El Gran Hotel Miramar espera llenar el 60% de sus plazas el próximo año

El Gran Hotel Miramar encara su recta final para recibir los primeros huéspedes a finales de año con el objetivo de que en el 90 aniversario de este establecimiento este palacio vuelva a tener vida. "Mejor en novimebre que en diciembre", aseguró el presidente de Hoteles Santos, José Luis Santos, en un recorrido con la prensa en el que ya avanzó que esperan llenar el 60% de sus plazas en 2017 y alcanzar una ocupación media del 72% en el tercer ejercicio.

Doscientos obreros se encargan en estos momentos de ir recuperando detalle a detalle la obra de finales de los años 20 del arquitecto Guerrero Strachan, y que desde el lunes contarán con un refuerzo con la entrada de otros 50 empleados. El objetivo es dar un impulso a la todavía mucha obra por hacer en unas instalaciones, que Santos espera inaugurar en la primavera de 2017 "con la gente de Málaga y de Andalucía", dijo.

El propietario aseguró que crearán un centenar de empleos, aunque la selección de personal no comenzará hasta pasado septiembre. Las ventas 'on line' se activarán a primeros de enero, aunque ya hay reservas de clientes y de bodas. El primer enlace será en mayo y los contrayentes no son malagueños, sino madrileños. A éste le seguirán quince más.

En una visita, en la que se descubrieron los cuatro tipos de habitaciones inspirados en el estilo clásico y en el árabe del hotel, decoradas por Aneta Mijatovic, el director del hotel avanzó que el precio mínimo de la habitación sencilla irá desde los 200 hasta los 900 euros. El establecimiento cuenta con doscientas habitaciones, de las que 120 son premier, que es la básica; 25 son superior; otras 25 son suites imperiales, que ya contarán con servicio de mayordomo; y cuatro suites reales, que dispondrán de 80 metros, con terrazas de hasta 60 metros en las que se incluye un jacuzzi.

Como curiosidades, el hotel ha dejado cuatro de los calabozos de la etapa anterior como Palacio de Justicia, y convertirá la zona de la fachada principal en un jardín contemplativo, inspirado en la Finca de la Concepción.