Borrar
La policía investiga la muerte de otro hijo de la mujer encarcelada por intentar asfixiar a su bebé

La policía investiga la muerte de otro hijo de la mujer encarcelada por intentar asfixiar a su bebé

Los agentes revisarán las pruebas de ese caso, que ocurrió en 2012, ante la sospecha de que la madre sufra el síndrome de Münchausen

Juan Cano

Miércoles, 6 de julio 2016, 01:08

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Acababa de ser detenida. Minutos antes, asistida por una abogada de oficio, se limitó a negar las acusaciones. Después, se derrumbó. Comenzó a llorar y confesó a los agentes que la custodiaban que lo hizo para que realizaran «más pruebas» a su hijo, un bebé de nueve meses al que, según la investigación, supuestamente intentó asfixiar tapándole la boca tras desconectarlo del monitor que controlaba sus constantes vitales en el Materno. El pequeño sufrió una parada cardiorrespiratoria, aunque los médicos lograron reanimarlo.

La madre, de unos 30 años y de nacionalidad española, siguió hablando de forma espontánea con los policías, que reflejaron en el atestado sus manifestaciones: «Yo quiero mucho a mis hijos, pero tengo un problema. También me he hecho cortes a mí misma en otras ocasiones». Esas afirmaciones respaldaban la que para los médicos y los investigadores había sido la principal hipótesis del suceso: la detenida podía sufrir el síndrome de Münchausen por poderes, que lleva a los autores (madres, padres o cuidadores) a fingir o provocar patologías en los menores para que reciban atención médica, como ayer adelantó este periódico.

Ante la posibilidad de que sufra este trastorno mental, los agentes han decidido ampliar el horizonte de la investigación. Al bucear en el pasado de la familia, descubrieron que la mujer perdió en 2012 a otro hijo, un niño de unos tres años que murió, según apuntaron entonces las pesquisas, de forma aparentemente accidental. Al parecer, también encontraron dos asistencias sanitarias a hijos suyos por inhalación de lejía. El suceso del Materno, unido a la confesión espontánea de la madre, ha llevado a la policía a revisar estos casos, según ha podido confirmar SUR.

El episodio que ha motivado su detención tuvo lugar el 15 de junio en el hospital malagueño, donde el pequeño llevaba dos días ingresado, según aclaró ayer el subdelegado del Gobierno, Miguel Briones, en declaraciones a los medios de comunicación. La mujer, que en esos momentos estaba sola con el niño en la habitación, alertó al personal sanitario de que se había puesto lívido y no reaccionaba. Los médicos comprobaron que había entrado en parada cardiaca y comenzaron a realizarle maniobras de resucitación, que afortunadamente dieron resultado. El representante del Ejecutivo en la provincia confirmó que el menor aún sigue hospitalizado, aunque se encuentra estable y en planta.

Revisión del monitor

Los pediatras empezaron a investigar cuál había sido el origen del episodio cardiaco sufrido por el niño y también por qué no se había activado la alarma del monitor al que estaba conectado, que controla sus constantes vitales y que debería haber avisado al producirse una desviación en las mismas fuera de los parámetros normales, según explicaron las distintas fuentes consultadas.

El hospital avisó incluso a la empresa encargada de la instalación y mantenimiento de estas máquinas para que la revisaran por si se había averiado. El técnico, que además es personal sanitario, observó que aparentemente no había fallado, sino que se había producido una desconexión voluntaria de un minuto y cuarenta segundos, que al parecer coincidiría con el momento en que el bebé sufrió la parada.

Las sospechas se centraron entonces sobre la madre, que estaba al cuidado del pequeño cuando sucedieron los hechos. El pasado viernes, el hospital remitió un oficio al Juzgado de Instrucción número 14 de Málaga, que estaba en funciones de guardia de incidencias, para que investigara el caso. Las pesquisas recayeron en el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional. Los agentes realizaron distintas gestiones, entre otras, comprobar cómo había podido desconectar el monitor, lo que requiere de conocimientos sanitarios. Así fue como descubrieron que la mujer había tenido instalado un equipo de esas características en su casa hace unos meses por otra dolencia del bebé, por lo que, siguiendo esa hipótesis, sabía manejarlo y cómo apagarlo.

Al día siguiente, los investigadores arrestaron a la madre y, tras arañar unas palabras suyas que sonaron a confesión, la pusieron a disposición de la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de la capital, que estaba de guardia de detenidos. La sospechosa, derrumbada tras su paso por comisaría y por los cargos que pesaban sobre ella, se acogió a su derecho a no declarar. La Fiscalía pidió su ingreso en prisión provisional por un presunto delito de asesinato en grado de tentativa, medida cautelar a la que no se opuso su abogado defensor, Miguel Criado, quien solicitó que permaneciera recluida en el módulo de enfermería para su observación y evaluación psiquiátrica.

La magistrada acordó que fuese encarcelada, aunque recogió en su resolución la petición expresa realizada por el letrado que asiste a la investigada. En el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre, donde permanece presa, se le ha aplicado el protocolo de prevención de suicidios.

El abogado Miguel Criado, que rehusó pronunciarse sobre los hechos que están bajo investigación, se limitó a pedir «prudencia y respeto a la familia, que está destrozada», y quiso destacar el trato «profesional y humano» que ha dado al asunto la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Málaga.

Tutela del menor

El subdelegado del Gobierno, que se sumó al tono de prudencia mantenido por el abogado, explicó que se estudió la posibilidad de que la Junta de Andalucía asumiera la tutela del pequeño, pero la jueza ha optado finalmente por dejarlo en manos del padre, a quien la detenida también se refirió durante su confesión espontánea en comisaría. «Por favor, mi marido no tiene nada que ver. Es un buen hombre y un buen padre. Quiero mucho a mis hijos y tienen que estar con él. Tengo mucho miedo de que me abandonen», concluyó antes de guardar, de nuevo, silencio.

Las distintas fuentes consultadas, que coincidieron en sus sospechas de que la mujer podría sufrir el síndrome de Münchausen por poderes, extremo que tendrá que ser investigado por un especialista, apuntaron a que el móvil del suceso no sería obtener una asistencia sanitaria que suele ser el objetivo que buscan las personas que padecen este trastorno mental, sino posiblemente «llamar la atención de su marido».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios