Borrar
Concentración en la plaza de la Constitución, que se celebra los segundos miércoles de cada mes, a las 20.00 horas. :: S. Fenosa
Málaga se suma a la iniciativa Círculo del Silencio, que promueve la solidaridad con los inmigrantes

Málaga se suma a la iniciativa Círculo del Silencio, que promueve la solidaridad con los inmigrantes

En estos encuentros, los segundos miércoles de cada mes en la plaza de la Constitución, se invita a reflexionar sobre el drama de los refugiados

ANA MARÍA MEDINA

Domingo, 17 de abril 2016, 01:26

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En la misma semana en que el papa Francisco ha viajado a Lesbos para encontrarse con los refugiados que están en la isla, Málaga se une a la iniciativa Círculo del Silencio, que se realiza ya en numerosas provincias españolas para invitar a la reflexión sobre la acogida a las personas obligadas a migrar.

Los segundos miércoles de mes, a las 20.00 horas, la plaza de la Constitución se convierte en escenario de este gesto pacífico. Los Círculos del Silencio están inspirados en la «no violencia» y tienen su origen en Francia, por iniciativa de un sacerdote franciscano, Alain J. Richard, que busca promover la solidaridad con los inmigrantes y que apela a la conciencia de quienes hacen las leyes, de quienes las aplican y de aquellos en cuyo nombre son hechas. La Diócesis de Málaga ha decidido adoptar este gesto como parte del trabajo conjunto que realiza con las diócesis de las «dos orillas», las que se encuentran a ambos lados del Estrecho, y con las que trabaja de forma periódica en encuentros propiciados por Cáritas, Confer, Justicia y Paz y las delegaciones de Migraciones.

«Si no cambiamos nuestras conciencias, no podremos cambiar el mundo. Ésa es la premisa sobre la que gira este encuentro en el que pueden participar creyentes y no creyentes», explica Ramón Muñoz, delegado de Migraciones de la Diócesis de Málaga.

En este encuentro se invita a todos los asistentes a reflexionar durante media hora, en silencio, sobre el drama que están viviendo los emigrantes y refugiados. El objetivo no es promover acciones concretas, sino, como explica Ramón Muñoz, que cada persona «a raíz de esta reflexión, se sienta interpelada y urgida a actuar en su propio ambiente acogiendo a estas personas, dándole voz, porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos. No podemos caer nosotros mismos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que anestesia el ánimo, como nos recordaba el papa Francisco en la bula de convocación del Jubileo de la Misericordia. Nuestra denuncia y nuestra presión pueden hacer cambiar la política de nuestros gobiernos». Y añade: «con este gesto queremos hacer realidad la recomendación que nos hacía el Papa a las diócesis, de que la celebración de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado no se redujera sólo a un hecho puntual. Por eso ponemos en marcha el Círculo del Silencio con vocación de perdurabilidad, hasta que los derechos de estos hermanos nuestros sean respetados».

Y es que donde Europa ve una amenaza, la Iglesia católica sigue viendo una oportunidad de fraternidad. Las noticias sobre el acuerdo de la Unión Europea con Turquía fueron recibidas con pesar por el delegado de Migraciones de la Diócesis de Málaga. El conocimiento profundo que le ofrece trabajar en este ámbito en una Diócesis de frontera le hizo interpretarlas como una decisión rápida e influenciada por los sectores más xenófobos de la sociedad. «Estamos ante una política disuasoria. Se quiere evitar a toda costa la llegada de nuevos refugiados a las costas europeas. Cuando lleguen serán ingresados en centros de internamientos, similares a los CIE de España, y posteriormente serán enviados a Turquía. Existen dudas de que se garanticen los derechos que tienen las personas solicitantes de asilo y de que se pueda considerar a Turquía como un 'Estado seguro'». Para Ramón Muñoz se produce un proceso discriminatorio, sólo centrado en la población siria, y en el que si no se establecen vía seguras y legales de acceso, estas personas buscarán rutas más peligrosas: Libia, Europa del Este o Ceuta y Melilla «y las mafias seguirán 'haciendo su agosto'».

«No están dando la talla»

«Es preocupante cómo se están desarrollando los acontecimientos, explica por su parte Francisco Jiménez, responsable de acogida a refugiados de Cáritas Málaga. Los gobiernos europeos no están dando la talla ante una situación que, cada día, es más grave. En vez de promover políticas de migración basadas en la protección y la acogida, han optado por el control de fronteras. Pero al igual que es grave la postura de nuestros gobiernos europeos, es preocupante el aumento del racismo y la xenofobia que se da en Europa, criminalizando y responsabilizando a quienes precisamente están huyendo del horror del fanatismo y la guerra» explica.

Mientras se trabaja por despertar las conciencias, la Iglesia de Málaga continúa poniendo sus recursos a disposición de las entidades que gestionan el asilo, y sigue preparando espacios para la acogida de refugiados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios