La resaca del cartel de la feria

Se le espera como agua de junio y marca un antes y un después. El cartel de la Feria de Málaga se ha vuelto una cita ineludible en el calendario de la ciudad así como el encendido de las luces en Navidad.

Pero ambos eventos comparten una máxima común: nunca salen del todo indemnes. En las últimas ediciones del cartel de feria ha habido legiones en contra, generalmente, y algunos tercios a favor. El lado negativo en las opiniones en este país siempre ha pesado mucho; eso es innegable. Así que el pintor o diseñador gráfico que resulta agraciado como ganador del concurso del cartel de feria debe, además, prepararse psicológicamente para el aluvión de críticas que recibirá casi a buen seguro. Algunas realmente descarnadas, como las leídas estos días en la redes sociales, que se han erigido en una especie de circo romano en el que es difícil dar la vuelta al ruedo en vista de que los leones acechan en cualquier esquina. Parece una especie de catarsis del pueblo, en el que una vez destripada la obra, el personal desfoga sus iras y se queda aliviado. Como si se quitase un peso de encima.

Pero no todo en esta pasión tiene su lado negativo. Como se escriben ríos de tinta y se fabrican memes variados lo cierto es que el cartel de feria cumple con creces su cometido: dar a conocer dos meses antes las fiestas mayores de Málaga. Como dirían en la tele, para bien o para mal, rompe el share. Esta semana, ya en la resaca de su presentación, artistas, diseñadores gráficos y ediles reflexionan sobre el jurado y el método para elegirlo así como de que las bases deben dar pistas más exhaustivas sobre cómo elaborarlo a los artistas o diseñadores que se presentan cada año.

Ediles y artistas. ¿Qué piensan de la elección?

Cómo debe elegirse el jurado es uno de los temas que más preocupan a los artistas plásticos y gráficos así como a los ediles de diferentes partidos consultados por este periódico. Los portavoces del PSOE, Málaga Ahora e IU-Málaga para la Gente, María Gámez, Ysabel Torralbo y Eduardo Zorrilla, respectivamente coinciden en que, además de un jurado experto, debería participar la población a la hora de elegir el cartel. Para empezar Torralbo afirma que debería explicarse por qué se elige a determinado jurado, a lo que Zorrilla apunta que sería interesante que el jurado experto seleccionase una terna de carteles y que éstos más tarde estuviesen expuestos a para la elección final de los ciudadanos, «ya sea vía web o por otros métodos», como puntualizaba Gámez. En una línea similar está el presidente de la Asociación de Artistas Plásticos de Málaga (Aplama), Francisco Jurado;que considera que sería un buen jurado uno compuesto por expertos y la sociedad civil, pero que debería estudiarse cómo. El portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá, sin embargo, no tiene nada en contra de cómo se elige actualmente el cartel, pero sí explica que le «resulta muy cansina la misma polémica todos los años».

Por su parte, el profesor de Diseño Gráfico de la Escuela de Artes de San Telmo, Alfonso Simón, considera que el jurado debe ser al 100% experto al igual que el presidente de la Asociación Andaluza de Diseñadores, Mateo García; o el artífice del cartel del año pasado, Carlos Capella, quien añade que un jurado debe estar compuesto por profesionales y no «por una injusta votación popular», explicando, además, que el jurado del cartel de la feria de Málaga le sorprendió por su cualificación el año pasado, así como por su método de elección.

Concurso. Definir mejor las bases

Tanto artistas plásticos como diseñadores gráficos y algunos ediles coinciden en que las bases del concurso deberían ser más específicas. Para Simón sería interesante realizar un brainstorming (lluvia de ideas) para ver cómo se elabora la imagen de la feria «porque construye la imagen de la ciudad, la marca». Jurado estima, por su parte, que deberían incluirse en las bases elementos comunes de Málaga y su provincia mientras que para García y Capella existe un gran desconocimiento de las artes gráficas, y el primero puntualiza que deben reflejarse muy bien los códigos o elementos que debe incluir un cartel para las fiestas grandes de Málaga. Como reflexión final, casi todos subrayan que es desagradable el escarnio público al que está sometida cada año la obra y su autor(a) pero, en general, entienden que la democratización de las redes lleva aparejada que algunos no sepan hacer críticas sin desollar literalmente al afectado. En fin, lo que viene pasando en otros muchos campos.

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