Borrar
Marion Reder es catedrática, historiadora y académica.
«Con la ley de la Memoria Histórica se tergiversan hechos de un modo partidista»

«Con la ley de la Memoria Histórica se tergiversan hechos de un modo partidista»

Marion Reder Gadow. Catedrática de Historia Moderna en la UMA

Miguel A. Oeste

Domingo, 26 de junio 2016, 00:09

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Persona entusiasta, inquieta, curiosa, comprometida, polifacética. No podría ser de otra forma para una historiadora como Marion Reder. Habla con calma, en voz baja, soltando pensamientos que ella sabe que pueden escocer, pero no por eso se calla. Catedrática de Historia Moderna en la Universidad de Málaga, secretaria de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, Académica de número de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera, miembro de la Sociedad Erasmiana de Málaga y directora de la Academia Andaluza de la Historia para Andalucía Oriental. Todo se lo ha ganado a pulso, con esfuerzo y trabajo, multiplicando el tiempo y comprometiéndose hasta el final en cada asunto que aborda.

En estos tiempos inmediatos, ¿le interesa a la sociedad actual el pasado?

El pasado siempre interesa a las sociedades de cualquier tiempo. En el pasado se encuentran arraigadas las raíces que darán lugar al florecimiento de una nueva sociedad. La identidad de una sociedad, de una comunidad, de un país se encuentra en su trayectoria histórica. El triunfo de la serie de Televisión Española Isabel demuestra esa inquietud por un periodo histórico denostado en las últimas décadas. La Guerra Civil y el Franquismo también son temas, aunque más recientes, que interesan a la sociedad.

Puede ser, pero no se usa el pasado para leer el presente de un modo partidista

Efectivamente, algunos historiadores abordan ciertos temas enfatizando algunos aspectos y silenciando otros que no interesa que se conozcan. Con la famosa ley de la Memoria Histórica se tergiversan hechos y sucesos de un modo partidista, desviándose del rigor científico.

Usted es seguidora del pensamiento liberal de Madariaga, que defendía lo humano frente a lo económico, ¿cómo ve este mundo mercantilista?

El gran motor que ha movido el mundo ha sido la economía. Buscando los mercados asiáticos se descubrió América. En nuestros días sucede algo similar, los móviles, la Tablet, el AVE, etc. mueven la economía mundial y se producen avances en la medicina, la informática, la industria Podemos pensar que la sociedad se ha deshumanizado y, sin embargo, nunca ha estado más humanizada por la facilidad del contacto.

Pero una cosa es estar conectados y otra las relaciones humanas, que pienso van por caminos distintos

Podríamos considerarlas como unas relaciones humanas diferentes, no son contactos personales en los que se intercambian sentires. Los jóvenes buscan en las redes sociales a otros interlocutores, con los que intercambian opiniones, suben fotos, vídeos, sin importarles que otros curiosos anónimos participen de su intimidad, sin conocerlos y si pueden malinterpretar su criterio e incluso que puedan ser acosados en un futuro.

Usted ha estudiado la invisibilidad de la mujer en la Historia Moderna, ¿qué papel cree que tiene en estos momentos comparado con el pasado? ¿Siguen siendo invisibles?

Las féminas hemos conseguido equipararnos a los hombres, demostrando que con una buena formación podemos alcanzar los mismos logros que nuestros compañeros. Ahora bien, sin llegar al extremo opuesto. Creo que las mujeres tienen unos condicionantes biológicos específicos, que en un momento de su vida son decisivos para lo que podemos considerar su triunfo profesional. Tienen que elegir entre la maternidad, la vida en familia, o alcanzar una meta en la profesión. No me gusta la paridad, pues no se debe ocupar un lugar en una Institución, o en una empresa, por el hecho de ser mujer, sino por su valía personal, por su preparación o por su inteligencia.

También ha investigado sobre el sistema urbano y las sociedades, ¿realmente hay integración del patrimonio en la ciudad?

Depende de la ciudad que estemos hablando. Si viajamos a otros países europeos, sí observamos la integración del legado del pasado, del patrimonio, en la ciudad. Un ejemplo es el de la ciudad de Dresden, en Alemania, arrasada por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, se ha reconstruido tal y como era con anterioridad. Una ciudad española donde se preserva el patrimonio es la de Ávila, Segovia, etc.

¿Y Málaga?

Pues es triste comprobar cómo se derriban edificios de una determinada época, que puede que no tengan un gran valor arquitectónico, pero que son un testimonio de cómo vivieron los malagueños en épocas pasadas, su economía, su forma de vida, sus costumbres.

Los estudios de Historia se caracterizan por el compromiso moral, social e intelectual. ¿No le parece que la sociedad va por otro lado?

Lamentablemente el compromiso moral no se valora. El alumno quiere obtener un título como sea y no aprecia si los conocimientos adquiridos durante su carrera son el mejor bagaje que puede tener para el futuro, para su profesión o para su situación en la sociedad. En las aulas se ha perdido el dialogo entre profesores y alumnos, el razonamiento, el interés por ampliar conocimientos y adquirir las herramientas necesarias. Escuchan pasivamente lo que les dice el profesor sin plantearse opiniones propias y puede ser una deriva muy peligrosa.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios