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Asociaciones de padres se concentran para pedir la retirada de amianto en los colegios de sus hijos

Asociaciones de padres se concentran para pedir la retirada de amianto en los colegios de sus hijos

Varias AMPAS han protestado esta mañana ante el Edificio Negro en busca de una solución a un problema que pone en riesgo la salud de los escolares

MIGUEL NAVAS

Martes, 17 de mayo 2016, 15:31

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En los años 70 y 80, el amianto era un material común en la construcción de edificios, por eso son muchos los lugares de Málaga que cuentan con este elemento en sus infraestructuras. La Delegación Provincial de Educación en la capital es uno de estos lugares, pero hace dos años se remodeló y eliminó todo el amianto. Precisamente ante este edificio se han concentrado esta mañana varias asociaciones de padres y madres de la capital, pidiendo que los colegios e institutos sigan el mismo camino que el Edificio Negro.

Desde 2008 está en conocimiento la situación del colegio por la Junta de Andalucía, afirma Paco Jara, presidente de la AMPA del colegio José Calderón (Campanillas), promotor de esta protesta. Como el suyo, son muchos los centros fabricados con amianto, un material con una vida útil de 20 a 50 años, por lo que es ahora cuando empiezan a notarse los efectos perniciosos de este material, calificado cancerígeno de tipo 1 por la la Organización Mundial de la Salud.

Junto a los representantes escolares, la concentración contó también con la presencia de varias organizaciones que luchan contra este problema, como la Plataforma Málaga Amianto Cero, cuyo presidente, Paco Puche, considera que los niños son más vulnerables, ya que están más expuestos y todavía se están formando corporalmente. Además, se trata de una enfermedad que se desarrolla a largo plazo, por lo que los alumnos de estos centros podrían padecer cáncer cuando tengan 20 años, por lo que será imposible saber si el amianto es la causa, como advierte Puche.

También miembro de la Plataforma, Antonio Somoza, cifra el total de centros afectados en más de 200, un 30% del total de la provincia, aunque asegura que es una estimación a la baja, ya que no disponen de los recursos suficientes para analizar cada caso particular, por lo que el estudio se ha basado en una visita a los edificios en peor estado. Somoza carga también contra las constructoras que, según él, tenían constancia del problema que suponía utilizar amianto cuando comenzaron a edificar en los años 70.

Pese al elevado número de afectados, la concentración contó con un apoyo reducido de centros. Mari Ángeles Guzmán, secretaria del AMPA del José Calderón, explica esta situación alegando que a muchos sitios les dicen que no hay problema, que ya lo retirarán, pero nosotros llevamos ocho años escuchando esa misma cantinela. Y es que el centro de Campanillas lleva librando una dura batalla contra la Junta de Andalucía para solucionar este asunto, sin embargo, según apuntan Guzmán y Jara, la institución no deja de poner excusas para prolongar el problema, pese a que el Parlamento Europeo ha decretado 2028 como fecha límite para eliminar el amianto de todos los edificios. Estamos en 2016, se están quedando sin tiempo, sentencia la secretaria.

Desde las asociaciones, insisten en culpar a la entidad presidida por Susana Díaz, pues los ayuntamientos de las distintas localidades sí se han mostrado propensos a ayudarlos en su situación. En 2013, todos los partidos políticos hicieron una reunión en el pleno del Ayuntamiento y salió por unanimidad la retirada de las cubiertas, pero en 2014 anunciaron que las estaban en muy mal estado y que ya no era cuestión de mantenimiento, sino de reposición, dice Jara en relación a las labores que el consistorio ha realizado en su centro para tratar de aminorar el efecto del amianto; estamos esperando que la concejala del distrito (Elvira Maeso) nos dé cita, también se la hemos pedido a la directora general de Educación en Málaga (Patricia Alba), pero de momento, nada, afirma Guzmán, quien no oculta su malestar ante la dejadez institucional del problema, un pensamiento que comparte con Paco Puche, quien asegura que esto es un problema de voluntad política.

De momento, la solución al problema no se vislumbra en el horizonte, aunque las asociaciones no cejarán en su empeño. Ya verás como nos escuchan, si no lo hacen hoy, ya lo harán otro día, sentenciaba una de las madres presentes en la concentración.

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