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Un viaje de mil kilómetros a contrarreloj

Juan Soto

Martes, 21 de junio 2016, 00:36

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No sabe la marca ni el modelo del coche en el que cruzó el país, las provincias por las que pasó ni las horas que se tiró al volante. Inés Méndez, una joven opositora que ayer debía examinarse de profesora en Asturias, sólo recuerda que tuvieron que realizar más de mil kilómetros para presentarse a un examen en el que se juegan media vida. Tras conocer que el vuelo en el que debían viajar a Oviedo se había suspendido, decidió coger el coche y lanzarse a la aventura junto a otras tres personas (dos andaluces, una asturiana y ella, extremeña). «Parecíamos un chiste», relataba horas después ya un poco más tranquila tras realizar el examen.

Tras analizar las diferentes rutas y estudiar si les daría tiempo a llegar, los cuatro se montaron en el coche a las 22.45 horas y llegaron a Asturias a las 8.15, con el tiempo justo para coger un taxi y dirigirse a la diferentes sedes en las que se celebraban los exámenes. «Solo paramos cada dos o tres horas para realizar cambios de conductor porque íbamos con el agobio de que no nos iba a dar tiempo a llegar». Aunque confiesa que se lo pasaron bien en el viaje, lamenta que la compañía aérea no ofreciera otras alternativas a los opositores porque «hay gente que se jugaba algo más que un sueldo».

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