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Turistas contemplan los cruceros atracados en el puerto de Málaga.
La Costa del Sol, ante el reto de la 'burbuja turística'

La Costa del Sol, ante el reto de la 'burbuja turística'

El sector coincide en que la temporada alta superará la histórica de 2015 por una alta demanda de turistas extranjeros, que han dejado de viajar a Turquía, Egipto o Túnez

Pilar Martínez

Domingo, 8 de mayo 2016, 01:16

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La Costa encara con más que optimismo el verano de la 'burbuja turística', a la que insuflan viajeros, por miles, la insólita coincidencia de que los tres grandes competidores de sol y playa del Mediterráneo, Turquía, Túnez y Egipto, están en sus horas más bajas. El sector quiere aprovechar esta oportunidad única para dar un salto exponencial en el escenario internacional, que será el artífice de revalidar con creces, a tenor de las previsiones, las cifras récords de la temporada alta pasada. Hoteleros, agencias de viaje, empresarios de playa, de restauración, ocio y rentacar coinciden en que este verano incrementarán su actividad en una horquilla que va desde un aumento del 4% de las pernoctaciones hoteleras entre junio y octubre hasta el 15% que barajan como incremento del negocio los chiringuitos.

A la fuerte demanda de los mercados tradicionales, en los que crecer a ritmo de dos dígitos se ha convertido en algo habitual pese a que son países en los que el volumen de viajeros es ya muy destacado, se une la firme recuperación del mercado español y el pronóstico de que despeguen con fuerza mercados emergentes que aportan altas rentabilidades como es el ruso. Y es que las consecuencias de los últimos atentados terroristas en los que han muerto turistas alemanes, británicos y rusos en Egipto y en Turquía han provocado un desvío masivo de viajeros que más que sol y playa y, por encima, del factor precio, buscan seguridad en su más extensa definición. Las imágenes, abriendo durante varios días los informativos en las televisiones, de miles de ingleses atrapados el pasado noviembre en el aeropuerto más turístico de Egipto, tras estallar en el aire un avión cargado de turistas de Rusia, han pasado factura a un destino que esperaba atraer este año 12 millones de viajeros. Una buena parte de ellos son los que acomodan con continuas ampliaciones de contratación de camas en las zonas españolas los principales touroperadores, que ya emplearon el verano pasado la misma estrategia para los visitantes de prestado de Túnez, que está fuera del mercado turístico también por atentados contra turistas. Sin embargo, lo que disparará la demanda extranjera es la inestabilidad de Turquía, un país al que han dejado de viajar un 40% de alemanes, tras la muerte de varios viajeros germanos en una céntrica plaza de Estambul. De ahí, que el sector turístico de la Costa del Sol insista en que el principal incremento se espera en la llegada de turistas de Alemania, un mercado en el que la provincia malagueña no acababa de arrancar y ahora despega con fuerza. La crisis de Turquía tendrá un gran impacto, al tratarse de un destino que esperaba superar los 40 millones de viajeros este año, de los que 5,2 procedían de Alemania y 4,4 millones de Rusia, país que desde el derribo de un avión militar en la frontera turca ha suspendido los vuelos charter con el país otomano, que además era el lugar preferido para viajar por los rusos. Tampoco podrán salir de vacaciones a Egipto por las mismas circunstancias, solo que, en este caso, la crisis de Rusia con dicho país estalló por el atentado contra un avión con más de 200 turistas eslavos.

A este escenario decadente se une Grecia, que si bien mejora en reservas, no ha conseguido reponerse aún del revés de los últimos años.

El nuevo panorama ha dejado ya su huella en la temporada baja, en la que en el primer trimestre del año ha crecido un 18,8% las pernoctaciones de turistas extranjeros. Y espera dejar un mayor rastro en el verano. Comenzando por este mes de mayo, en el que varios directores de hoteles apuntan a que será el que dé la sorpresa del año con indicadores que hacen pensar que la Costa avanza a pasos de gigante hacia una temporada alta de medio año, de mayo a octubre.

El presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol, Luis Callejón Suñé, señaló que la inestabilidad de los competidores se nota, sobre todo, en una mayor demanda de los alemanes, también de británicos y aún está en el aire el tirón de los rusos. Sin embargo, dejó claro que no habrá problemas para encontrar camas en el destino. «Es impensable que se llegue a un 100% de ocupación. Estaremos en torno al 85%, aunque habrá hoteles llenos», dijo. Avanzó también, que a la advertencia de los operadores de que se dispararán las reservas internacionales, los españoles han reaccionado con un incremento de petición de habitaciones de forma anticipada.

«Desde la crisis no habíamos recibido tantas reservas a estas alturas de año para agosto de españoles, que contratan sin preguntar por la existencia de ofertas, que no parece que las vaya a haber», dijo el presidente del Consejo de Turismo de la CEA, Miguel Sánchez. Algo en lo que coincide Callejón Suñé: «están siendo más previsores». Motivos no faltan. Los hoteleros tienen claro que superarán los 2,7 millones de viajeros que se alojaron entre junio y octubre de 2015 en sus establecimientos y los más de 11 millones de pernoctaciones. Cifras en las que los actores principales ya fueron los visitantes extranjeros, que crecieron en este periodo a un ritmo del 11 %, y eso que Turquía estaba en pleno auge. Pese a esta férrea competencia, que este año se ha desvanecido, los hoteles cerraron la temporada alta con una ocupación media de 72,4%, un 2,5% más que en 2014.

Desde la Asociación de Agencias de Viajes de Andalucía (Aedav), Luis Pérez, constató que los touroperadores extranjeros están provisionando más camas de las que tenían contratadas por la inestabilidad de los competidores del Mediterráneo para garantizarse las plazas en los principales destinos españoles, entre ellos, la Costa del Sol. Así que si las previsiones para el verano eran buenas, a la vista de estos movimientos se esperan cumplir con solvencia los pronósticos de crecimiento. «Esperamos entre un 5 y un 6% más de ventas, pero puede pasar como en 2015 en el que se preveía este mismo porcentaje y, al final, alcanzamos el 8%», señaló.

En esta misma línea, José María Yagüe, presidente de la Asociación de Empresarios de Parques de Ocio, avanzó que se espera rozar los cuatro millones de clientes a los 25 centros que reúne la provincia. Esta cifra supondrá atraer entre un 5 y un 6% más de visitantes. «Están creciendo de forma notable los mercados tradicionales, como el británico y el alemán, pero también se esperan más españoles y con mayor alegría en el gasto. El previsible aumento de rusos, aún no se nota», precisó.

La presidenta de la Asociación de Empresarios de Vehículos de Alquiler de Andalucía (Aesva) y propietaria de Prima Rent a Car, Ana María García, advirtió que se ha llevado a cabo una mayor renovación de la flota ante las expectativas de crecer en una horquilla del 5 al 10% de la mano del tirón de la demanda internacional. «La provincia cuenta con 25.000 vehículos, por lo que creemos que no habrá problemas de escasez de coches, entre otras cosas porque coincide con que se ha ampliado la flota y se han creado más empresas», declaró García.

Los empresarios de playas son los más optimistas y pronostican un aumento del 15% en el volumen de facturación en este verano, una cifra superior a la registrada el pasado año en que ya se empezó a constatar un mayor consumo. «Hay un turista que viene desviado de otros mercados, pero también la Costa espera a ese viajero que vuelve tras reencontrarse con un destino nuevo en el que disfrutar de un oferta renovada y adaptada a sus necesidades, así como de unas infraestructuras y servicios que son todo un privilegio», declaró Manuel Villafaina, presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de la Costa del Sol, para afirmar con contundencia que esperan una temporada alta «espectacular, que ya ha arrancado porque mayo ha comenzado muy bien y se mantiene con una alta demanda», matizó.

Esa densidad de tráfico crece a diario en el aeropuerto de Málaga en el que desde finales de marzo hasta octubre más de medio centenar de aerolíneas ofertan 13,5 millones de asientos para volar a 123 destinos del mundo sin escalas. El incremento del 15% de plazas es un síntoma claro de las expectativas que barajan. De hecho, el director de Ventas para España y Portugal de Ryanair, José Espartero, confirmó que la compañía ha contado en la programación para el verano con este incremento de turistas extranjeros hacia la Costa por la inestabilidad de los competidores del Mediterráneo. La aerolínea líder en pasajeros en el aeropuerto de Málaga ha elevado hasta nueve los aviones basados en la capital de la Costa del Sol para volar a 52 destinos europeos con un total de 289 vuelos a la semana. «Notamos que España tiene viento en popa», dijo.

Esta 'burbuja turística' como todas ellas suponen una gran oportunidad si se hacen los deberes y entrañan un riesgo si se piensa sólo en sacar el máximo partido en el mínimo tiempo. Para evitar que se pinche y sea flor de un verano, el sector tiene claro que el objetivo de esta temporada alta es fidelizar a estos nuevos viajeros y convertirlos en prescriptores para hacer de esta situación coyuntural una estructura de mercado. Las recetas para ellos pasan por la de que hay que conseguir que el turista se sienta como en casa, que aportó Villafaina, a la de ponerse en la piel del viajero y tratarlos como a cualquiera le gusta que le atienda cuando está de vacaciones, que sugirió Callejón. El presidente de Aehcos también aprovechó para reivindicar la necesidad de avanzar en el saneamiento integral «porque vendemos sol y playa y si dejamos la oferta en solo sol quemaremos a los turistas. Es fundamental que el mar reluzca», precisó.

Luis Pérez insistió en que la clave para consolidar este crecimiento es dar el mejor servicio, mientras que García señaló la importancia de poner en valor más que nunca los valores de hospitalidad y amabilidad en los negocios de rentacar que son el primer contacto y el último del turista con el destino.

La Costa del Sol está convencida de que esta 'burbuja turística' se convertirá en una gran oportunidad.

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