, 13:00

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Hace unos días una lectora advertía de la situación y de lo que podía ocurrir. Ahora lo hace otro ciudadano indignado por lo que ha observado. Se trata de los daños que se están produciendo en la fachada de la parte trasera de la iglesia de San Agustín, en el entorno del Museo Picasso, debido a la obra que se está realizando en un inmueble próximo. Según nuestro comunicante, el paso de algunos vehículos ha ocasionado ya diversos desperfectos en la pared del templo en un punto de la calle Pedro de Toledo que es especialmente estrecho. «Han dañado la pared y lo peor es que como esto siga así van a ocasionar más daños en una zona que está declarada como Bien de Interés Cultural, y en un templo que está también protegido y que fue hace poco más de un año restaurado».

Según denuncia, el paso de pequeños volquetes que trabajan en una obra que se realiza en la calle Marquesa de Moya, una bocacalle de Alcazabilla, está detrás de dicho deterioro al rozar la pared. Un daño que, dado la protección del templo y de la zona, podría llegar a constituir incluso un delito contra el patrimonio. Hay que recordar que hace apenas un año concluyeron los trabajos de restauración de la iglesia de San Agustín, una labor que dejó a la luz un revestimiento barroco que simula sillares con entrecalles de ladrillo fingido, y columnas entorno al exterior del camarín del altar mayor, donde se encuentra la imagen de San Agustín, y que se pueden divisar precisamente por la parte trasera del templo.

La decoración de esa fachada se hizo con la transformación realizada en la iglesia por el gremio de comerciantes castellanos ubicados en Málaga, para construir el camarín que albergara la imagen de Nuestra Señora de Valvanera, patrona de la Rioja, que presidía el altar mayor. En 1799 finalizaron los trabajos de construcción del actual retablo, cripta y camarín, encargados al arquitecto José Martín de Aldehuela, quien proyectó un camarín que vuela hacia el exterior sobre la calle en la cabecera del templo, justo encima del lugar donde ha aparecido la pared ahora dañada.

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