Junta y Ayuntamiento discrepan sobre el origen de la plaga de mosquito tigre
La administración local asegura que el foco está en el paraje natural mientras la autonómica apunta al campo de fútbol de Guadalmar
Francisco Jiménez
Jueves, 9 de junio 2016, 00:38
A la espera de que lleguen a Málaga miembros del reputado Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación de Huelva (se baraja el próximo ... lunes 20), las administraciones malagueñas siguen sin determinar dónde está el origen de la plaga de mosquitos tigre que está afectando a zonas residenciales próximas a la desembocadura del río Guadalhorce como Parque Litoral, Sacaba Beach, San Julián y Guadalmar. No sólo no consiguen localizarlo, sino que incluso contemplan hipótesis radicalmente contrarias. Mientras en la Junta de Andalucía ponen sus miras en los sistemas de desagüe del campo de fútbol de Guadalmar, que es de césped artificial aunque se riega con frecuencia, en el Ayuntamiento dan por hecho que el foco está en el río. «Para nosotros, el origen está clarísimamente en el río, donde no se puede hacer el tratamiento al tratarse de un paraje natural», asegura el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez.
Unas discrepancias que de momento se mantendrán hasta el próximo lunes 20, día en el que a priori está previsto que visiten la zona biólogos procedentes de Huelva, que lo harán avalados por una dilatada experiencia de más de tres décadas con un equipo de trabajo formado por 60 profesionales que abarca a los once municipios del entorno de las marismas. En este sentido, cabe reseñar que en enero la Consejería de Medio Ambiente ya remitió un escrito a la Diputación de Huelva para que asesorara al servicio de salud ambiental del Ayuntamiento de Málaga.
Mientras tanto, los técnicos municipales continúan con el tratamiento puesto en marcha en la red de alcantarillado y los canales próximos al paraje natural, pero sin adentrarse en este espacio protegido donde no pueden intervenir. Donde también lo hacen es en el resto de arroyos y balsas de agua de la zona, como el situado junto al campo de golf. «Este arroyo se creó de forma artificial y apenas tiene mantenimiento, por lo que el agua permanece estancada y los mosquitos se multiplican por mil», critica el presidente de la comunidad de propietarios de la urbanización Guadalmar Golf, Carlos Sánchez.
Comunidades de propietarios
Ante las dificultades para frenar la propagación de este insecto debido a la facilidad y rapidez con la que se reproduce (le basta con el plato de una maceta para poner entre 700 y 100 huevos), el Colegio de Administradores de Fincas ha trasladado a todos sus asociados una circular con consejos de prevención para que los difundan entre las comunidades de vecinos, tales como evitar la acumulación de agua en zonas ajardinadas o tapar la piscina si aún no está en uso. «En ciudades como Castellón, el 80% de los focos estaban en suelo privado, por lo que hemos hecho un llamamiento a la responsabilidad de todos los ciudadanos para que con colaboración podamos frenar la propagación del mosquito tigre», afirmó el presidente del Colegio de Administradores, Fernando Pastor.
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