Borrar
Abla e Ignacio, junto a Nanook, ayer en la zona en la que se produjo el rescate.
Rescatan a un hombre que se ahogaba gracias a los ladridos de aviso de un perro

Rescatan a un hombre que se ahogaba gracias a los ladridos de aviso de un perro

El animal comenzó a tirar de la correa durante su paseo matutino y llevó a su dueño hasta la zona donde se escuchaban los gritos de auxilio

Alvaro Frías

Viernes, 11 de marzo 2016, 00:01

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Como cada mañana, todos se despertaron en casa a la vez. Una vez más se repetía el mismo ritual: Ignacio se preparaba para salir a pasear al perro, mientras que su pareja, Abla, le daba de comer al can. Sin embargo, ayer, el tranquilo recorrido que repiten a diario iba a acabar lleno de vehículos de emergencias y de improvisados socorristas, que salvaron la vida de un hombre que se estaba ahogando gracias a los ladridos de Nanook.

Así es como se llama el protagonista de esta historia. Un labrador de color chocolate que hace apenas un año llegó a la casa de Ignacio y Abla. «Un compañero del trabajo me dijo que si quería un cachorro y se lo propuse a mi pareja, que es una enamorada de los perros, así que Nanook acabó con nosotros», explicaba Ignacio.

Viven en una pequeña casa de la que salen hasta tres veces al día para pasear al perro. Ignacio se encarga del primero de ellos antes de marcharse a trabajar. El recorrido puede variar, pero siempre pasa por el Muelle Uno en dirección a la Farola.

Fue precisamente en esa zona donde sucedieron los hechos. «Eran las siete y media de la mañana y aquello estaba muy tranquilo, no había nadie», decía el dueño de Nanook. De repente el perro comenzó a ladrar y a tirar de la correa hacia la zona del Palmeral de las Sorpresas.

«Me sorprendió mucho que ladrara tan desesperado, porque nunca lo hace, y que tirara de la correa hacia esa zona», indicaba Ignacio. Decidió seguir al animal y unos pasos después entendió el por qué de la insistencia del perro.

Ignacio comenzó a escuchar los gritos de auxilio de una persona, que se agarraba desesperadamente a una de las defensas que hay en los muelles para proteger el casco de los barcos. «El perro no paró de tirar hasta que se asomó para ver lo que estaba pasando, si le dejo se tira al agua para sacar al hombre de allí», señaló.

La actuación

Pero había una gran altura e Ignacio decidió buscar a alguien que le ayudara en el rescate. A la primera persona que encontró fue a un operario de limpieza de Muelle Uno, que avisó también inmediatamente al personal de seguridad. Finalmente, entre todos y con la ayuda de un corredor que hacía deporte a esas horas, tiraron al agua un rosco salvavidas y socorrieron al hombre que estaba ahogándose.

«Me sorprendió verle cuando salió del agua. Estaba vestido y completamente empapado. Solo repetía una y otra vez que tenía frío», expuso Ignacio. Por ello alertaron a una ambulancia y uno de los agentes de la Policía Portuaria que acudió a la emergencia se quitó su chaqueta y abrigó al hombre.

Los sanitarios no tardaron mucho en llegar y acabaron trasladando al hombre con síntomas de hipotermia al Clínico, en el que se le realizaron diversas pruebas para conocer su estado. Tras ello, durante la tarde de ayer, fue ingresado en el hospital San Juan de Dios.

Por su parte, el can seguirá dando sus paseos diarios y vigilando todo lo que ocurre a su alrededor. Abla contaba que el perro se cita todas las tardes con «su pandilla de amigos», en la que se lleva bien con todos. Hoy, después de que haya saludado a su llegada, Nanook les contará que se ha convertido en uno de esos héroes que quizás, hasta sin ser consciente de ello, han salvado la vida de una persona.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios