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José Manuel Alday
Martes, 7 de junio 2016, 08:57
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La Malagueta podría considerarse una zona residencial por su ubicación en un entorno privilegiado, cerca del mar, calidad de vida y servicios. Pero Pilar Sánchez dice que no está de acuerdo con esa denominación y sostiene que en La Malagueta «impera la ley de la selva». «Aquí los bares ponen las sillas y las mesas donde quieren, incluso uno de ellos, en la calle Cervantes con el Paseo de Reding, se ha apropiado de un banco público que utiliza para poner sus enseres», dice. Agrega que «los coches aparcan en las esquinas de las calles bloqueando los pasos de peatones sin que nadie les diga nada». Y señala que «los señores del barrio sacan a los perros a la calle y estos hacen sus necesidades donde se les antoja». Además da cuenta de que en las calles de La Malagueta «se interrumpe el paso por la acera ante cualquier pretexto, como la inauguración de un negocio, etcétera». Una apreciación que, como se ve, no es nada positiva sobre uno de los barrios más señeros de la capital y que trata de recuperar su mejor momento precisamente ahora con la próxima inauguración del Gran Hotel Miramar, situado en las inmediaciones, y que seguro supondrá un impulso importante a una zona que en los últimos años ha sufrido un declive en su actividad comercial y hostelera.
Calle Maestranza: ¿árboles enfermos?
Por cierto que otro lector advierte que los naranjos de la calle Maestranza, en el mismo barrio de La Malagueta, «tienen bichos y están todos enfermos». Posiblemente se trate de alguna situación puntual que haya afectado a estos árboles, por lo que deberían ser revisados.
Paseo Ciudad de Melilla: atascos y asfalto deficiente
Se queja otro lector de que el paseo marítimo Ciudad de Melilla, en el tramo comprendido desde la residencia militar hasta el antiguo restaurante de Antonio Martín, siempre está colapsado de tráfico y dice que la circulación por esa zona es «caótica». Y es que allí existe un único carril de circulación, y entre los coches que se disponen a aparcar en la zona azul, los autobuses de la línea de la EMT y los autocares turísticos que transportan a los viajeros de los distintos cruceros que por suerte vienen al puerto de la ciudad, además de los coches de caballos, que también pasan por ese paseo, al ser uno de los tramos de su recorrido turístico, efectivamente la circulación se hace bastante penosa y hay que armarse de paciencia. Por no hablar del mal estado del asfalto en ese tramo, que presenta muchas irregularidades y badenes.
Protesta: suciedad en las calles
«Salvo la calle Larios y la zona del centro de Málaga, el resto de la ciudad está muy sucia y deberían limpiar más a fondo», dice una ciudadana en una llamada efectuada al teléfono de esta sección.
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