Málaga ya tiene sus cuentas para 2016

A pesar de que era una cita importante por el hecho de que una ciudad necesita tener sus presupuestos aprobados y los del Ayuntamiento van con más de tres meses de retraso, el pleno de esta mañana se ha resuelto casi a modo de trámite. No ha habido sorpresas, en parte porque los grupos se han mantenido en las posturas que ya llevan días anunciando (PP y Ciudadanos a favor y PSOE, Málaga Ahora y Málaga para la Gente en contra) y además porque también las intervenciones se han ajustado al esquema previsto.

El debate ha oscilado entre la defensa a ultranza de unas cuentas que son las que la ciudad necesita, en palabras del edil de Economía, Carlos Conde, y quejas generalizadas desde la bancada de la oposición, que acusan al equipo de Gobierno de haber diseñado un presupuesto triste y estancado, como la ciudad, en palabras de la portavoz socialista María Gámez. Arrancaba la sesión el propio Conde recordando que el presupuesto total de 728,3 millones de euros que Málaga tendrá en 2016 son el reflejo del consenso y de la actitud de diálogo del equipo de Gobierno con todos los grupos. En este sentido, el concejal ha recordado que las cuentas municipales han incorporado muchas de las 181 propuestas que han planteado el resto de las formaciones, sobre todo en materia social, y ha pedido que no se vote no simplemente por un cálculo electoral.

La de cal y la de arena la puesto el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Juan Cassá, que a pesar de que en su primer turno de palabra ha animado al resto de los grupos a votar sí para no poner palos en las ruedas de la recuperación en un claro gesto de apoyo al equipo de gobierno, luego ha afinado sus dardos contra el alcalde, hacia quien se ha dirigido de manera vehemente: Le recuerdo que es hora de darle un impulso al acuerdo de investidura, le ha dicho a Francisco de la Torre poco después de afearle que parece que el equipo de gobierno se siente muy cómodo en el enfrentamiento (haciendo referencia a la disputa entre los cinco grupos de la Casona. También le ha recordado los 21 millones tirados a la basura en el Astoria o los 40 de Tabacalera y le ha insistido en el hecho de que su grupo ha votado sí a las cuentas a pesar de que es un presupuesto poco ambicioso que arrastra actitudes del pasado.

En la misma línea se han situado el resto de grupos de la oposición, que aunque han valorado que las cuentas incluyan partidas para algunos de sus proyectos están faltos, sobre todo, de un mayor contenido social. Así lo ha destacado el portavoz de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, que ha arrancado su intervención criticando el retraso en la entrada en vigor de las cuentas -previsiblemente lo harán el próximo 8 de abril, después de las alegaciones- y que sobre todo ha justificado su voto en contra en el hecho que los números plantean un escenario de recuperación que es irreal. Algo parecido a lo que ha destacado la portavoz de Málaga Ahora, que en un discurso plagado de citas y referencias históricas ha resumido el sentir de su grupo en una frase de Santo Tomás de Aquino que ha repetido hasta en cinco ocasiones: En extrema necesidad, todo es común.

De nuevo además se ha producido el imprescindible rifirrafe entre María Gámez y el alcalde a cuenta del enfrentamiento institucional entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, y de otra parte entre la portavoz socialista y el propio Conde a cuenta de una partida específica en materia de violencia de género a la que el edil popular ha hecho referencia y que Gámez no ve por ninguna parte. Además, la portavoz socialista ha lamentado que se ha perdido un tiempo precioso en el debate de las cuentas y también ha recurrido a una frase hecha para abundar en la crítica a los presupuestos: Los números, convenientemente torturados, hablan lo que haga falta.